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P.J. Curi-Curi et al. / Cir Cardiov. 2016;

23(4)

:179–186

185

ya que demuestra que la UFM en cardiopatías congénitas tiene un

beneficio importante al disminuir la concentración circulante de

estas sustancias proinflamatorias en estos pacientes en los que la

inflamación es particularmente potenciada por la inmadurez de su

sistema inmunológico. Otro efecto que cabe destacar al respecto

es que si el beneficio de la UFM se refleja en las cardiopatías poco

complejas como las de los pacientes de este estudio en las que

habitualmente la morbimortalidad intraoperatoria es baja, con

mayor razón lo será en aquellas cardiopatías complejas en las que

la remoción de la IL-6 por UFM puede significar una diferencia muy

importante en la evolución intraoperatoria de estos pacientes

27

.

Este solo hecho justifica el uso rutinario de UFM en todos los

pacientes con cardiopatías congénitas sometidos a cirugía con CEC.

Con el propósito de atenuar la respuesta inflamatoria y dis-

minuir su repercusión sobre la evolución postoperatoria de los

ni˜nos con cardiopatías congénitas, se ha empleado una serie de

estrategias adicionales a la UFM en el manejo antiinflamatorio en

el perioperatorio de la cirugía cardíaca con CEC, que incluyen el

empleo de esteroides (dexametasona 10 a 30mg/kg, 12 y 6 h antes

de la cirugía), el uso de superficie tubular modificada del circuito de

derivación cardiopulmonar y la ultrafiltración intraoperatoria. Sin

embargo, ninguno de ellos tiene un impacto tan importante como

la UFM que se realiza inmediatamente después de terminar la CEC

y antes de decanular al paciente

28

. Desde 1973, se han usado dife-

rentes tipos de hemofiltros, particularmente de policarbonato, para

eliminar el exceso de agua del volumen del cebado de acuerdo con

el principio del gradiente de presión. Estos filtros han ido mejo-

rando en el transcurso del tiempo, siendo reemplazados por los de

poliariletersulfonato en 1986 y más tarde por la última generación

de filtros que son los de poliamida. Estos últimos son más prácticos

y tienenmayor biocompatibilidad, superficie reducida y efectividad

de ultrafiltración a una presión menor a la fisiológica. Por otro lado,

la capacidad de estos filtros en eliminar los factores proinflamato-

rios de la CEC dependerá de la combinación entre el tipo de filtro y

la modalidad de ultrafiltración empleada. Al respecto, Berdat et al.

estudiaron la efectividad de los filtros de poliariletersulfonato ver-

sus los de poliamida en relación con la modalidad de ultrafiltración

empleada para la eliminación de las sustancias proinflamatorias

más importantes, como la IL-6, el factor de necrosis tumoral y la

IL-10. En este trabajo se demostró que la IL-6 se eliminó más efi-

cientemente por la UFC con filtro de poliariletersulfonato, mientras

que el factor de necrosis tumoral se removió mejor con UFM con

filtro de poliariletersulfonato. Las demás sustancias proinflamato-

rias no se modificaron por la modalidad de ultrafiltración ni por el

tipo de filtro. Por lo tanto, pareciera ser que la estrategia más efec-

tiva para eliminar los factores proinflamatorios en cirugía cardíaca

pediátrica es la UFM con el filtro de poliariletersulfonato. Nuestros

resultados se basan en la modalidad de ultrafiltración más que en

el tipo de filtro, aunque la variabilidad del material de estos últimos

fue mínima.

Se ha reportado que la UFM es capaz no solo de filtrar el exceso

de líquido extracelular, sino también citocinas y otros productos

inflamatorios desencadenados por la CEC y el traumatismo quirúr-

gico. Existe cierta controversia en la literatura en relación con la

eficacia de los filtros en la remoción de citocinas, al igual que en

las diferencias entre las 2 modalidades de ultrafiltración

29

. Adicio-

nalmente, los resultados comparativos entre ambas modalidades

de ultrafiltración son de difícil interpretación por las variaciones

en la técnica de ultrafiltrado, equipo, definiciones y objetivos, y

mediciones de las citocinas. Finalmente, todavía no se sabe si los

beneficios clínicos de la UFM se deben a la remoción de citocinas

y otros productos de la inflamación, o a la reducción aislada del

edema tisular

30-34

. En nuestro estudio, se puede ver un beneficio

adicional de la UFM, que es la eliminación del exceso de líquido que

se muestra mediante un balance hídrico de menor cantidad en el

grupo problema en relación con el grupo control. Contrariamente a

lo esperado, no se demostró una reducción significativa del hema-

tocrito post-CEC en el grupo sometido a UFM. Este fenómeno se

puede explicar por el hecho de que para conseguir una reducción

efectiva del hematocrito reflejada por el estudio de laboratorio se

requiere de un tiempo mínimo de 24 h.

Finalmente, a pesar de que se mostró en este estudio que en

relación con el valor basal, hay una menor concentración de C4d

en la sangre de los pacientes del grupo con UFM después de salir

de CEC. Sin embargo, la disminución sérica de esta sustancia (C4d)

no pareciera mantenerse en el resto del período intraoperatorio. A

diferencia de este hallazgo, se pudo observar una disminución de

los valores séricos de lactato post-CEC en los pacientes del grupo

sometido a UFM. La medición del lactato ha demostrado ser útil

para valorar la oxigenación tisular, ya que es un buen indicador de

hipoperfusión tisular. Se acepta, en general, que concentraciones

de lactato elevadas implican unmal pronóstico en pacientes graves,

como aquellos portadores de una cardiopatía

35

. Se ha demostrado

que un nivel elevado de lactato en el contexto de una cirugía car-

díaca con CEC es un signo de mal pronóstico que indica la necesidad

de medidas terapéuticas inmediatas e intensivas. Si la UFM consi-

gue reducir el lactato en24 a 48h, las posibilidades de supervivencia

se incrementan notablemente

36

.

Conclusiones

A la luz de los resultados de este estudio, podemos decir que la

concentración de las sustancias proinflamatorias como IL-6 e IL-10

en la sangre de los pacientes del grupo problema fueronmenores en

relación con los del grupo control, al igual que las concentraciones

del lactato, y se asocian a un balance hídrico menor por acción de

la UFM, en cuyo producto también existe mayor concentración

de C4d. Esto nos indica que la UFM es un método que puede benefi-

ciar a los pacientes pediátricos con cardiopatía congénita sometidos

a CEC porque es capaz de disminuir la concentración sérica de IL-6,

IL-10 y lactato post-CEC. Adicionalmente, puede ayudar a filtrar

C4d y a remover el exceso de líquido que promovería una mayor

hemoconcentración. Es por ello que recomendamos el uso de UFM

en pacientes pediátricos no neonatales en forma rutinaria, siempre

y cuando las condiciones hemodinámicas del paciente lo permitan.

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales.

Los autores declaran que los

procedimientos seguidos se conformaron a las normas éticas del

comité de experimentación humana responsable y de acuerdo con

la Asociación Médica Mundial y la Declaración de Helsinki.

Confidencialidad de los datos.

Los autores declaran que en este

artículo no aparecen datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado.

Los auto-

res declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía

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