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[MEDICINA TRANSFUSIONAL EN EL SIGLO XXI - Professor Dame Marcela Contreras A.
y col.]
células y los tejidos, como también para establecer las causas
de reacciones transfusionales adversas y evitar su aparición y/o
recurrencia.
En el mundo desarrollado, la provisión de componentes
sanguíneos y tejidos seguros y los laboratorios de referencia se
basan en servicios nacionales de sangre con centros de sangre
(CS) que procesan anualmente cientos de miles de unidades
de sangre. Un Programa Nacional, con un Plan Anual asegura
uniformidad en suficiencia y calidad para todas las unidades de
medicina transfusional (UMTs) de los hospitales donde se prac-
tica la medicina transfusional.
La provisión de sangre se inicia con el reclutamiento, selec-
ción y fidelización de donantes, la colecta y el procesamiento
de la sangre para la obtención de componentes sanguíneos, el
aseguramiento de la calidad biológica del producto recolec-
tado, incluyendo su conservación, almacenamiento y trans-
porte. Las decisiones frente a las necesidades transfusionales o
de trasplante del paciente, las pruebas pre-transfusionales en
la sangre de donante y receptor, el uso apropiado de la sangre y
tejidos, las alternativas posibles, las consecuencias de la trans-
fusión y la vigilancia post- transfusional, son también parte de
la medicina transfusional.
Marco regulatorio
Percepciones de riesgo crecientes del público y los medios
y litigios sobre la seguridad de la sangre, especialmente en
lo referente a transmisión de infecciones, han resultado en
un marco regulatorio, convertido en ley, muy estricto para la
medicina transfusional europea, fuera de proporción compa-
rado con otras especialidades médicas.
Producción, abastecimiento y demanda de
sangre y sus componentes
Satisfacer la demanda de sangre y sus componentes es la
meta primaria de los servicios de sangre, realizable a través de
buena planificación nacional anual, con donantes voluntarios
altruistas, idealmente regulares, manejo efectivo de inventa-
rios, el uso apropiado de la sangre y el conocimiento clínico de
las alternativas a la transfusión. La cadena de abastecimiento
de sangre incluye al donante voluntario de sangre, los servi-
cios de sangre con Centros de Sangre, las unidades de medicina
transfusional del hospital (UMTs) con sus laboratorios y espe-
cialistas en medicina transfusional, la prescripción médica, la
administración de los componentes y la vigilancia del receptor
del componente sanguíneo.
La suficiencia en sangre segura de un país depende de
donantes altruistas; los requerimientos varían en cada país
de acuerdo a las condiciones de salud de la población y desa-
rrollo de la medicina. En Europa occidental y Norteamérica
la tasa de donación, 100% voluntaria, en gran parte repe-
tida, es sobre 35 por mil habitantes, lo que suple en gran
parte la demanda y hace que la sangre sea significativamente
más segura que en Latinoamérica. En Inglaterra se suple
el 100% de la demanda de todos los componentes con 38
donaciones anuales por mil habitantes. Sin embargo, la tasa
de donación no es la adecuada en la mayoría de los países
de Latinoamérica; en Chile al año 2014 la demanda no fue
suplida; se estima una tasa de 17 donaciones por mil habi-
tantes sumando los donantes del sistema público y privado;
menos del 25% de los donantes son voluntarios y una minoría
regulares (Figuras 1, 2 y 3).
Las donaciones de sangre total se procesan en concen-
trados eritrocitarios y, de acuerdo con los requerimientos
y tiempo de almacenamiento a diferentes temperaturas,
en concentrados plaquetarios, plasma fresco congelado y
crioprecipitados (Figuras 4, 5 y 6). En el Reino Unido todas
las donaciones se colectan en bolsas con salidas en sus partes
superior e inferior (
“top and bottom”
) lo que permite separar,
por centrifugación, el
buffy-coat
, conteniendo los leucocitos
y plaquetas, de los eritrocitos en la parte inferior y el plasma
en la parte superior. En Chile, solo una parte de las dona-
ciones se procesan con este método de superior calidad.
Gran parte del plasma en el mundo desarrollado, se congela
rápidamente y se somete a fraccionamiento industrial para
la obtención de factores de coagulación, inmunoglobulinas
y albumina.
El concentrado eritrocitario,
sin
buffy-coat
,
se suspende en una
solución aditiva para mantener la viabilidad de los glóbulos
rojos hasta un volumen final de 220 a 340 ml; puede almace-
narse por un período de 35 a 42 días entre 2 - 4°C. En el RU
estos concentrados se leucodepletan por filtración.
Las
plaquetas
pueden obtenerse de sangre total, ya sea en forma
individual o por mezcla (
pooles
) de
buffycoats
de cuatro dona-
ciones (Figuras 5 y 6), o por aféresis de donante único. La dosis
en adultos es 3x10
11
. En Inglaterra, aproximadamente el 50%
se obtiene por aféresis y el 50% de
pooles
. Las plaquetas por
aféresis se transfunden a pacientes trombocitopénicos candi-
datos a trasplante de células troncales para reducir el riesgo de
inmunización a HLA y también a receptores pediátricos, para
reducir el riesgo de infecciones transmitidas por transfusión.
Los donantes tipificados para HLA y antígenos plaquetarios
pueden ser usados para pacientes con refractariedad inmu-
nológica a las plaquetas y para transfusiones intrauterinas o
neonatales en trombocitopenia aloinmune. Las plaquetas se
almacenan en plasma (o medio para suspensión de plaquetas)
entre 20° a 24°C, hasta por 5 días, en agitadores especiales. El
corto tiempo de almacenaje se debe a la pérdida de viabilidad