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[MANEJO DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN DIABETES MELLITUS - Dr. Emilio Roessler B.]

measures, obtain HbA1c 7%, LDL cholesterol

<

100mg/dL,

control of micro and macroalbuminuria with maximum dose

of IEC or ARA2 and use of aspirin, 81-100 mg daily in primary

prevention, once SBP is reached

<

160mmHg?

Key words: Diabetes, hypertension, end stage renal disease,

glomerulopathies, hyperglycemia , low nitric oxide, endothelin,

angiotensin.

INTRODUCCIÓN

La hipertensión arterial (HTA) es un hecho frecuente tanto en

la diabetes melllitus tipo 1 (DM 1) como tipo 2 (DM2). En esta

última la relación causal es difícil establecer. En un estudio de

3500 pacientes con DM2 con diagnóstico precoz, el 39% ya

era hipertenso (HT) (1).

Los DM2 son obesos en su gran mayoría y posiblemente la

obesidad es la causa de la HTA y de mayor prevalencia de

esta que en la población general. Sin embargo los DM2 los

insulino requirentes, la prevalencia de HTA es mayor que la

existente entre los obesos no diabéticos. Probablemente la

hiperinsulinemia, exógena en los DM1 y endógena en los

DM2 sea la causa de la HTA ya que el exceso de insulina la

produce por variados mecanismos, entre ellos, aumento del

tono simpático y retención de sodio, ambos inducidos por

insulina. La hiperglicemia inhibe la producción de oxido

nítrico por el endotelio, que es el relajante vascular natural,

que contrarregula endotelina y angiotensina II (2).

En la DM1 en cambio, sube de 5% a los 10 años a 33% a los

20 años y a 70% a los 40 años existiendo una estrecha relación

entre la aparición de albuminuria (“microalbuminuria”) y HTA (3).

Además, últimamente se ha demostrado que la HTA

“enmascarada” no es infrecuente en estos pacientes y la

derivada de esta observación es una recomendación de

las Sociedades Europeas de Hipertensión y de Cardiología

sobre el considerar el empleo de Holter de presión arterial

en población diabética aparentemente normotensa (5).

Creemos que esta recomendación debe esperar el paso del

tiempo con un mayor número de trabajos que la validen pero,

es al menos una alerta. En el momento que los HT llegan a

diálisis crónica, un 80% de los enfermos son HT. Un 25-40%

de los diabéticos desarrollan una glomerulopatía, llamada

glomeruloesclerosis de Kimmelstiel-Wilson o nefropatía

diabética, como complicación directa de los trastornos

bioquímicos y hemodinámicos a nivel glomerular que

acompañan a esta enfermedad.

Un 36% de la población norteamericana que recibe terapia

de substitución renal y 17% de la europea, ha llegado a IRC

por esta glomerulopatía. En Chile el 38,2% de los dializados

crónicos lo son por esta etiología (6) siendo la primera causa

de este tratamiento en nuestro país.

En el diabético la HTA es un potente factor de riesgo para el

desarrollo de nefropatía diabética y las complicaciones propias de

la HT como cardiopatía hipertensiva, accidente vascular cerebral,

retinopatía hipertensiva y complicaciones macrovasculares

con una incidencia amplificada por la HTA como cardiopatía

coronaria, accidente vascular cerebral (AVC), enfermedad arterial

oclusiva de extremidades inferiores (EAO de EEII).

Como contrapartida de lo anterior, existen sólidas evidencias de

que el tratamiento de la HTA previene las complicaciones

señaladas e incluso revierte la nefropatía diabética en

períodos tempranos. El estudio UKPDS (7) mostró que

los pacientes sometidos a tratamiento estricto de la PA,

los que alcanzaron cifras promedio de 144/82mmHg,

comparados con el grupo control, tratado en forma menos

estricta, el que alcanzó PA promedio de 154/87mmHg,

tuvo una disminución del 21% en el riesgo relativo (RR) de

infarto agudo del miocardio (IAM), 44% en el RR de AVC

y del 49% en el RR de EAO de EEII y reducción de un 37%

de complicaciones por daño microvascular, en particular

retinopatía diabética. Igualmente, se redujo en un 32% el RR

de mortalidad relacionada con diabetes. En el seguimiento

de estos pacientes, una vez que se pierde el control intensivo

de la PA se pierden los beneficios de la terapia. En suma, el

UKPDS enseña que el control de la HTA se debe continuar por

toda la vida del diabético.

En el estudio HOT tuvo metas más estrictas en la PAD a

alcanzar, mostrando que en el subgrupo de diabéticos,

hubo una reducción de un 51% de eventos cardiovasculares

mayores con PAD

<

80mmHg comparados con aquellos que

alcanzaron PAD

<

90mmHg (8).

El estudio ABCD (9) usando Enalapril vs nisoldipina, mostró

que el control intensivo de la PAD

<

75mmHg y el control

habitual con PA PAD 80-89 mmHg. El grupo con Enalapril

tuvo menor riesgo de IAM fatal y no fatal, sin diferencias en

relación con la intensidad del tratamiento.

BASES FISIOPATOLÓGICAS DEL TRATAMIENTO

El control de la presión arterial juega un papel fundamental,

no solo en prevenir las complicaciones propias de la

hipertensión arterial sino además, en prevenir la progresión e

incluso aparición de nefropatía diabética.

En las enfermedades renales crónicas hay un factor productor y

otros que contribuyen a la progresión del daño producido por