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Es importante tener presente que cada vez que una

nueva infección endobronquial produce síntomas, lo que

llamamos exacerbación aguda, se produce una caída en la

función pulmonar, que el tratamiento antibiótico revierte

sólo parcialmente y no logra volver a su nivel inicial (26).

Así, con cada exacerbación se va reduciendo progresiva-

mente la función pulmonar. Se considera exacerbación

aguda, a la presencia de cualquiera de los síntomas y

signos siguientes (27):

• Nueva tos o aumento de la tos previa

• Aumento de expectoración o cambio en su aspecto

• Aumento de la signología pulmonar a la auscultación

• Disminución del VEF1 en la espirometría

• Disminución de apetito

• Falta de progreso ponderal

• Disnea con ejercicio

• Polipnea, retracción torácica, dificultad respiratoria

• Fiebre

Para evitar las exacerbaciones y las infecciones crónicas,

que van minando la salud respiratoria y la función

pulmonar, es fundamental mantener una vigilancia

microbiológica de la vía aérea, mediante la toma perió-

dica de cultivos de secreción bronquial. Se recomienda

hacer cultivos mensuales en las formas severas de FQ, y

cada 3 meses en las formas leves. El laboratorio de micro-

biología debe tener protocolizado el estudio de muestras

de expectoración de pacientes de FQ, para la búsqueda

de los principales agentes, como

Staphylococcus aureus,

Haemophilus influenzae, Pseudomonas aeruginosa, Bulkhol-

deria cepacia, Stenotrophomonas maltophilia, Aspergillus

fumigatus y Mycobacterias no TBC.

El manejo de la infección endobronquial debe considerar,

en consecuencia:

• Adelantarse a la aparición de síntomas, con cultivos de

expectoración periódicos.

• Si el paciente no tiene expectoración, se realiza cultivo

faríngeo, que se correlaciona estrechamente con el de vía

aérea inferior.

• Los cultivos positivos deben ser evaluados a la brevedad

para decidir uso de antibióticos.

• Mantener registro de todos los cultivos en el tiempo, para

calificar cronicidad de la infección.

• Definimos como infección crónica el cultivo positivo de

un gérmen en más de la mitad de los exámenes en el lapso

de 1 año.

• Consideramos

primoinfección

por

Pseudomonas

aeruginosa,

al primer cultivo positivo en un paciente virgen

de infección previa, o al primer cultivo positivo después de

1 año libre de infección post terapia de erradicación.

• Se ha demostrado que la evaluación de la sensibilidad

antibiótica

in vitro

no se correlaciona con las respuesta

clínica en FQ, por lo no se toma en cuenta en la decisión

terapéutica.

• Los antibióticos inhalados tienen la ventaja de aportar

altas concentraciones del fármaco directamente en la vía

aérea, sin toxicidad sistémica.

La terapia antibiótica en FQ dependerá entonces de las

siguientes circunstancias:

1. Terapia de erradicación de la primoinfección por

Pseudomonas aeruginosa

Contamos con 3 regímenes muy efectivos y que no

requieren de hospitalizar al paciente:

a) Colistina,

solución para inhalar, 1 millón de unidades 2

veces al día, por 28 días, más Ciprofloxacino oral 20mg/kg

/día en 2 dosis por 14 días, o

b) Tobramicina,

solución para inhalar, 300mg 2 veces al

día por 28 días.

c) Aztreonam lisina,

solución para inhalar, 75mg 3 veces

al día por 28 días.

Con estos esquemas terapéuticos inhalados se logra la

erradicación de la infección por

Pseudomonas aeruginosa

en más del 80% de los casos. En aquellos pocos casos en

que el cultivo persiste positivo, se realiza una segunda

cura antibiótica inhalada, por 3 meses consecutivos

(23,25).

2. Terapia de la exacerbación aguda

El esquema terapéutico dependerá del gérmen involu-

crado y de la intensidad de la exacerbación. Las exacer-

baciones por

Pseudomonas aeruginosa

deben tratarse

siempre por vía endovenosa, sean éstas leves o severas,

con 2 medicamentos, habitualmente un betalactá-

mico y un aminoglicósido. Las exacerbaciones por otros

gérmenes dependerá de la intensidad de los síntomas la

decisión terapéutica: en las exacerbaciones leves, sin difi-

cultad respiratoria y sin compromiso del estado general,

se pueden utilizar esquemas orales, en las severas siempre

endovenosos.

No hay consenso en cuánto a la duración del tratamiento

de exacerbación aguda, la evidencia demuestra que no hay

mayor cambio clínico ni de la función pulmonar después

de 10 días de terapia endovenosa, por lo que esquemas

prolongados no debieran usarse. Pensamos que 10 a

14 días es un tiempo suficiente y prudente (28,29). Los

esquemas para los gérmenes principales aparecen en la

Tabla 2.

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(1) 60-71]