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neuro-oncológica intracerebral como espinal y también
revisar sus limitaciones.
La ecografía intraoperatoria sigue teniendo un rol comple-
mentario a las excelentes imágenes obtenidas por la neuro-
navegación, y su uso está indicado para cirugía de todo
tumor cerebral intra-axial supra e infratentorial y en cirugía
de tumores intraespinal intradural. Las imágenes ecográ-
ficas son capaces de diferenciar tejido normal versus tejido
patológico en un 80 a 88% de las veces y su uso aumenta
la resección tumoral en un 55% (5-7), particularmente si
el tumor tiene tejido heterogéneo con componentes quís-
ticos. Además, la ecografía intraoperatoria permite visualizar
mejor el acceso quirúrgico de la lesión y obtiene también
un mapeo vascular, particularmente arterial, del tejido peri-
lesional e intralesional, más importante para patología no
tumoral como son las malformaciones vasculares cerebrales.
Luego, posterior a la resección tumoral, es posible evaluar la
presencia de posible tumor residual en el lecho quirúrgico.
También la ecografía intraoperatoria busca complementar
las imágenes de neuronavegación cuya validez disminuye
cuando ocurre un desplazamiento del tejido cerebral durante
la resección tumoral, fenómeno conocido como “
brain shift
”.
Esta limitación de la neuronavegación ocurre particularmente
en tumores con una ubicación supratentorial y más aún si
tienen un componente quístico (8). La ecografía intraopera-
toria, al ser un estudio por imágenes obtenidas en tiempo
real, se actualiza con cada nuevo control, entregando infor-
mación anatómica precisa, no afectada por algún despla-
zamiento del tejido cerebral que pueda ocurrir durante
la cirugía. Cada evaluación ecográfica debiera tomar solo
minutos en ejecutar y por lo tanto, no debiera retrasar los
tiempos quirúrgicos habituales. El hecho de detectar durante
la cirugía un posible remanente tumoral puede significar
un significativo ahorro de tiempo y costos para el paciente,
evitando una posible re-intervención quirúrgica.
Por último, la ecografía intraoperatoria es una tecnología que
tiene menores costos en comparación a otros estudios como la
resonancia magnética intraoperatoria. El valor de una unidad
de resonancia magnética intraoperatoria varía entre US$3
millones a US$7 millones dependiendo de las especificaciones
del equipo y el valor de una unidad de tomografía computada
intraoperatoria varía entre US$1.5 millones y US$3 millones
también dependiendo de sus especificaciones técnica (9). El
valor de una unidad de ecografía comúnmente utilizada en los
pabellones varía entre US$25000 y US$55000 (10). Además,
esta tecnología es segura ya que no utiliza radiación inonizante
y la incidencia de otros posibles tipos de complicaciones como
infección o daño cerebral por compresión no es mayor que la
misma intervención quirúrgica.
PRINCIPIOS GENERALES ECOGRÁFICOS
Para poder generar imágenes ecográficas diagnósticas y
efectuar su adecuada interpretación es imprescindible
comprender los principios generales de la ecografía cerebral
(11-14).
La ecografía genera una imagen diagnóstica utilizando
la emisión y recepción de ondas de ultrasonido (US) que
se reflejan en los tejidos blandos evaluados. Las ondas de
US utiliza frecuencias superiores a las audibles por el oído
humano, mayor a los 20000 ciclos/segundo o 20 kilohert-
zios (KHz). Las frecuencias que se utilizan comúnmente
en radiología varían entre 2 y 60 millones de hertzios o
Megahertzios (MHz). Estos ecos solo se propagan en tejidos
blandos o líquidos. No hay propagación de ecos a través de
aire, o estructuras que contengan calcio, metal, o mate-
riales usualmente utilizados en cirugía como cotones,
surgicel hemostático, o cualquier instrumento metálico o
plástico.
Las imágenes se producen por la reflexión de las ondas de US
que ocurren cuando éstas pasan de un tejido con una deter-
minada densidad a uno de otra densidad o impedancia acús-
tica. Cuando la diferencia de densidad de los tejidos es muy
marcada, ésta bloquea el paso de las ondas de US como ocurre
con el gas, hueso, u otro elemento como metal o plástico.
Además, la mejor definición ecográfica se obtiene cuando las
ondas de US inciden de forma perpendicular a las interfaces
de los tejidos.
Las ondas de US son generadas en un dispositivo llamado trans-
ductor, el cual contiene uno o más cristales con propiedades
piezoeléctricas. Esto ocurre cuando el cristal es expuesto a una
corriente eléctrica alterna provocando que este vibre y emita
un haz de US en una frecuencia característica. Al ser aplicado
sobre una superficie de tejidos blandos, las ondas de US se
propagan por los tejidos y estas se reflejan en forma de ecos
que interactúan con los cristales del transductor produciendo
una señal eléctrica que se transforma en punto de luz en el
monitor. El porcentaje de haz de US que es reflejado se deter-
mina mediante a la diferencia de la impedancia acústica entre
los dos tejidos. La propiedad del cristal de transformar energía
eléctrica en un pulso de US y luego transformar el eco recep-
cionado nuevamente en señal eléctrica se denomina efecto
piezoeléctrico.
Patrones ecográficos.
La imagen ecográfica está formada
por una matriz de elementos fotográficos llamados píxeles
variando en brillo representados en escala de grises según la
proporción de intensidad del eco. La intensidad de brillo de
la imagen ecográfica está representada en una escala de gris
y es denominada “ecogenicidad”.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(3) 429-436]