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Hemovigilancia
A pesar del gran desarrollo de la Medicina Transfusional desde la
aparición del VIH, no había sistemas de vigilancia para medir la
incidencia y prevalencia de los riesgos reales de la transfusión.
Hemovigilancia
es un concepto que nació en Francia en 1994
y se expandió a Europa Occidental y otros países. Se define como
“el conjunto organizado de procedimientos de seguimiento rela-
cionados con acontecimientos serios o inesperados, o de reac-
ciones en donantes o receptores de sangre, y el seguimiento
epidemiológico correspondiente de donantes”. Su fin es recoger
y evaluar información sobre los efectos serios inesperados e
indeseables resultantes de la transfusión de componentes
sanguíneos lábiles y de prevenir su ocurrencia/ recurrencia. Es
una actividad esencial para desarrollar estrategias respecto a los
servicios de sangre y la transfusión de componentes sanguíneos
y restablecer la confianza en la seguridad de la sangre. Educa
acerca de los riesgos reales de la transfusión en un país o región
y ayuda a priorizar las medidas de seguridad.
SHOT, el sistema de hemovigilancia británico, se inició en
1996, definiendo los eventos notificables, con participación
voluntaria, la que ahora es obligatoria, por ley, con una estruc-
tura de reportaje clara (Figura 9). SHOT, a través de los años,
ha demostrado que los riesgos de ITTs en el Reino Unido son
bastante escasos, comparados con riesgos mucho mayores
como errores en la administración de sangre y TRALI (Figura
10 y Tabla 5). Los informes han conducido al Departamento
de Salud a tomar medidas dirigidas a disminuir dichos riesgos,
con muy buenos resultados.
Un servicio nacional de sangre bien organizado, es un pre-
requisito para un programa de hemovigilancia en un país. Se
requiere, como mínimo:
• Buena comunicación entre los proveedores de componentes
sanguíneos y los usuarios clínicos.
• Estándares para los servicios de sangre y los usuarios, y defi-
niciones nacionales consensuadas de reacciones adversas.
• Trazabilidad de los componentes desde el donante hasta su
destino final, con sistemas informáticos confiables.
• Organización que permita:
1)El informe estandarizado a una oficina central que
compile y analice los datos.
2) Comités de transfusión en todos los hospitales.
3) La investigación de los eventos adversos.
4) El compromiso de las autoridades para actuar con medidas
que disminuyan los riesgos serios de la transfusión.
De lo dicho, se desprende que en la gran mayoría de los países
de Latinoamérica no se dan las condiciones para establecer
programas de hemovigilancia efectivos.
Tabla 5. Datos cumulativos de mortalidad/ morbilidad, según informes a SHOT desde 1996 a 2014
ATR HTR Allo TRALI
TACO TAD PTP UCT TA-GvHD TTI
CS
Muerte en que la
reacción transfusional
fue causal o
contributoria
24 15 0
47 37
3
3
3
14
15 0
Morbilidad mayor
probablemente o
definitivamente
atribuida a la reacción
transfusional
416 83 0 210 156 13 14
4
0
52 1
Morbilidad menor
o no morbilidad
como resultado de la
reacción transf.
2923 554 413 57 239 91 40 14
0
7 137
Desenlace
desconocido
3
1
0
0
0
0
0
0
0
0 0
TOTAL**
3366 653 413 314 432 107 57 21
14
74 138
* Casos con un potencial para mayor morbilidad se incluyen en morbilidad menor o no morbilidad.
** Total excluye 7 casos no clasificados de 1998-1999. CS= rescate de células autólogas intraoperatorio
(Fuente: Serious Hazards in Transfusion (SHOT),
www.shotuk.org, reproducido con permiso).
Para abreviaciones, ver Figura 10
TACO, TAD y CS se incluyeron solo a partir del 2008. HSE y ADU se separaron de IBCT en el 2004. Aloinmunización (Allo) es una categoría nueva desde
el 2010 en el que se separo de HTR o RHT.
[MEDICINA TRANSFUSIONAL EN EL SIGLO XXI - Professor Dame Marcela Contreras A.
y col.]