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o dependencia de sustancias” de 15.3% (versus un 35.7%), para
“cualquier trastorno ánimo” de 22.9% (versus un 44.2%) y para
“cualquier trastorno de ansiedad” de 30,8% (versus un 31.7%),
sin observarse una diferencia para este último trastorno.
Efecto de la patología psiquiátrica en la evolución de los
pacientes bariátricos
¿La presencia de sintomatología psiquiátrica aumenta el
riesgo de eventos adversos mayores de corto plazo?
El
LABS-2:
“Course of depressive
symptoms and
treatment in the longitudinal assessment of bariatric
surgery study”
publicado el 2014 (20) en 2.148 pacientes
que completaron el BDI (
Beck Depression Inventory
) de los
2.458 de LABS 2. Demostró que tener síntomas depresivos
(BDI
≥
10) y tomar fármacos antidepresivos diariamente, se
relacionaron de forma independiente, con un aumento de la
probabilidad (AOR=1.77; y AOR=1.72;) de presentar un evento
mayor adverso dentro de los primeros 30 días postcirugía
(muerte, trombosis venosa profunda, tromboembolismo
venoso, re intervención quirúrgica o imposibilidad de dar de
alta al paciente antes de 30 días postoperado).
¿La presencia de sintomatología psiquiátrica prequirúrgica
afecta la evolución ponderal?
El estudio
LABS-2: “Weight change and health outcomes
at 3 years after bariatric surgery among individuals with
severe obesity”
publicado en el 2013 (17) realizado en 2458
pacientes, ratificó los excelentes resultados descritos en otros
estudios, pero identificó una gran variación en la pérdida de peso
en los pacientes sometidos a cirugía bariátrica. El “porcentaje
de pérdida de peso inicial” a los tres años para RYGB fue en
promedio de 31.5%, con una enorme variabilidad dada por un
IQR de 24.6% a 38.4%, pero aún más extrema si consideramos
que la muestra osciló entre 59.2% de pérdida hasta un 0.9% de
ganancia de peso. El “porcentaje de pérdida de peso inicial” a los
tres años para LAGB fue en promedio de 16%, también con una
enorme variabilidad dada por un IQR de 8.1% a 23.1% pero, aún
más acentuada si consideramos que la muestra osciló entre un
56.1% de pérdida hasta un 12.5% de ganancia.
El segundo estudio psicosocial
LABS-3:
“Psychiatric Disorders
and Weight Change in a Prospective Study of Bariatric
Surgery Patients: A 3-year Follow-up
” publicado el 2016,
(21) se realizó en 165 (83%) de los 199 participantes del primer
estudio psicosocial LAB-3 y determinó que tanto la prevalencia
de vida de patología psiquiátrica como su presencia al momento
de la cirugía, no fueron predictores de la evolución ponderal.
Específicamente estableció que tener un trastorno de ánimo
previamente durante la vida, o al momento de la cirugía o posterior
a la cirugía no se relacionó con la pérdida de peso postquirúrgica.
Tener un trastorno de ansiedad previamente durante la vida, o
al momento de la cirugía o posterior a la cirugía no se relacionó
con la pérdida de peso postquirúrgica. Tener un trastorno por
consumo de sustancias previamente durante la vida, no se
relacionó con la pérdida de peso postquirúrgica. No fue posible
evaluar la repercusión de esta patología presente al momento de
la cirugía por el bajo número de pacientes que la presentaron (2
pacientes equivalentes al 1.2% de la muestra). Tener un trastorno
de alimentación previamente durante la vida, o al momento de
la cirugía no se relacionó con la pérdida de peso postquirúrgica.
¿Es posible tener predictores prequirúrgicos de la evolución
poderal?
El estudio
LABS-2:
“Preoperative factors and 3-year weight
change in the Longitudinal Assessment of Bariatric Surgery
(LABS) consortium
”
(22) publicado en el 2015, es la continua-
ción del estudio previo que identificó las grandes variaciones de
pérdida de peso. Con el fin de dar cuenta de esta gran variabilidad,
se evaluó en 2022 pacientes bariátricos la asociación entre múlti-
ples factores prequirúrgicos y quirúrgicos (113 factores para RYGB
y 107 factores para LAGB) potencialmente predictores de la evolu-
ción ponderal postquirúrgica hasta tres años posterior a la cirugía.
A pesar de todos los esfuerzos realizados, no se pudo establecer
un modelo predictivo que diera cuenta de las grandes variaciones
observadas en el peso. Sin embargo, de los resultados obtenidos se
rescató mucha información valiosa. Contrario a lo descrito en otros
estudios, en este estudio no se relacionó un menor IMC prequirúr-
gico como indicador de buen pronóstico, no se relacionó el género
femenino como indicador de buen pronóstico (23,24), no se rela-
cionó ninguna variable técnica de la cirugía RYGB como variable
predictora de la evolución ponderal, ni se relacionó la pérdida de
peso previo a la cirugía a una mejor evolución ponderal.
En línea con lo descrito en otros estudios se confirmó que tener
menor edad es un indicador de buen pronóstico, pero el efecto
fue marginal (menos de 1% de diferencia en el peso por 10 años
de diferencia), ser de raza caucásica se asoció a una mejor evolu-
ción ponderal, pero el efecto fue marginal (los afroamericanos
perdieron un 2.7% menos de peso que los caucásicos), tener una
alteración de la función renal al momento de operarse de RYGB se
asoció a perder más peso, lo que posiblemente se deba al uso de
medicamentos diuréticos (2.3% mayor pérdida de peso), tener
diabetes al momento de operarse de RYGB se asoció a perder
menos peso, pero, el efecto fue marginal (3.7% menor pérdida
de peso),tener una banda de mayor tamaño en los pacientes
LAGB se asoció a perder menos peso (tener una banda de mayor
tamaño tiene un 75% más de probabilidades de perder menos
del 10% de su peso prequirúrgico), ser fumador el año previo
o al momento de la cirugía se asoció a mayor pérdida de peso
en los pacientes RYGB, pero el efecto fue modesto (2.6% mayor
pérdida de peso). El trastorno por consumo de alcohol se asoció
a mayor pérdida de peso en los pacientes LAGB, pero el efecto
fue modesto. En este estudio, los indicadores de salud mental,
calidad de vida, red de apoyo y actividad física no fueron predic-
[EVALUACIÓN PSIQUIÁTRICA EN CIRUGÍA BARIÁTRICA: ESTUDIOS LABS Y EL CICLO DE GARTNER -Dr. Juan Agustín Umaña y cols]