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embarazo o en las 4 a 6 semanas postparto. Una mujer con

trombofilia de alto riesgo como déficit de antitrombina o

síndrome antifosfolípidos o con TEV en un embarazo previo

debe recibir profilaxis con HBPM durante todo el embarazo (no

cruza la placenta). Un antecedente de las otras trombofilias sin

TEV obliga a seguimiento cercano pero no profilaxis necesaria-

mente. La warfarina no se usa en embarazo por teratogénica y

mayor riesgo de hemorragia intracraneal en el parto.

Se sugiere hacer estudio de trombofilia en aquellos pacientes

con TEV no provocada con fuerte historia familiar o bajo 50

años, en sitios raros (cerebral, mesentérica), con episodios

recurrentes, abortos a repetición o en embarazo. Se sugiere

hacer el estudio de trombofilia unas 6 semanas después de

terminado el uso de antagonistas de vitamina K o 6 semanas

después del episodio agudo con nuevos anticoagulantes.

En individuos en alto riesgo de TEV que viajarán más de 8 horas

pueden beneficiarse de 1 dosis plena de HBPM 2-4 horas antes

del viaje. Con riesgo moderado basta sugerir medias elásticas

compresivas (15-30 mmHg), hidratación adecuada, deam-

bular durante el viaje con ejercicios de pantorrillas. Aún no hay

evidencia que respalde el uso de nuevos anticoagulantes con

este fin.

Tratamiento endovascular en TEP

El tratamiento endovascular está indicado en TEP de alto

riesgo con contraindicación absoluta o relativa a la trombolisis

sistémica, o en pacientes que fueron sometidos a trombolisis

sistémica, pero no logran recuperar el estatus hemodinámico

ni ventilatorio (18).

Los pacientes de alto riesgos son:

• Pacientes que se presentan con shock o hipotensión

• Post paro cardiorespiratorio

• Paciente que se presenta con falla ventricular derecha aguda

• Visualización de trombos por eco en arteria pulmonar prin-

cipal

El objetivo de intervención percutánea es remover o frag-

mentar el trombo obstructivo de la arteria pulmonar principal

y así, disminuir la resistencia vascular pulmonar (la post carga

del ventrículo derecho) y recuperar la función ventilatoria y el

gasto cardíaco.

La angiografía pulmonar antiguamente era utilizada como

herramienta de oro para el diagnóstico o exclusión de TEP,

en la que se documenta un defecto de llene o amputación de

una o más las pulmonares en al menos dos proyecciones. Los

trombos de menos de 2 mm en arterias subsegmentarias son

difíciles de identificar. Durante el procedimiento es funda-

mental el registro y medición de presiones en la circulación

pulmonar, para estimar la severidad y los cambios hemodiná-

micos durante la intervención.

Actualmente es utilizada como guía durante de intervención.

Las técnicas intervencionales y dispositivos utilizados son:

• Fragmentación de trombos:

Consiste en desorganizar el

trombo y dividirlo en fragmento de menor tamaño, esto puede

se realizar en forma manual con catéteres como pigtail o con

balones que dilatan la zona donde esta el trombo. La desven-

taja de esta técnica es que desencadena macroembolías y

podrían desencadenar mayor deterioro hemodinámico.

• Trombectomía reolítica:

Es un catéter que inyecta solución

salina a presión a nivel del trombo y genera, por el principio

de Bernoulli, remoción de fragmentos de trombos (Angiojet®).

Los efectos adversos descritos son bradicardia y hemoglobi-

nuria secundaria a hemólisis que habitualmente es reversible.

• Embolectomía por succión:

Es la extracción de trombos

por succión, puede ser manual con catéter de lúmenes 8-9F

aplicando presión negativa con jeringas de 60 ml, inconve-

niente de esta técnica es la hipovolemia y la anemia asociada

a cada succión.

• Trombectomía rotacional:

Es un catéter (Aspirex ®) que

en su parte central tiene un espiral y en su superficie tiene

múltiples orificios en forma de L. Al girar a alta velocidad este

espiral genera una presión negativa aspirando el material y

macerando el trombo.

• Trombolisis directa por catéter:

es otra estrategia en

pacientes sin contraindicación a trombolisis, o con contrain-

dicación relativa, se han descritos pequeñas series y los regí-

menes de tratamiento han sido variables con dosis de 2 a 10 mg

de t-PA por arteria pulmonar principal, y se describen menor

numero de complicaciones hemorrágicas.

Habitualmente se realiza una combinación de técnicas, y del

punto de vista angiográfico el objetivo es la apertura de las

arterias pulmonares principales ocluidas y una disminución de

la presión arteria pulmonar media en 5 a 10 mm Hg. Luego

esperar que el tratamiento farmacológico logre lisis de estos

trombos. El mayor riesgo de estas técnicas es la perforación

de las arterias pulmonares, y la recomendación es solo inter-

venir las ramas principales y las de los lóbulos inferiores. Ramas

menores de 6 mm no deben intervenirse.

La evidencia de estas intervenciones no ha sido comparada en

ensayos randomizados versus trombolisis sistémica, solo son

series de casos en un solo centro. Estos estudios concluyen que

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(3) 338-343]