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parálisis es identificada en sólo un 20% de los casos (1, 2, 5,
6), es importante evaluar detalladamente a cada paciente para
poder establecer una terapia adecuada.
Las causas de parálisis facial son múltiples y han sido clasifi-
cadas de diferentes maneras como se muestra en la tabla 1.
Podemos dividirlas en adquiridas o congénitas. Dentro de las
adquiridas se encuentran las idiopáticas, traumáticas, tumo-
rales, infecciosas, tóxicas, iatrogénicas, neurológicas, vascu-
lares y metabólicas (2, 5–7). El 80% de las parálisis faciales
son idiopáticas y de estas el 90% se recupera sin secuelas
(1). Clínicamente este trastorno se manifestará de acuerdo al
grado de compromiso del nervio facial, al mecanismo de su
lesión y al tiempo transcurrido desde la injuria.
Dependiendo de la región facial y de la profundidad de los
tejidos afectados, la reconstrucción presenta características
y limitaciones propias y puede involucrar defectos de tejido
blando y óseo. Los injertos, colgajos locales, regionales y
Tabla 1. Causas de la parálisis facial
Causas de Parálisis Facial
Condición/Característica
Congénita
- Idiopática
- Sindromática
- No sindromática
División mandibular
Sindrome de Möebius
Trauma congénito
Adquirida
- Idiopática
- Traumática
Central
Intratemporal
Facial
Accidente cerebrovascular
Fractura ósea
intratemporal
Laceración facial
- Tumoral
Central
Intratemporal
Facial
Neurinoma del acústico
Colesteatoma
Tumor parotídeo
- Inflamatoria
Viral
Bacteriana
Parálisis de Bell
Otitis media
- Neuromuscular
Miastenia gravis
Ref: Facial Palsy and Reconstruction. Fattah, Adel; Borschel, Gregory H.;
Manktelow, Ralph T.; Plastic & Reconstructive Surgery. 129(2):340e-352e,
February 2012.
microquirúrgicos componen el arsenal de herramientas con
los que cuenta el cirujano plástico reconstructivo para hacer
frente a estos problemas. Así también requerirá de la actua-
ción de distintas subespecialidades, especialmente derivadas
de cirugía, odontología y otorrinolaringología.
Desde comienzos del siglo pasado se han planteado nume-
rosos procedimientos quirúrgicos para la reparación de la pará-
lisis facial, incluyendo transferencias nerviosas y musculares
locales y diversas alternativas estáticas destinadas a recuperar
la simetría facial. Sin embargo, desde la primera descripción
(Harii, 1976) de una transferencia muscular libre para reani-
mación facial (8), y con el advenimiento de las técnicas micro-
vasculares de colgajos libres, el transplante de músculo libre
con injerto de nervio se ha transformado en la técnica de
elección en la actualidad y ha permitido la recuperación de los
movimientos de la cara.
La reanimación facial consiste en aquellos procedimientos
quirúrgicos que permiten recrear los movimientos faciales
espontáneos lo más cercano a la normalidad posible. Esto se
puede lograr mediante la transferencia muscular regional o
libre, transposición o injerto de nervio o la combinación de
colgajo muscular microquirúrgico con injerto de nervio ipsila-
teral o cruzado. Sus objetivos centrales son obtener simetría,
tono, animación coordinada y evitar sinkinesis o movimientos
en masa.
HISTORIA DE LA ENFERMEDAD
La alteración del VII par craneano produce principalmente
una parálisis de la musculatura de la mímica facial, generando
alteraciones tanto estéticas, funcionales, sociolaborales y en la
calidad de vida. Existen varias causas de parálisis facial (viral,
traumática, idiopática, entre otras) con diversos grados de
recuperación, desde la recuperación total espontánea hasta
mínimos niveles de funcionalidad.
Obtener una historia clínica acabada que destaque el tiempo
de evolución desde la lesión, la progresión y los síntomas
asociados de una parálisis facial adquirida es extremadamente
útil en determinar la potencial causa de esta y sirve de guía
para determinar el pronóstico y el tiempo de cualquier inter-
vención quirúrgica de ser necesaria. Por ejemplo, la evolución
progresiva y lenta puede ser indicativo de una compresión
tumoral (9).
De acuerdo a esto podemos dividir la parálisis facial en defi-
nitiva o transitoria. La parálisis facial transitoria puede recu-
perarse en el tiempo, por ejemplo, en la parálisis de Bell. En la
Figura 1 se describe una clasificación de los tipos de parálisis
y su abordaje.
[MANEJO INTEGRAL DE LA PARÁLISIS FACIAL - Dra. Susana Benítez S. y cols.]