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both, aesthetic and reconstructive, are complementary, and
he can obtain better and more definitive results. The fact
of practice, only one of these disciplines, what is usual in
non-specialists, leaves him in poor conditions to obtain good
results, and satisfy his patients.
Is in this aesthetic branch of the plastic surgery, which is
not free of complications and bad or unexpected results,
that occurs the majority of conflicts between surgeon and
patient, and where is most relevant the ethical behavior of
the surgeon.
The aim of this paper is to analyze the roll of the surgeons
attitudes, and decisions, in the risks, evolution, and the
results of the surgery.
Key words: Ethics, aesthetic surgery, decisions.
INTRODUCCIÓN
Una de las principales preocupaciones de la sociedad occi-
dental, del siglo XXI, es la preocupación por el cuerpo. Se
manifiesta en el culto al cuerpo: gimnasios, consejos dieté-
ticos, dietas para mantener el cuerpo perfecto, los tatuajes
tan corrientes en artistas, deportistas que quieren destacar
su cuerpo, centros de belleza con ofertas variadas de todo
tipo de tratamientos para obtener la figura perfecta. El uso de
rellenos y de toxina botulínica constituyen los procedimientos
de orden estético más solicitados y más realizados en todo el
mundo. La cirugía estética, en todas sus formas, promueve
obtener un cuerpo perfecto. Por otra parte, toda esta preo-
cupación se ha convertido en un negocio que mueve miles
de millones de pesos, lo que lo ha hecho muy atractivo, tanto
para los especialistas en el tema, bien formados, que no son
muchos, como para una cantidad mucho mayor de profesio-
nales de la salud, no siempre bien formados, que han hecho de
esta práctica un negocio y muy lucrativo. Lo peligroso de este
hecho es anteponer el negocio y el afán económico al bien-
estar de las personas que solicitan estos servicios, ofreciendo
una serie de procedimientos quirúrgicos y otros no invasivos
que no tienen ninguna evidencia científica de su efectividad.
Por algo la propaganda de gran parte de estos “negocios de la
estética” se hace en revistas de moda, o de actualidad (como
inserciones pagadas además), y no en publicaciones científicas
de prestigio. Han cundido una serie de sociedades de cirugía
cosmética, medicina cosmética o de procedimientos estéticos,
para agrupar a estos prestadores, por no poder insertarse en
las sociedades científicas tradicionales, que no dan cabida a
estas actividades.
La palabra plástica es originaria del griego “plastikos”, que
significa moldear o transformar (1).
Se puede moldear o transformar un defecto, actuando por
lo tanto en un sujeto enfermo, que necesita ese acto quirúr-
gico, similar a otras cirugías necesarias (cáncer de tiroides
p ej.) y esta vertiente tiene sus propias implicancias éticas,
ya que se pretende el mejor bien para el paciente (benefi-
cencia), se respeta su autonomía, y porque se brinda en el
contexto que el paciente solicita o está de acuerdo con esta
corrección. Bien ejecutada por un cirujano entrenado, no
presenta gran dificultad en la toma de decisiones, y suele
tener buenos resultados. Es una cirugía necesaria para la
salud del paciente.
También se puede moldear o transformar una imperfección en
relación a la subjetiva apreciación y conceptualización de la
belleza, que es el objetivo de la cirugía estética. Se actúa en un
sujeto biológicamente sano, por lo que no siempre es nece-
saria bajo el concepto de la cirugía restauradora de la salud
orgánica. En estas circunstancias puede existir un conflicto en
la toma de decisiones, que a su vez puede estar influenciado
ya sea por el paciente con expectativas desmedidas, apremios
para su realización por trabajo, viajes, u otras obligaciones, y
necesidad de resultados palpables y rápidos. Para el cirujano
está el problema de decidir: ¿qué hacer?, ¿cuánto hacer?, ¿en
qué momento?
El juicio ético aquí es imprescindible y dependerá de su
formación médica y experiencia para tomar decisiones.
Dentro de este campo se pueden incluir todos los proce-
dimientos no invasivos, rellenos, uso de toxina botulínica,
hilos tensores, láseres de diverso tipo, entre otros, que caen
en la misma disyuntiva de la toma de decisiones. Habi-
tualmente estas decisiones se toman en la intimidad de
una consulta por el médico y su paciente (a veces con un
acompañante), en una sola conversación, que no siempre
le permite al médico dar toda la información necesaria y
al paciente asimilarla, para tomar una decisión o aceptar lo
que le propone el médico. No es infrecuente además que
esta conversación se centre más en los aspectos econó-
micos, que en los beneficios, riesgos de los procedimientos
o intervenciones a realizar.
El otro aspecto sustancial en este tema, en especial en la
cirugía y los procedimientos de orden estético, es el de
las complicaciones derivadas de ellos. Como es un tema
sensible de tocar y puede ahuyentar al paciente o más bien
al “cliente”, suele soslayarse o darle poca importancia. No
hay ninguno de ellos que esté exento de complicaciones,
que son conocidas, que tienen cifras estadísticas serias,
algunos derivados del paciente, con toda su historia médica
y otros derivados de los procedimientos, en especial de su
duración, ya que está de sobra demostrado, que la gran
complicación de la mayoría de ellos, es el tromboembolismo
pulmonar (TEP). Son las liposucciones y procedimientos o
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(1) 113-121]