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Disfunción del CFTR

- Test de sudor positivo (en 2 ocasiones)

- Estudio genético positivo (2 mutaciones del CFTR)

- Prueba del potencial nasal diferencial positivo

El test de sudor es el examen fundamental de comprobación

diagnóstica. La técnica estándar y confirmatoria es la de Gibson

y Cooke, que consiste en recolección del sudor inducida por

Iontoforesis con pilocarpina, midiendo el cloro con cloridómetro

digital (1).

Estudio genético

Si existe duda diagnóstica puede ser un examen confirmatorio si

se encuentra mutación en los 2 alelos. La mayoría de los expertos

sugiere además hacerlo en todos los casos de FQ confirmada ya

que tiene implicancias pronósticas y de tratamiento.

Los paneles de estudio genético convencionales detectan 36

mutaciones más frecuentes según el

Cystic Fibrosis Consortium.

Pero en pacientes adultos o con cuadros clínicos atípicos, si este

screening

genético inicial es negativo, se pueden realizar estudios

genéticos ampliados para confirmar la enfermedad.

Estudio de la diferencia de potencial nasal

De utilidad en pacientes con FQ no clásica, con test de sudor inde-

terminado y estudio genético no diagnóstico. Mide la diferencia

de potencial eléctrico a nivel de la mucosa nasal. Este método

requiere de estandarización y preparación por lo que se realiza

solo en centros muy especializados.

Tamizaje:

Consiste en la determinación de tripsinógeno inmuno

reactivo en el período neonatal. Se están haciendo esfuerzos en

incorporar esta técnica en nuestro país.

EXACERBACIONES

El 85% de los pacientes que fallecen por FQ, es debido a una

complicación pulmonar, generalmente con infección secun-

daria. La enfermedad pulmonar comienza tempranamente en

la vida con trastorno del clearance mucociliar e infecciones

recurrentes, con una declinación progresiva de la función

pulmonar con episodios de deterioro de sus síntomas que son

definidas como exacerbaciones. Estas tienen impacto negativo

en los pacientes tanto en la función respiratorio, en su calidad

de vida y un alto impacto económico en el tratamiento.

Los gérmenes más frecuentes que infectan a los pacientes con

FQ son:

P. aeruginosa, Burkholderia spp., Sthapilococcus aureus

y

con menos frecuencia otros patógenos gram-negativo como

S

tenotrophomonas maltophilia, Achromobacter xylosoxidans,

Ralstonia, Cupriavidus,

y

Pandoraea spp

y los hongos

filamentosos como

aspergillus spp

(32). Nuevos patógenos

están aumentando en prevalencia y están asociados con

aumento en morbilidad y mortalidad. Tales patógenos incluye:

MRSA, Mycobacteria abscessus, Burkholderia dolosa, Burkholderia

cepacia complex.

El Registro de pacientes de Fundación para la Fibrosis

Quística en

EE.UU

. provee datos anuales y afirma que el

Sthaphilococcus

aureus

es el patógeno más común en

las primeras dos décadas de la vida, mientras que

MSSA

es más prevalente que el

MRSA

, la prevalencia de éste

último es mayor entre los 11 y los 24 años de edad.

La

P. Aeruginosa

es detectada en más del 20% de jóvenes y

cerca del 80% de los adultos son infectados con este patógeno

(Figura 3). La prevalencia de organismos gram negativos

incluyendo

Stenotrophomonas maltophilia, Achromobacter

xylosoxidans, B. Cepacia complex,

aumenta con la edad (24).

Los pacientes con FQ también aumenta su riesgo de coloniza-

ción con hongos filamentosos, incluidos

Aspergillus fumigatus,

Scedosporium apiospermum y Aspergillus terreus.

Las exacerbaciones se caracterizan por aumento de signos y

síntomas pulmonares y de las secreciones de vías aéreas, mani-

festaciones generales e infiltrados en la radiografía. Hay un

cambio en la clínica habitual del paciente que hace necesaria

una intervención terapéutica con el fin de revertir los cambios

observados en relación con su situación basal previa.

Para el tratamiento de las exacerbaciones existen varias guías y

recomendaciones, las guías publicadas en el 2009 por la

“Cystic

Fibrosis Foundation”

recomienda (25):

1.- Lugar de tratamiento:

Elegir el mejor lugar para el trata-

miento antibiótico y drenaje de secreciones. Hoy día las terapias

antibióticas endovenosas podrían realizarse en domicilio si exis-

tiera en éste todas las medidas necesarias. Ante cualquier duda

de lo anterior es necesario hospitalizar.

2.- Terapias de clearance de la vía aérea:

Es el segundo

gran pilar del tratamiento, después del antibiótico, existiendo

una absoluta unanimidad en su aplicación intensiva durante las

exacerbaciones, con un mínimo de tres sesiones diarias.

La mayoría de los ensayos han investigado los efectos de dife-

rentes tipos de técnicas de fisioterapia en mejoría a corto plazo

en la función de pulmón y producción de esputo:

a) Fisioterapia respiratoria convencional: drenajes bronquiales, la

percusión-vibración torácica, la tos eficaz y la espiración forzada.

b) Máscara de presión positiva espiratoria (PPE).

c) Flutter®: instrumento que produce una vibración de la vía aérea

y ayuda a desprender el moco y a su movimiento hacia la tráquea.

d) Compresión torácica de alta frecuencia: se aplica con un

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 276-284]