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En caso de CID, instaurar terapia adecuada de componentes

sanguíneos.

Reacciones hemolíticas transfusionales

retardadas (RHTRs)

No son predecibles o prevenibles y siempre causadas por anti-

cuerpos IgG, llevando a hemólisis extravascular. El paciente se ha

sensibilizado previamente a antígenos eritrocitarios por transfu-

siones o embarazos, pero el anticuerpo no es detectable en los tests

pretransfusionales y la transfusión que contiene el antígeno al cual

el receptor ya está sensibilizado, provoca una respuesta anamnés-

tica, con reaparición del anticuerpo y hemólisis a los 5–10 días. Los

hallazgos clínicos son los mismos, pero menos severos que en una

RHT extravascular inmediata. La posibilidad de una RHT retardada

refuerza la importancia de usar muestras recientes para la detec-

ción de anticuerpos irregulares, tests de antiglobulina directa (TAD)

y pruebas de compatibilidad, si se ha administrado una transfusión

con un plazo mayor a 72 horas. El conocimiento de esta complica-

ción puede evitar estudios innecesarios para excluir una infección

cuando aparece fiebre pocos días después de la transfusión. La

historia clínica es importante, ya que anticuerpos formados previa-

mente (por. ej. Anti-Kidd) pueden hacerse indetectables con el

tiempo.

Ante la sospecha de una RHT retardada, los estudios incluyen

hemograma completo con recuento de reticulocitos, frotis

sanguíneo, bilirrubina plasmática, test de función renal y

test de lactatodeshidrogenasa (LDH). Los estudios serológicos

deberían incluir repetición de grupos sanguíneos y detección

de anticuerpos (en muestras del paciente pre- y post-transfu-

sionales), TAD y elución de anticuerpos de los GRs post- trans-

fusión para su identificación.

El tratamiento de la reacción transfusional hemolítica retar-

dada es habitualmente de soporte; a veces requiere una trans-

fusión adicional.

Reacción transfusional febril no hemolítica (RTFNH)

Se caracterizan por fiebre

>

38

o

C, con aumento

>

2

o

C de la línea

base y son más frecuentes con componentes sanguíneos que

contienen leucocitos en pacientes sensibilizados, habitual-

mente a antígenos HLA y, a veces, a granulocitos y antígenos

plaquetarios específicos por transfusiones previas o emba-

razos. A menudo se acompañan de escalofríos, dolor muscular

y náuseas. Son mucho menos frecuentes desde la introducción

de componente sanguíneos leucorreducidos por remoción del

buffycoat

o leucodepletados. Pueden aparecer hasta dos horas

después de la transfusión y son más comunes en los pacientes

poli-transfundidos.

Daño pulmonar agudo relacionado con la transfusión (TRALI)

Es un edema pulmonar no cardiogénico que se presenta dentro

de las seis horas de la transfusión, con severa dificultad respi-

ratoria acompañado de tos, fiebre y escalofríos. A menudo

se asocia con hipotensión. La radiografía de tórax muestra

sombras nodulares bilaterales en los campos pulmonares con

tamaño cardiaco normal, saturación baja de oxígeno y presión

venosa central baja o normal. Puede ser confundido con un

síndrome de distress respiratorio agudo de otras causas, o con

falla cardíaca aguda por sobrecarga circulatoria (TACO). El trata-

miento es fundamentalmente de soporte; si fuese necesario, en

una unidad de cuidados intensivos con soporte ventilatorio. La

terapia esteroidal no es efectiva. Con un tratamiento adecuado,

la tasa de sobrevida es alta y la mayoría de los pacientes se

recupera dentro de un plazo de 1 a 3 días, sin secuelas.

La reacción se debe a la transferencia pasiva de leucoa-

glutininas (la mayoría anti-HLA clase I o II o, raramente, a

anticuerpos a granulocitos) en el plasma del donante, que

reaccionan con los granulocitos en el pulmón del receptor,

provocando la activación del complemento, daño endotelial

y epitelial, daño alveolar y cambios inflamatorios, mediados

por anafilatoxinas, citoquinas y otros mediadores inflamato-

rios. EL TRALI aparece después de la infusión de componentes

que contienen plasma; los donantes implicados son habitual-

mente mujeres multíparas. La incidencia ha disminuido, en el

RU desde que se producen el PFC y plasma para suspender el

pool

de plaquetas a partir de donantes masculinos.

Enfermedad injerto contra huésped asociada a la

transfusión (EICH- AT)

Es una complicaciónmuy rara, pero habitualmente fatal, causada

por la transfusión de linfocitos viables, HLA compatibles del

donante, con injerto y expansión en el receptor. Se caracteriza

por fiebre, erupción cutánea, diarrea, alteración de la función

hepática y pancitopenia, 7 a 14 días después de la transfusión.

Los pacientes en riesgo son los fetos que reciben transfusión

intrauterina, y los pacientes profundamente inmunosuprimidos

como los trasplantados con células hematopoyéticas.

El diagnóstico se hace en biopsias de los órganos afectados,

con detección de células derivadas del donante o DNA en la

sangre del paciente o tejidos. Dada la consecuencia fatal del la

EICH-AT es esencial asegurar que todos los pacientes a riesgo

reciban GRs y plaquetas gama - irradiados.

Púrpura Post-transfusional (PPT)

Es una complicación rara; se caracteriza por brusca aparición de

trombocitopenia severa 7–10 días después de la transfusión,

habitualmente de GRs. La mayoría de los pacientes son mujeres

con transfusiones previas o embarazos. La causa más frecuente es

anticuerpos (anti-HPA-1a o HPA-5b) en el receptor contra antí-

genos plaquetarios del donante. El PPT es auto limitado pero, en

casos severos, una terapia precoz con inmunoglobulina endove-

nosa logra una buena respuesta. No se recomienda la transfusión

de plaquetas salvo que exista un sangramiento con riesgo vital.

[MEDICINA TRANSFUSIONAL EN EL SIGLO XXI - Professor Dame Marcela Contreras A.

y col.]