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2- Resonancia magnética:

No ofrece un patrón clásico

(30,34,42,43). Se suele encontrar: A) Falta de efecto

expansivo sobre el parénquima cerebral peri-tumoral,

incluso con amplias cisternas de la base en tumores

temporo-mediales. Estos son signos que indicarían una

larga permanencia del tumor. B) Ausencia de edema

peri-lesional. C) Presencia de quiste, generalmente único

(Figura 2). Dado lo anterior, las imágenes en la RM son

generalmente: A) una señal hipointensa en T1 e hiperin-

tensa en T2 producto de la lesión quística. B) Las lesiones

sólidas aparecen homogéneamente hiperintensa en la

fase T2, pudiendo incluso aparecer isointensas en T1.

Todos los puntos anteriores son sólo una orientación,

dada la alta similitud en la RM de GG con astrocitomas

de bajo grado. Sólo la histopatología certifica el correcto

diagnóstico.

3-Tomografía por emisión de positrones (PET-CT):

Este examen se puede realizar inter-ictal (entre crisis)

o peri-ictal (muy cercano a las crisis), siendo el peri-

ictal el más frecuente. Los hallazgos pueden mostrar

hipo-metabolismo en la zona funcionalmente compro-

metida o hiper-metabolismo en la zona tumoral. En

nuestra institución realizamos la inyección del radio-fár-

maco (FDG-glucosa marcada), mientras el paciente está

video-EEG en una habitación al lado del equipo de PET-CT,

de modo de conocer su actividad eléctrica al momento de

examen; ya que sea el paciente está con crisis clínicas o

sub-clínicas se puede incluso encontrar hiper-metabo-

lismo en la zona epileptógena.

Tratamiento:

La resección tumoral completa es el trata-

miento de elección, el cual es considerado curativo en los

casos de GG de bajo grado de malignidad (29-34). Dado

que muchos pacientes presentan EFRC, se debe hacer en

estos casos, una completa evaluación funcional prequi-

rúrgica, para la localización del foco epileptógeno, ya

que como se mencionó, la lesión cerebral no es sinónimo

de foco epileptógeno. Entonces en muchos casos la sola

resección del tumor no bastará para controlar las crisis

epilépticas (44,45). Nosotros recomendamos el uso de

electrocorticografía (EcoG) intra operatoria, para deter-

minar mejor el área irritativa, los estudios invasivos solo en

casos seleccionados (Figura 2).

El control de las crisis fluctúa entre el 50-90%. Los resul-

tados son mejores en los centros, que realizan cirugía

funcional, es decir, la localización pre-operatoria del

foco epileptógeno y su resección junto al tumor (8,9,29-

34).

La radioterapia hasta ahora no ha mostrado utilidad. Dado

los pocos casos de anaplasia, el beneficio de la radioterapia

o quimioterapia no ha sido comprobado (41).

A) Post-resección de neocorteza del polo temporal derecho. Tumor (flecha) en porción anterior de la amígdala e hipocampo. B) Electrocorticografía

final en corteza temporal lateral posterior, post resección de ganglioglioma + tejido epileptógeno (amígdala e hipocampo).

FIGURA 2. FOTOS INTRA OPERATORIAS DE PACIENTE DE FIGURA 1

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(3) 420-428]