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adecuadamente la ingesta hídrica (118), a pacientes con

insuficiencia renal o quienes están en terapia concomitante

con diuréticos de asa o con inhibidores del sistema renina-

angiotensina aldosterona, situaciones en que hay que ser

especialmente cuidadoso con el uso de estos fármacos (51,

111, 119).

Infecciones genitourinarias.

El efecto adverso más

frecuente son las infecciones micóticas genitales y las

infecciones urinarias (ITU) (111). Un metaanálisis, que ha

incluido la mayor cantidad de estudios clínicos, encontró con

ISLGT2 un aumento significativo de infecciones micóticas

(OR 5,06, IC95%=3,44-7,45) y de ITU(OR1,42, IC95%=1,06-1,90)

vs comparadores activos (114). Ambas infecciones suelen ser

de carácter leve a moderado y revierten con terapia habitual

(120). Se presentan especialmente en etapas tempranas del

tratamiento y no son recurrentes. El mayor riesgo de ITU es

en mujeres y las infecciones micóticas se presentan más en

mujeres con antecedentes de micosis genital y en hombres

no circuncidados (51, 111).

Seguridad cardiovascular (CV).

Los ISLGT2, más allá

del control glicémico, modifican positivamente una

serie de factores de riesgo CV como la PA, el peso, la

hiperinsulinemia, albuminuria, adiposidad visceral y

stress

oxidativo, lo que representa un importante potencial

para reducir la ECV del paciente con DM (111, 121). Por

otro lado, su uso se asocia a pequeños aumentos de las

lipoproteínas de alta densidad (HDL) y de baja densidad

(LDL), con disminución de los triglicéridos, cuya importancia

clínica no está establecida y que teóricamente podría opacar

algunos de estos beneficios (121). El impacto CV de estos

fármacos está en evaluación con CANA (estudio CANVAS

NCT0103262) y con DAPA (estudio DECLARE NCT01032629).

Recientemente se publicaron los resultados del estudio de

seguridad cardiovascular EMPA-REG (122) que comparó

EMPA vs placebo en pacientes DM2 de alto riesgo CV. No se

encontraron diferencias entre los grupos en las tasas de IAM

o ACV no fatal; sin embargo, con EMPA hubo una reducción

significativa del 38% del riesgo relativo de muerte por causa

CV, una reducción significativa del 32% en todas las causas

de mortalidad, y una reducción significativa del 35% de

hospitalización por IC, convirtiéndose en el primer estudio

publicado con nuevos fármacos que demostró un impacto

CV favorable en pacientes de alto riesgo vascular. Aún no

hay una clara explicación para los resultados. Por un lado

se piensa que el efecto de EMPA no es sobre la enfermedad

ateroesclerótica, ya que de ser así habría disminuido el IAM

y el ACV. Se cree que podría deberse a efectos asociados a

la diuresis osmótica, lo que explicaría la disminución de IC

y sus complicaciones asociadas que parecen dar cuenta de

los mayores beneficios del estudio (123). Se discute si es

un efecto de clase, lo que probablemente se definirá con

los resultados de los próximos estudios. Por otra parte estos

resultados favorables son en un grupo de pacientes muy

específicos, con enfermedad CV establecida, de manera que

no son necesariamente extrapolables a todos los pacientes

con DM2.

Uso en insuficiencia renal.

Dado que el sitio de acción

de los ISLGT2 es el riñón, estos fármacos requieren de una

adecuada función renal para ser efectivos. No deben usarse

con FG

<

45ml/min o diálisis (51, 115, 123). Cada compuesto

tiene un punto de corte para iniciar o ajustar dosis según

función renal (Tabla 7). Se ha descrito una ligera y reversible

disminución de la FG en las primeras semanas de terapia con

ISLGT2 que, en la mayoría de los casos, no requiere suspensión

del fármaco; sin embargo, se debe tener especial cuidado si

existen condiciones que favorecen la depleción de volumen.

El uso de estos fármacos se ha asociado a disminución de

albuminuria, postulándose un posible rol protector renal que

va más allá de lo esperado por la reducción de la glicemia y

PA. Se explicaría por cambios asociados a la inhibición de la

reabsorción tubular de Na+ que resultan en disminución de

la presión intraglomerular y por tanto de la hiperfiltración

que es uno de los principales mecanismos responsables

de la nefropatía DM (102, 104, 121). Esta posibilidad está

actualmente bajo investigación (CANVAS R, NCT01989754 y

CREDENCE, NCT02065791).

Seguridad ósea.

Está en evaluación si el uso de estos

fármacos se asocia a alteraciones en el metabolismo óseo. Por

su mecanismo de acción podrían alterar la absorción de calcio

y fosfatos y tener consecuencias en el hueso. Hay antecedentes

de aumento de fracturas óseas con DAPA en pacientes con

insuficiencia renal (114, 124) y en un análisis de seguridad

con CANA se habría encontrado un aparente aumento de la

incidencia de fracturas frente a placebo (125). Sin embargo,

no se han encontrado alteraciones en marcadores de recambio

óseo ni de densidad ósea con estos fármacos (126). Se ha

recomendado estar alertas (125) y evaluar esta condición

en los estudios clínicos. En el estudio EMPA-REG la tasa de

fracturas fue baja e idéntica a placebo (122).

Cetoacidosis (CAD).

Se han informado algunos casos serios

de CAD en pacientes en tratamiento con ISLGT2. Algunos

reportes han sido en DM1 o LADA, condiciones en que

el uso de estas drogas no está aprobado. Pero también se

ha comunicado en DM2, y si bien en algunos casos se ha

presentado en forma concomitante con una patología

aguda, o reducción de la dosis de insulina, en otros no se

ha logrado identificar un factor causal. La presentación de

la cetoacidosis en DM2 puede ser atípica, con euglicemia,

lo que dificulta su diagnóstico. La FDA (127) ha alertado

[Nuevos fármacos en Diabetes Mellitus - Dra. Carmen Gloria Aylwin H.]