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tres grupos: placebo, irbesartán 150mg/día e irbesartán

300mg/día con un seguimiento de dos años. El resultado

primario fue definido como el tiempo de aparición de la

nefropatía diabética, definida por albuminuria persistente

en una tasa mayor de 200mcg/min y al menos un 30% más

alto que el nivel basal. Estos valores fueron alcanzados por el

5,2% del grupo con 300mg, vs 9,7% de aquellos asignados a

150mg y 14,9%. Lo interesante es que las presiones arteriales

promedios en los tres grupos fueron similares: 144/83 mmHg

en el grupo placebo vs 143/83mmHg en el grupo de 150mg

y 141/83mmHg en el grupo con 300mg, lo cual demuestra

que el bloqueo del eje renina angiotensina aldosterona en

diabéticos microalbuminúricos ofrece una protección extra a

la obtenida sólo por la reducción de la PA.

En Chile el grupo del Hospital San Juan de Dios (21) demostró

en pacientes con diabetes mellitus insulino dependientes,

normotensos y con microalbuminuria, que el enalapril en

dosis de 5mg/día previno el aumento de proteinuria. En 26

pacientes, 19 normo albuminúricos y 17 micro albuminúricos,

hubo reducción de la albuminuria en los tratados de ambos

grupos. En los normo albuminúricos, los tratados redujeron

la proteinuria de 18,9±8,3mg/día a 8,1±2,7mg/día y los

no tratados la aumentaron. En los micro albuminúricos, los

tratados la redujeron de 73,1±25mg/día a 40,1±26,3mg/día.

En períodos más avanzados de nefropatía diabética también

se ha demostrado efecto beneficiosos sobre la proteinuria del

bloqueo del ERAA. Herbert (23) mostró que usando captopril

en DM1 con enfermedad renal crónica (ERC) en etapa 4 hubo

reducción de la proteinuria, basalmente en rango nefrótico.

Esta remisión se observó en sólo 7 de 42 pacientes asignados

a captopril (16,7%) vs 1 de 66 (1,5%) en el grupo asignado a

placebo, durante un seguimiento de 2,3±1,1 años.

Schrier y colaboradores (9) en un estudio randomizados con

seguimiento a 5 años de 480 pacientes DM 2, normotensos,

demostró que con un tratamiento intensivo (meta PA

128/75mmHg) en comparación otro menos estricto, (meta

PA 137/81mmHg) usando enalapril o un bloqueador de Calcio

(CaBloq) nisoldipino hubo: disminución de la progresión de

normoalbuminuria a albuminuria (“micro albuminuria”) y de

“microalbuminuria” a albuminuria manifiesta. Además hubo

reducción de la progresión de la retinopatía diabética y de

la aparición de eventos cerebrovasculares. En ambos grupos

hubo una VFG estable a lo largo de cinco años cuando la

terapia se usó antes de la aparición de “macro albuminuria”

pero, después que esta apareció la función renal se deterioró

progresivamente, en ambos grupos, aunque a un ritmo más

lento en comparación con un mal control de PA. Luego,

nuevamente lo más importante es el control de la PA.

Además el estudio mostró que un tratamiento agresivo de

la PA, con metas

<

128/75mmHg puede dar lugar a efectos

beneficiosos con respecto a la incidencia de AVC, progresión

de la retinopatía y la aparición de micro y macroalbuminuria,

independientemente del anti HT utilizado, bloqueador de

calcio o IECA.

El aliskiren, es un nuevo fármaco que actúa como inhibidor

directo de la renina (DRI) se ha ensayado en nefropatía

diabética. Lamentablemente en los estudios clínicos fue

utilizado como terapia dual, asociado a IEC o a un ARA2,

con la que se asoció a efectos adversos. Parving (23) en el

estudio ALTITUDE demostró con esta terapia dual hubo una

reducción importante de la albuminuria y que su efecto anti

HT de esta era mayor que con monoterapia. Sin embargo, con

aliskiren hubo más efectos adversos, hiperkalemia y el 18,3%

de los pacientes asignados a aliskiren vs el 17,1% de los

asignados a placebo presentaron eventos terminales: muerte

cardiovascular, paro cardíaco con reanimación, infarto

del miocardio no mortal, AVC no mortal; hospitalización

no planificada por insuficiencia cardiaca; ERC etapa 5

renal terminal, muerte atribuible a la insuficiencia renal,

o la necesidad de terapia de reemplazo renal o alza de la

creatinina sérica al doble del valor basal.

No obstante creemos que el uso de aliskiren como

monoterapia sigue siendo una alternativa válida en pacientes

que tengan efectos adversos no renales por IECA o ARA2 (tos

o alergias).

En resumen, estos estudios y otros, aquí no analizados

demuestran:

1)

El tratamiento de la HTA en diabéticos no sólo entrega los

beneficios que obtiene cualquier hipertenso con la terapia

sino además, revierte la microalbuminuria o retardan el paso

de micro a macro albuminuria.

2)

Cuando hay macro albuminuria, incluso en rango nefrótico,

esta disminuye e incluso en algunos enfermos puede haber

regresión del síndrome nefrótico.

3)

Algunos pacientes con ERC etapa 4, se pueden beneficiar

de la terapia si su creatinina y niveles de potasio se siguen

estrictamente para reducir o suspender la terapia en caso

de kalemias

>

5,5mEq/L en forma persistene o deterioro

manifiesto de la VFG.

4)

El bloqueo del eje RAA no sólo tiene efecto beneficioso

a nivel de la barrera de filtración, reduciendo la micro o

macroalbuminuria sino además, retardan la progresión del

deterioro de la VFG de estos pacientes, muy especial si se

usan precozmente.

5)

Los fármacos que bloquean el SRAA en cualquiera de sus

niveles, tienen un beneficio agregado al de sólo reducir la PA y

son los medicamentos de uso obligado en un diabético, salvo

eventos adversos que hagan prohibitivo su uso

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(2) 204-212]