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Los objetivos primordiales son proveer un volumen tisular que
permita oposición al paladar de manera de permitir una deglu-
ción normal (44) y adecuado manejo de la saliva. La fonación
habitualmente no se recupera de manera satisfactoria, aunque
haya un adecuado contacto de la lengua reconstruida con la
premaxila. Aspectos importantes a considerar son la reducción
del volumen del colgajo al ser sometido a radioterapia post
operatoria, de uso muy frecuente en estos casos. Los colgajos
regionales más usados son deltopectoral y pectoral mayor
miocutáneo. Los colgajos microquirúrgicos más usados son
radial (hemiglosectomías), recto abdominal y ALT micutáneo
(glosectomías subtotales y totales) como se muestra en la
Figura 5.
A la izquierda, paciente sometido a glosectomía subtotal. Al centro, se planifica y eleva colgajo miocutaneo anterolateral de muslo. A la derecha, paciente
a la tercera semana de evolución post operatoria.
Figura 6.
Arriba izquierda, gran defecto de trígono retromolar y seno maxilar por resección de cáncer espinocelular. Arriba derecha, elevación de un colgajo
fasciocutáneo radial. Abajo izquierda, evolución del colgajo a un año de seguimiento. Abajo derecha, zona dadora a un año de seguimiento.
Figura 5. La neurotización sensitiva al nervio lingual ha tenido
resultados controversiales. El piso de boca muchas veces debe
ser reconstruido en conjunto con la lengua y/o mandíbula.
Cuando no es así, el objetivo es cerrar la comunicación entre
la boca y el cuello para prevenir infección y rotura vascular o
falla anastomótica causada por la saliva. Defectos pequeños
del piso de boca pueden ser reparados con colgajos FAMM
(32) teniendo en cuenta que la arteria facial puede haber sido
ligada en la resección tumoral. Opciones regionales son el
colgajo pectoral, supraclavicular y submentoniano en isla (40).
El colgajo radial (Figura 6), escapular, paraescapular o ALT adel-
gazado (45), son las opciones microquirúrgicas más usadas.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(1) 29-37]