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En el artículo de Rombouts et al (47) se analiza la acti-

vación de la corteza frontal en pacientes con demencia

fronto-temporal y enfermedad de Alzheimer temprana.

Se analizan siete pacientes con DFT (CDR: 0-5-1.0, MMSE

promedio: 28.0) y misma cantidad de pacientes con EA

(CDR: 1.0, MMSE promedio: 23.1). A los 14 pacientes se les

realiza una tarea de memoria de trabajo 1-back (memoria

de trabajo simple) y 2-back (carga aumentada de memoria

de trabajo) para evaluar la activación frontal en relación

con la carga de memoria de trabajo. La red de memoria

de trabajo que se activa en la DFT y en la EA incluye

tálamo, lóbulos frontal y parietal. En la DFT, la activación

en la corteza frontal y parietal disminuye de forma impor-

tante. Regiones frontales en pacientes con DFT, muestran

menor aumento de la activación con respecto a la carga de

memoria de trabajo, que en los pacientes con EA. Final-

mente, la pérdida de activación funcional en regiones

frontales en DFT inicial, sugiere que la resonancia funcional

puede identificar esta patología cerebral en el caso que la

resonancia magnética estructural sea normal.

Conectividad funcional mediante resonancia magnética

funcional

El cerebro está formado por redes. Es decir, regiones funcio-

nales separadas entre sí, pero que funcionan de forma simul-

tánea. Existen nuevas técnicas para obtener estas redes,

basadas en secuencias de resonancia magnética funcional

con la que se mide la dependencia temporal de esas regiones

cerebrales no contiguas (48).

Se ha determinado que existen redes relacionadas a dife-

rentes funciones cerebrales. Según Yeo (49) existen siete

redes funcionales: red visual, somatomor, atención dorsal

(50), de atención ventral (49), límbica (50), frontoparietal

(52, 53), red por defecto (54, 55), las cuales comprenden

diferentes regiones cerebrales (Figura 10) y funciones

sensitivas, cognitivas y procesamiento de modo por

defecto (50 - 55).

Es posible medir la conectividad funcional entre dife-

rentes estructuras y regiones cerebrales. Por ejemplo, en

la Figura 11 se muestra el corte coronal de un voluntario

sano. Se analizó la conectividad funcional de cada hipo-

campo mediante semillas en esas estructuras subcorti-

cales. Mediante una semilla en el hipocampo derecho se

obtiene su conectividad en color azul-celeste, y mediante

una semilla en el hipocampo izquierdo se obtiene su conec-

tividad en color rojo-amarillo. En este corte se visualiza

que cada hipocampo tiene una alta conectividad funcional

con el hipocampo contralateral. Procesando la resonancia

funcional de estado de reposo con resonancia funcional con

semillas o con ICA (Análisis de componentes principales) se

obtendrá la conectividad funcional de la región cerebral

correspondiente a la semilla, lo que podría ser útil para

la planeación quirúrgica en el caso de que la resonancia

funcional en bloques no se pueda realizar al paciente debido

a la escasa edad del paciente, o que debido a su patología

no pueda cooperar en el paradigma de resonancia funcional

en bloques.

FIGURA 10. IMAGEN DE conectividad funcional con fMRI

(a) Imagen en la cual se visualizan las siete redes de conectividad funcional publicadas por Yeo (Yeo et al., 2011). En (b-c) se visualiza la red de

modo por defecto en diferentes ángulos de visualización. Estas imágenes se generaron mediante software IBraiN

(Rojas et al, 2015).

A

B

C

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(3) 338-356]