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del cartílago tiroides en el cuello, presionándolo hacia
atrás (dorsal), arriba (cefálico), y a la derecha (Figura 13),
tratando de ubicar la entrada a la laringe en el eje de visión
del operador. No debe ser confundida con la maniobra
descrita por Sellick en 1961, que lleva su nombre. Se
utiliza para restringir la regurgitación de material desde el
esófago a la faringe y eventualmente entrada a la laringe en
pacientes con estómago lleno utilizando los dedos pulgar e
índice (Figura 14). En ésta se realiza presión sobre el cartí-
lago cricoides, comprimiendo el esófago sobre la columna
cervical, disminuyendo la posibilidad de paso de contenido
gástrico. La razón por la cual se efectúa a ese nivel es porque
este cartílago es el único anillo completo. Esta maniobra
ha sido cuestionada en el último tiempo en cuanto a su
FIGURA 12. UBICACIÓN DE LAS HOJAS CURVA Y RECTA DEL LARINGOSCOPIO EN RELACIÓN A LA EPIGLOTIS
FIGURA 14. MANIOBRADE SELLICK
FIGURA 13. MANIOBRA BURP
real efectividad, ya que además contribuiría a dificultar la
maniobra de intubación. Sin embargo, mientras no se reco-
miende específicamente su no utilización, creo que debe
seguir siendo usada.
La posición de la cabeza del paciente es otro de los factores
importantes en el éxito de una intubación endotraqueal
con laringoscopio tradicional. Estando en decúbito dorsal
y la cabeza en posición neutra podemos trazar 3 ejes: oral,
faríngeo y laríngeo (Figura 15). La posición más adecuada
para una mejor visión durante la laringoscopía directa se
logra cuando se alinean los 3 ejes mencionados anterior-
mente (18). Esto es posible hiperextendiendo la cabeza y
poniendo una almohada debajo de ella (Figura 16).
La comprobación definitiva de una intubación endotraqueal
exitosa se logra habiendo observado el paso del tubo entre
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 691-700]