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Antecedentes generales
La sordera es una condición común, forma parte de
los defectos congénitos más frecuentes, hasta 3/1000
recién nacidos la padecen. Su incidencia aumenta con
la edad, llega a alcanzar hasta un 50% en la población
mayor a 70 años (1,2).
El órgano de Corti (OC), es el principal responsable de
la sensación auditiva y corresponde a un epitelio alta-
mente organizado y diferenciado. Cualidades que se
inician en la vida intrauterina de los mamíferos por lo
que no presentan reemplazo celular o regeneración
espontánea luego de nacer (3-5). De esta manera, daños
severos se vuelven irreversibles. Este órgano contiene
células sensoriales o ciliadas (CC) y células de soporte
de diferentes tipos (CS). Ambos tipos celulares desem-
peñan papeles fundamentales e interdependientes, sin
embargo, la mayoría de las patologías auditivas se rela-
cionan con un daño irreversible de las CC (6,7), siendo
las CS más resistentes al daño (
8,9
). Cuando se produce
un daño moderado las células ciliadas son expulsadas
del epitelio neurosensorial y los espacios restantes son
reemplazados por prolongaciones de CS cercanas para
mantener su integridad electroquímica y supervivencia.
Por esto, las CS son un posible blanco terapéutico de
terapias regenerativas. Sin embargo, ante daños severos
o prolongados el epitelio sensorial es reemplazado por
un epitelio plano, comprometiéndose la salud de todo
el oído interno, sus conexiones con el sistema nervioso
central y los potenciales beneficios de tratamientos
futuros. Así como lo produce el daño de otras estructuras
del oído interno fuera el epitelio sensorial ya que también
producen repercusiones en todo el órgano. Así es como
las células del nervio auditivo pueden lesionarse irrever-
siblemente, disminuyendo la densidad de fibras nerviosas
disponibles tanto para conexiones con CC remanentes o
regeneradas, como para recibir la estimulación de un
implante coclear. O como la estría vascular que también
puede dañarse permanentemente, afectando el poten-
cial endococlear y por lo tanto la transducción auditiva y
la supervivencia del OC y sus conexiones.
Al parecer a lo largo de la evolución, la cóclea de
mamíferos ha perdido la capacidad de regeneración
espontánea. Se cree que esto es debido a procesos
aún intrauterinos como la salida permanente y precoz
del ciclo proliferativo, la diferenciación temprana y la
maduración subsecuente alcanzándose una necesaria
pero también rígida y compleja estructura. La mayoría
de las células cocleares derivan de ancestros comunes
ubicados en los otocitos. Luego con un complejo,
secuencial y aun no completamente comprendido patrón
de expresión génica los progenitores se diferencian a
neuronas del ganglio espiral, y todos los tipos celulares
presentes en el conducto coclear. Brevemente, una vez
formado este conducto parte de sus células conforman
el dominio prosensorial que luego dará origen a todos
los tipos celulares presentes en el órgano de Corti.
Como primer paso el dominio prosensorial indiferen-
ciado deja de proliferar permanentemente siendo al
parecer p27Kip1 la principal molécula responsable
de este proceso (3,4,10). Al controlar la progresión
de G1 a S en el ciclo celular y manteniendo su expre-
sión en las células de sostén hasta la adultez (3-11).
Luego de este proceso las células de este dominio inician
su diferenciación a células ciliadas o células de sostén
proceso determinado fundamentalmente por la expre-
sión de Atoh1 y los genes de la vía de Notch definiendo el
mosaico de CC y CS del OC. Atoh1 estimula la diferencia-
ción de CC (12) y activa Notch en las células contiguas,
promoviéndose la diferenciación de CS e inhibiéndose la
de CC (13, Lewis 2005). Una vez que se activa Notch,
su dominio intracelular es dirigido al núcleo donde
promueve la transcripción de genes pro-destino CS y
contrarios al destino CC (15). Luego de la elección de
destino celular las células del órgano de Corti progresan
en maduración formando la funcional pero rígida estruc-
tura coclear que probablemente constituya el factor
más determinante en impedir la capacidad regenera-
tiva y frenar que luego el potencial regenerativo latente
pueda ser activado.
Progreso en el conocimiento
Los tratamientos modernos y rehabilitación para la
sordera, son efectivos en cuanto a la compensación de la
pérdida de audición, pero involucran altos costos y no se
enfocan directamente en la etiología de la enfermedad.
Es por esto que se han probado diversos abordajes para
restaurar las células en el epitelio neurosensorial de un
oído dañado.
Células madre
Las células madre (CM) son una de las herramientas más
prometedoras de la medicina regenerativa, por lo que
constituyen una alternativa para futuras terapias para
restituir la audición. Teóricamente pueden ser diferen-
ciadas a cualquier tipo celular, por lo que podrían servir
para reparar cualquier estructura dañada en el oído
(OC, ganglio espiral o la estría vascular). Sin embargo,
las CM deben administrarse específicamente, escapar al
sistema inmune, implantarse adecuadamente, sobrevivir,
proliferar solo de acuerdo a las necesidades del tejido,
respetar la arquitectura, diferenciarse y finalmente ser
[Avances en regeneración auditiva. Estado actual y perspectivas futuras - Dr. Juan Cristóbal Maass PhD y cols.]