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funcionales. Para lograr estos últimos puntos se exige

un conocimiento acabado del desarrollo embrionario de

los distintos tipos celulares a producir para poder ser

programado en ellas.

Es así como se ha logrado reproducir

in vitro

con éxito el

fenotipo CC con CM de diferentes orígenes: CM de origen

embrionario (ESC) (

16

), CM pluripotentes inducidas de

origen fibroblástico (iPS) (16), células madre mesenqui-

males de la médula ósea (17) y CM neurales (NSC) clonales

(embrionarias mantenidas en cultivo) (18). También se

ha logrado diferenciar CM a fenotipo neural ótico utili-

zando ESC de diferentes especies, NSC adulto y clonales.

Sin embargo, con baja eficiencia relativa para producir

neuronas, produciéndose principalmente células gliales.

Se han inyectado

in vivo

diversos tipos de CM de dife-

rentes orígenes en el oído interno con éxito variable. El

uso de CM se ha centrado en la sustitución de las CC

y de las células del ganglio espiral de la cóclea. Para

esto, se han probado diferentes formas de adminis-

tración: inyecciones en la rampa timpánica, la escala

media y el modiolo. A través de la rampa timpánica,

las CM han sido capaces de alcanzar el revestimiento

de células perilinfáticas (18, 19) y la región de la estría

vascular (20), con menor eficiencia para el ganglio

(19, 21) y muy pocas veces alcanzando el OC (22).

Las CM han demostrado capacidad

in vivo

de sobrevivir

y diferenciarse en los tipos celulares donde se hayan

insertado, sin embargo con baja eficiencia para CC o

CS y mejor eficiencia para células gliales y neuronas.

Teóricamente, la forma más directa para alcanzar el

OC es la inyección a través de la escala media, donde

se ha demostrado que las CM pueden sobrevivir hasta

9 semanas inyectando en perilinfa artificial (23, 24),

sin embargo, no existe evidencia exitosa

in vivo

que las

CM hayan alcanzado el OC. Esto podría ser debido a que

el dominio luminal del epitelio OC está estrechamente

adherido, dificulta la llegada de células luego de la inyec-

ción a través de la escala media y además la composición

de la endolinfa rica en potasio limita la sobrevida de las

CM. Esto es relevante ya que si no hay evidencia de que

las CM pueden sobrevivir y llegar a una posición apro-

piada en el OC, la capacidad de diferenciación en distintos

tipos celulares resulta inútil. Sin embargo, un estudio

reciente sugiere que la capacidad de migración de las CM

podría aumentar al ser inyectadas en oídos dañados (20).

Más allá de estos datos, la reparación de las células del

ganglio espiral por CM si ha resultado exitosa, siendo la

inoculación directa la forma más eficiente de injertarlas

(25,26). Hay evidencia de que las células injertadas son

capaces de diferenciarse a neuronas y glia

in vivo

, emitir

proyecciones hasta el SNC (27) y conducir una recupera-

ción funcional en un modelo murino de neuropatía audi-

tiva (26).

En síntesis, a pesar de que las CM ofrecen gran potencial

para convertirse en las células del OC diferenciado, aún

su rol es limitado y exige futuros avances.

Terapia génica y farmacológica

Las terapias génica y farmacológica en este caso no están

destinadas a reparar un defecto genético o a compensar

un daño, sino a restituir la audición invocando el

programa de desarrollo del órgano de Corti. Ante un

daño auditivo severo se necesita repoblar el órgano y

luego producir los distintos tipos celulares. Lo que teóri-

camente requeriría que las células del oído proliferen y

luego se diferencien.

A diferencia de otros vertebrados como las aves, reptiles

y peces, los mamíferos no tienen capacidad de regene-

ración espontánea en el oído (28-30). Sin embargo, se

ha visto que en mamíferos jóvenes existe un potencial

regenerativo latente al persistir la expresión de algunos

genes que participan en el desarrollo del oído y que luego

al modificarse genética o farmacológicamente se puede

invocar el programa de expresión génica que ocurre

durante el desarrollo, haciendo que proliferen las células

de sostén y que luego se trans-diferencien a células

ciliadas. De esta manera, por ejemplo, al manipular la

expresión de genes que participan en la salida del ciclo

celular del OC para inducir proliferación como p27Kip1

in vivo

o

in vitro

, ha sido posible inducir la proliferación

de CS luego del nacimiento (31-33). Sin embargo, la

respuesta proliferativa ha sido en general pobre y no

seguida de transdiferenciación a nuevas CC, además de

evidenciarse en algunos casos toxicidad, deterioro audi-

tivo o muerte celular en el OC (34). En otro sentido y

con más éxito, se han explorado modificaciones en la

vía Notch y AtoH1 para obtener trans-diferenciación de

células de sostén a células ciliadas lográndose

in vitro

e

in vivo

cambios de destino celular de células de sostén a

células ciliadas funcionales lográndose en algunos casos

también mejoría de la audición (35-39). Es así como

experimentos

in vivo

en roedores jóvenes ensordecidos

tratados con estos métodos, inyectando la escala media

con vectores virales o usando la ventana redonda para

administrar fármacos han demostrado aumento en las CC

y mejora en umbrales auditivos después de uno o dos

meses (40,41). Sin embargo, los resultados publicados

hasta el momento han sido sólo transitorios no infor-

mando resultados en un plazo mayor de 3 meses después

de la inducción de la sordera.

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(6) 812-818]