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cirugías combinadas, muy de moda, con el objeto de apro-
vechar de hacer todo de una vez, lo que aumenta el riesgo
con la extensión del tiempo quirúrgico. Este TEP, derivado
de trombosis venosas profundas de las extremidades infe-
riores, relacionadas a condiciones propias del paciente:
sobrepeso, uso de gestágenos, viajes largos previos o poste-
riores a la cirugía, y la longitud de la o las cirugías. Existe
un interesante libro publicado por un médico anestesiólogo
colombiano (2) en que se trata extensamente el tema de
las complicaciones en cirugía plástica. Colombia, junto con
Brasil y Argentina en Sud América, son los países donde se
hace la mayor cantidad de cirugías estéticas. Estados Unidos
de Norte América, es el líder mundial en este rubro. El autor
define que en la cirugía existe un equipo, conformado por
el cirujano y el anestesiólogo, el paciente y el lugar donde
se realiza la cirugía (3). Los riesgos y las complicaciones
derivan de cada uno de ellos: el cirujano, con las decisiones
que toma sobre lo que le hará a cada paciente y el lugar
escogido para realizarlo. El paciente, responsable de dar
al médico toda la información de su salud y no ocultarle
nada para hacer la cirugía a toda costa y ser adecuado en
lo que solicita y en sus expectativas de resultados. El lugar,
donde se efectuará la cirugía tiene que estar certificado
por las autoridades de salud y tener todo el equipamiento
adecuado. El autor desarrolla ampliamente el tema del TEP
y propone que la prevención de éste, es clave en disminuir
la mortalidad y morbilidad en cirugía estética.
Todas las complicaciones en cirugía están relacionadas con
la magnitud de la respuesta inflamatoria del paciente. Esta
respuesta es mayor mientras más tiempo dure la cirugía,
más áreas del cuerpo se agredan quirúrgicamente, y más
grasa se aspire en el caso de las liposucciones. Las causas
de muerte de estos procedimientos son en primer lugar
el TEP, luego el edema pulmonar por el uso exagerado de
líquidos inyectados al paciente (vía endovenosa y/o subcu-
tánea) y la intoxicación por lidocaína, usada en la solución
de infiltración para la lipoaspiración, o bien como anesté-
sico local, cuando la cirugía se hace en una consulta o en
forma ambulatoria, sin el control de un anestesiólogo para
ahorrar costos.
De acuerdo a estos criterios, la
American Society of Plastic
Surgeons
(ASPS) (4) ha definido los riesgos de acuerdo a la
duración de la cirugía e inmovilidad intra y post opera-
toria:
Cirugía segura:
- de 4 hrs de cirugía
Riesgo relativo:
4-5 hrs de cirugía
Riesgo alto:
+ de 5hrs de cirugía.
Cirugía segura:
- de 4 litros
Riesgo relativo:
4 -5 lts
Riego alto:
+ de 5 lts.
Con respecto a la grasa extraída en el caso de las liposucciones:
Sin embargo, al final del día, es el cirujano en la intimidad
de su consultorio y en presencia de su paciente el que toma
la decisión: qué hacer, cuánto hacer (duración de la cirugía),
cómo informar al paciente de los riesgos asociados y los
tiempos involucrados en la cirugía y su recuperación, cómo
evaluar los riesgos propios del paciente, dónde lo va a realizar
y cuánto le va a cobrar. El dilema es privilegiar el bienestar
del paciente, su seguridad, sobre los propios intereses como
cirujano (prestigio, económicos, entre otros). Creo que este
es un tema crucial y del cual no existen muchos reportes en
la literatura y a él me voy a referir en el capítulo de los vacíos
en la práctica clínica. Pere Serret Estalella, toca algunos
aspectos de ellos (5): ”En el campo de la cirugía estética
se dan muchas situaciones que son contrarias a la ética, es
decir, hay un problema de incumplimiento sistemático de las
normas éticas”.
VACÍOS DE LA PRÁCTICA CLÍNICA:
EL ANÁLISIS DE LA TOMA DE DECISIONES
La toma de decisiones provoca un dilema ético en la cirugía en
general y en la cirugía plástica en particular.
En qué consiste el tema “Toma de decisiones”: es un
término importado del mundo de los negocios. Simón,
pionero de la investigación sobre el juicio y la toma de
decisiones, propuso la teoría de la elección racional (6), que
postula que los individuos orientan sus acciones hacia fines
determinados, eligen entre todas las opciones posibles la
mejor, generalmente la de mayor utilidad. Esta práctica es
la que describe más adecuadamente la decisión racional
quirúrgica que considera la experiencia, la capacidad de
juicio y los códigos éticos (7). En la cirugía estética, cuando
ésta representa un modelo de negocio, es cuándo pueden
confundirse estos códigos. Si esta decisión está condi-
cionada por respetar todo lo pedido por el paciente, en
los tiempos y condiciones por él impuestas y sin toda la
información disponible, dada por su cirujano, es cuando
se pueden comenzar a cometer errores. Si sobre el bien-
estar y la seguridad del paciente se antepone el interés
económico del cirujano, para obtener el mejor rédito
económico, haciendo muchos procedimientos a la vez
(para aprovechar al máximo el acto quirúrgico) alargando
[BUENAS PRÁCTICAS EN CIRUGÍA ESTÉTICA: ALGUNAS CONSIDERACIONES DESDE LA BIOÉTICA-Dr. Jaime Arriagada S.]