In memoriam
El
irrepetible Pedro Antonio. Pedro Antonio Sánchez
Fernández
(Sevilla, 1935-Madrid, 2016)
Hace
poco
tiempo,
cuando
no
disponíamos
de
móviles,
me
divertía
llamarle
a
casa
temprano,
algunos
fines
de
semana,
a
sabiendas de que
siempre obtendría
la misma
respuesta:
«
El
se˜nor
aún
duerme,
le
dejaré
una
nota
»
.
Sí,
Pedro
Antonio
era
un
verda-
dero
«
se˜nor
»
del
que
disfrutábamos
en
la
cirugía
cardiovascular
espa˜nola.
Le
conocí
cuando
vivíamos
entusiasmados
con
el
nacimiento
de
la
cirugía
cardiaca
pediátrica
en
nuestro
país. Algunos
colegas
me
contaban que Pedro Antonio,
aunque
joven
entonces, ya había
recorrido medio mundo
y
se
codeaba
con
las
primeras
figuras
de
nuestra
especialidad
que,
como
yo,
quedaban
cautivados
por
su
atractiva personalidad.
Comencé
a
comprender mejor
su
idiosincrasia
cuando
casual-
mente me
encontré
con una
entrevista que
le hizo Radio Arcos
en
la que decía:
«
Mis
raíces
están
en
el pueblo
embrujado de Arcos de
la
Frontera,
en
el
que
verdaderamente me
encuentro
en
casa
»
.
En
este
precioso pueblo
gaditano había nacido
su madre
y
allí
le
llevaban
cada
verano
de
vacaciones,
desde
Badajoz
donde
vivió
su
ni˜nez
y
adolescencia;
su padre
jerezano, D. Antonio Sánchez,
fue el primer
cardiólogo que
tuvo Extremadura en 1936. En esta entrevista decía
también que quería donar a Arcos de
la Frontera
su extensa biblio-
teca de más de 10.000
libros. Muchos
libros, mucha era
su cultura;
de cualquier asunto que se
tratara, Pedro Antonio
ilustraba con sus
profundos
conocimientos. Nadie
se aburría
teniéndolo
cerca.
Estudió Medicina
en
la
Universidad
Complutense
de Madrid
(1952-59) y posteriormente obtuvo el Diploma de Sanidad
(1960).
Su
formación
como médico
residente
(1961-64)
de
la mano
del
Dr.
Gregorio
Rábago
en
la
Fundación
Jiménez
Díaz,
le
permitió
extender
su
formación
en
San
Francisco,
en
el
Presbyterian Medi-
cal
Center-Pacific Medical
Center
de
la
Universidad
de
Stanford,
con
el prestigioso Dr.
Frank Gerbode,
con quien
fue
coautor de
los
primeros
trabajos de
circulación
extracorpórea
con oxigenador de
membrana. Siempre gozó del cari˜no y profunda amistad del matri-
monio Gerbode.
Desde
California, marchó
a
la Universidad
de Oregón,
concre-
tamente
al
Providence
St.
Vincent’s Hospital
en
Portland,
porque
quería
aprender
del Dr.
Albert
Starr,
inventor
de
la
primera
pró-
tesis mecánica
cardiaca,
publicando
con
este
popular
equipo
de
cirujanos
algunos
trabajos pioneros utilizando
el balón de
contra-
pulsación aórtico.
Cuando
a
finales
de
los
sesenta
decide
volverse
a
Espa˜na,
no
encuentra muchas
facilidades para
integrarse
en
los
escasos
equi-
pos de cirugía cardiovascular entonces existentes. Regresa a su casa
de Badajoz y
comienza ayudando a
su padre en
la
consulta de
car-
diología; D. Antonio
contacta
entonces
con
su
íntimo
amigo
el Dr.
Damián
Téllez,
Jefe
del
Servicio
de
Cirugía
del Hospital
Provincial
de Badajoz, excelente cirujano como sus hijos,
los Dres. Francisco y
Gabriel Téllez de Peralta, y allí Pedro Antonio continúa
formándose
en
cirugía general.
Algún
tiempo
después,
surge
la
oportunidad
en
Madrid,
y
obtiene
la plaza de médico
adjunto de Cirugía Cardiaca
Pediátrica
en
el
Hospital
La
Paz
que
dirigía
el
Dr.
Francisco
Álvarez.
Desde
entonces, nunca dejó
la cirugía de
las cardiopatías congénitas hasta
su
jubilación
en
el
a˜no
2005,
como
Jefe
de
Sección
en
el Hospital
Universitario
Ramón
y
Cajal
de Madrid,
lugar
donde
fue
el
coor-
dinador de docencia durante
casi 20
a˜nos. Aportó una producción
científica
relevante a nivel nacional e
internacional con más de 100
publicaciones
en
revistas
y
27
capítulos
de
libros.
Se
sentía
espe-
cialmente orgulloso del
libro de
texto
Cardiología Pediátrica Clínica
y Cirugía
en 2 volúmenes
(Ed. Salvat) del que
fue editor y director.
Siempre
llevó
a
gala
que había
sido
Presidente de
la
«
Sociedad
Espa˜nola de Cirugía Cardiovascular
»
(actual SECTCV), pero
también
de
su querida
«
Sociedad Latina de Cardiología y Cirugía Cardiovas-
cular Pediátrica
»
de
la que
fuemiembro
fundador en 1982, de
la que
recibió,
con gran
alegría, el nombramiento de Miembro Honorario
en 2010.
A
Pedro
Antonio
le
gustaba mucho
ser
secretario,
por
lo
que
le
hicieran
presidente,
lo
sentía
como
un
peque˜no
inconveniente.
El
puesto
de
secretario
le
venía
como
un
traje
a medida,
estaba
preparado
para
ello,
le
ponía
pasión,
inteligencia,
conocimientos,
buena pluma
.
.
.
Recuerdo el
recelo con el que
recibían en el Minis-
terio
de
Sanidad
sus
largas
cartas, muchas
escritas
a mano
(decía
que
así
resultaban más
directas
e
impactantes).
En
aquellos
a˜nos,
su
trabajo
de
gestión
fue
imprescindible
para
nuestra
sociedad
científica
y
la
Comisión
Nacional
de
Cirugía
Cardiovascular.
Nos
defendía
como
nadie
lo
ha
hecho,
estaba
convencido
de
lo
que
escribía, esa era
su
fuerza.
Aparte
de
nuestro
entorno
quirúrgico más
cercano,
secretario
fue
también
de
la
Sociedad
Espa˜nola
de
Cardiología,
la
Fundación
Hispana de Cardiología, Sociedad Latina de Cardiología Pediátrica o
representante espa˜nol de
la
International Network of Hearts (1985-
92) en Bruselas.
Su
personalidad
poliédrica
e
incansable
fue
reconocida
por
diversos organismos,
recibiendo
importantes distinciones
como el
Premio Antonio de
Lebrija,
la Encomienda de Número de
la Orden
del Mérito Civil o Caballero de
la Real Asociación del Monasterio de
Yuste.
Todo
esto,
con
ser muy
importante,
no
era
lo
que
nos
fasci-
naba
de
Pedro Antonio.
Su
generosa
amistad,
su
talante
abierto
y
apasionado,
su fina gracia andaluza,
su entusiasmo escribiendo,
su
constante
defensa
por
nuestra
profesión
y
el
enfermo,
su
extensa
cultura, sus vivencias sin
límites,
la puerta de su casa siempre espe-
rándote,
su vehemente apuesta por
la
siempre arrinconada
cirugía
cardiaca pediátrica en Espa˜na, o
su empatía
con
los más débiles.
La pérdida de su entra˜nable esposaMari LuzGalán (Luli) le afectó
mucho más que sus últimos
tropiezos con
la salud, no supo vivir sin
ella. Nos dejó el pasado 27 de
febrero en Madrid.
El próximo fin de
semana
estaré
tentado de
llamar
temprano
a
su
casa,
para
recibir
la misma
respuesta:
«
El
se˜nor
aún
duerme,
le
dejaré una nota
»
.
José Manuel Revuelta
Cirujano Cardiovascular
Correo
electrónico:
revueljm@unican.es http://dx.doi.org/10.1016/j.circv.2016.04.0011134-0096/