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La autora declara no tener conflictos de interés, en relación a este artículo.

REFERENCIAS BIBLIOGRáFICAS

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11. Wrightson JM, Helm EJ, Rahman NM., Gleeson FV and Davies

extrapleural. Se han observado efectos sistémicos mediados

por mecanismos inflamatorios como dolor, fiebre transi-

toria y activación de la coagulación, y Síndrome de distress

respiratorio. Este último evento adverso no se ha descrito

al usar talco de partículas grandes calibrado. Es interesante

mencionar que el talco tendría propiedades proapoptóticas

de las células tumorales y angiostáticas lo cual contribuye a

controlar el derrame maligno (47).

En los casos de derrame pleural maligno en que la pleuro-

desis falla porque no hubo re expansión pulmonar o cuando

existe un derrame maligno sintomático y recidivante por

pulmón atrapado, está indicado la colocación de un catéter

pleural tunelizado. Son catéteres de 10 – 15.5 F que provocan

mínimo disconfort, se insertan en forma tunelizada bajo

la piel y bajo guía ecográfica. Tienen una válvula unidirec-

cional y permiten que el paciente se conecte a un sistema de

drenaje al vacío cada ciertos días de manera de ir evacuando

el derrame en forma controlada. Estos catéteres han demos-

trado ser efectivos en reducir la magnitud del derrame y en

aliviar la disnea y se ha reportado que hasta el 50% (11.8 –

76.4) de los pacientes consiguen una pleurodesis espontánea

en promedio a los 52 días (48). La presencia del catéter dentro

de la cavidad estimula una reacción inflamatoria que favorece

la obliteración del espacio pleural (49).

También se ha postulado instalar durante la toracoscopía

un catéter tunelizado, con lo que se ha logrado éxito de la

pleurodesis hasta en el 92% y con sólo 1.79 días de estadía

hospitalaria promedio. Se han reportado complicaciones

por los catéteres tunelizados como lo son la celulitis o la

siembre tumoral por el trayecto del tubo entre otros (45,

50).

La toracoscopía médica es un método diagnóstico y terapéu-

tico seguro y efectivo, da rapidez y autonomía al neumólogo

tratante en el estudio y manejo del paciente con derrame

pleural. Existen amplias opciones de aprendizaje mediante

cursos hands on en el mundo y debiera ser una técnica dispo-

nible en todo hospital o institución con unidad de neumología

intervencional (51, 52).

5. Seguimiento

Pese a todo el estudio efectuado en distintas series, entre el

4 y hasta un 25% de los pacientes tienen diagnóstico histoló-

gico “pleuritis crónica inespecífica”. Estos son los verdaderos

exudados de causa desconocida. En este grupo de pacientes,

debe hacerse un seguimiento clínico y radiológico seriado

durante dos años. Si en este lapso de tiempo el derrame

persiste o aumenta debe repetirse la toracocentesis y la tora-

coscopía. En estudios de seguimiento a esta población, se ha

establecido que entre el 4 y 8%, y en la población expuesta

al asbesto hasta el 25% de los casos desarrolla a largo plazo

una neoplasia, y la más frecuente es el mesotelioma pleural

maligno (2, 4, 41, 51, 53-55).

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 313-324]