Carta al Editor
Cardioplejía Del Nido
Del Nido
cardioplegia
Sr. Editor:
He
leído
con
interés
el
artículo del doctor Vázquez
et
al.,
sobre
la utilización de
la
cardioplejía Del Nid
o 1 .Durante
los
a˜nos
70,
en
la
cirugía
cardíaca
en
nuestro
depar-
tamento,
utilizábamos
las
técnicas
en
uso
en
aquella
época,
para
reducir el da˜no miocárdico: hipotermia moderada en
la perfusión,
pinzamiento aórtico
intermitente, perfusión coronaria continúa en
los aórticos e hipotermia
local
con
suero.
En
aquellos
a˜nos,
al
aumentar
la
complejidad
de
los
enfermos
sometidos a cirugía cardíaca,
los resultados eran subóptimos. Surge
entonces el
término de
«
protección miocárdica
»
al confirmarse que
los métodos utilizados producían da˜no por
isquemia. Varios
auto-
res
retoman el concepto de
«
cardioplejía
»
,
introducido por Melrose
en
1955,
para
provocar
el
paro
cardíaco
electivo.
Se
desarrollan,
entonces,
múltiples
«
soluciones
cardiopléjicas
»
utilizando
como
base sueros cristaloides a
los que se a˜naden diversos aditivos, entre
ellos
algunos
anestésicos
locales
como
la
procainamida
y
la
lido-
caína, por
su efecto protector
celular.
En un
intento de aplicar estos adelantos, planteamos un estudio
para utilizar
la cardioplejía en nuestro hospital. Después de
revisar
la bibliografía decidimos
adoptar
la
cardioplejía de
la Universidad
de Alabama en Birmingham
(básicamente cristaloide con albúmina
y manitol).
Ante
las
dificultades
de
todo
tipo
que
nos
pusieron,
abandonamos el proyecto, mejor dicho
lo cambiamos. Basándonos
en
las
publicaciones
del
final
de
la
década
de
los
70,
sobre
la
uti-
lización de
la
sangre
como vehículo natural de
la
cardioplejía, que
aportaba un
sistema
tampón, una presión
oncótica
y un
trasporte
de oxígeno naturales, adoptamos
la
cardioplejía hemática.
A finales del mes de abril de 1980 comenzamos con
la cardiople-
jía hemática
fría
intermitente perfundida de
forma
anterógrada. A
la
sangre, obtenida de
la
línea arterial al
comienzo de
la perfusión,
se
le
a˜nadían 20mEq/l de
cloruro potásico y 200mg/l de
lidocaína
(como
protector
celular
y
para
reducir
el
espasmo
arterial
provo-
cado por el frío y el potasio). Lamezcla se perfundía en
la raíz aórtica
o en
las coronarias de
forma
intermitente, monitorizando
la tempe-
ratura del miocardio, para
ello utilizábamos un
sistema
artesanal,
pero eficaz y económico.
El
cambio
fue
espectacular,
tanto
al
facilitar
la
cirugía
como
en
la
recuperación
cardíaca
y
en
la
evolución
postoperatoria. Al
des-
pinzar
la
aorta,
el
corazón
permanecía
en
asistolia
durante
unos
minutos
(que
se
acortaron
al
reducir
la
lidocaína
a
100mg/l)
y
comenzaba
a
latir
en
ritmo
sinusal
o
en
ocasiones
con
bloqueo
AV
temporal,
rara
vez
era
necesario
desfibrila
r 2 . Las
evoluciones
postoperatorias mejoraron notablemente,
reduciéndose
la morbi-
lidad
y
la mortalidad.
Convencidos
por
los
resultados,
los
demás
cirujanos adoptaron
la
técnica, pasamos entonces a utilizar un
sis-
tema
comercial de
cardioplejía
sanguínea para
simplificar
la
labor
de
las perfusionistas.
Sin
embargo,
la
protección miocárdica
abarca
no
solo
la
car-
dioplejía
sino
el
conjunto
de medidas
perioperatorias
dirigidas
a
evitar o
reducir el da˜no miocárdico por
isquemia y
reperfusión. En
nuestro protocolo
se
incluyen:
la hipotermia moderada, CO
2
en
el
pericardio para
reducir
el
embolismo
aéreo
coronario
y
sistémico,
y
la administración de manitol al despinzar
la aorta para
reducir el
edema miocárdico y
los radicales
libres. A todo
lo anterior debemos
a˜nadir
la paciencia para no sobrecargar al corazón hasta que no esté
plenamente
recuperado.
El desarrollo de
las técnicas de protecciónmiocárdica es un claro
ejemplo
de
cómo
las
dificultades
encontradas
en
la
práctica
clí-
nica
estimulan
la
investigación,
transfiriendo
después
los
nuevos
conocimientos a
la práctica.
Nuestro
sistema de
cardioplejía no es exactamente
igual que
la
Del Nido: no
se
a˜naden magnesio, bicarbonato ni manitol
(pero
el
llenado del
circuito de
extracorpórea
sí
lo
incluye),
y
tiene menor
hemodilución.
Sin
embargo,
la
detallada
descripción
que
se
hace
en
el
artículo
del
comportamiento
cardíaco
durante
la
operación
y
en
el postoperatorio
es muy
similar.
Felicito
a
los
autores por
el
dise˜no del
trabajo,
su ejecución y
sus
resultados, y animo a utilizar
sistemas de protección miocárdica
similares.
Conflicto de
intereses
El autor declara no tener ningún conflicto de
intereses y no haber
recibido ayudas económicas.
Bibliografía
1.
Vázquez A, Favieres C, Pérez M, Valera F, TorregrosaS, Do ˜nate L, et
al. Cardioplejía Del Nido: una estrategia de
protección miocárdica segura, eficaz y económica. Cir Cardiov. 2015;22:287 –93.
2.
FernándezGonzález AL,
Martín Trenor A,
Llorens R, Herreros J, di
Stefano S, Cato J, et al. Prevención
de la
fibrilación ventricular por reperfusión en cirugía cardíaca. Estudio
comparado de tres soluciones de cardioplejía. Bol Soc Vasco-Navarra Car- diol.
1996;6:71
–
4.Alejandro Martín-Trenor
Sección de Cirugía Cardíaca, Departamento de Cardiología y Cirugía
Cardíaca, Clínica Universidad de Navarra, Pamplona, Navarra, Espa˜na
Correo
electrónico:
amtrenor@gmail.com http://dx.doi.org/10.1016/j.circv.2016.03.0011134-0096/© 2016 Sociedad Espa˜nola de Cirugía Torácica-Cardiovascular. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un artículo Open Access bajo
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( http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ ).