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FIGURA 1. CLASIFICACIÓN MALLAMPATI – SAMSOON
Modificado de
Basics of Anesthesia
. Pardo M Jr, Miller R. Seventh Edition. Chapter 16. Elsevier, 2018.
en que no es posible ver el paladar blando, apuntando esta
última a una mayor dificultad para la intubación endotraqueal.
Permite evaluar la apertura bucal y la relación del tamaño de la
lengua con la cavidad oral.
En relación al cuello podemos mencionar que adquiere parti-
cular importancia su grosor, largo y flexoextensión. La distancia
tiromentoniana (mayor de 6 centímetros) (Figura 2), da una idea
de la capacidad de hiperextenderlo, maniobra fundamental para
visualizar la laringe durante la laringoscopía tradicional. También
puede usarse la distancia esternomentoniana, la cual debe ser
mayor de 12.5 centímetros para predecir buena visión laringos-
cópica. Este movimiento también depende del grosor y largo del
cuello, considerando los 42 centímetros de diámetro, la medida
sobre la cual esta extensión se dificulta ocasionando problemas
de intubación en pacientes obesos (3, 4). Otra medida importante
es la de la angulación generada desde una flexión a extensión
máxima del cuello. Se considera normal si es mayor de 90 grados;
predictor de intubación difícil, menor de 80 grados.
FIGURA 2. DISTANCIA TIROMENTONIANA
La obesidad (Índice de Masa Corporal mayor de 30), no nece-
sariamente se asocia con intubación difícil, existiendo trabajos
que apoyan una u otra aseveración (5,6). Esto depende funda-
mentalmente de dónde se localiza el aumento de grasa en el
organismo, encontrando mayor dificultad cuando la grasa se
acumula en la región cervical. Una vez más, la observación y el
examen físico del paciente nos darán la pauta de cómo mane-
jarlo en mejor forma.
El estado de la dentadura y la protrusión de los incisivos supe-
riores también se relacionan con dificultad en la intubación. La
primera porque si ésta se encuentra en malas condiciones, la
introducción del laringoscopio deberá cuidar especialmente
de no lesionar los dientes, disminuyendo su maniobrabilidad
y la segunda, porque se hace más difícil lograr la angulación
adecuada para visualizar la glotis con incisivos superiores
prominentes.
Test de mordedura del labio superior
Da una idea de la capacidad de desplazamiento de la mandí-
bula hacia anterior, hecho que facilita la intubación. Se clasi-
fica en:
Clase I:
Incisivos inferiores pueden morder el labio superior
sobre la línea bermellón
Clase II:
Incisivos inferiores pueden morder el labio superior
bajo la línea bermellón
Clase III:
Incisivos inferiores no pueden morder el labio supe-
rior. Esta última presentaría mayor dificultad para la intubación
(Figura 3).
[MANEJO DE VÍA AÉREA NO DIFÍCIL. DESDE LA VENTILACIÓN CON BOLSA HASTA INTUBACIÓN ORO TRAQUEAL - Dr. Ramón Coloma]