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fue de 98% (1.008/1.033) y la frecuencia total de resec-

ciones con márgenes negativos fue de 93% (957/1.033).

Sin embargo, la tasa de resección con márgenes negativos

disminuyó al 86% (271/314) en lesiones menores a 21 mm

y al 89% (216/243) en lesiones ulceradas. En términos de

sobrevida del CGT de tipo intestinal, un estudio de la Univer-

sidad de Tokio con 276 pacientes reportó una supervivencia

total a 5 años de 96.2% y una sobrevida libre de enfermedad

del 100% (43). Estas cifras muestran que la sobrevida de

pacientes tratados con ESD es comparable a la gastrectomía

con las ventajas considerables de ESD, tales como: preser-

vación del órgano y de la fisiología gástrica, menos estancia

hospitalaria, mínima medicación post-operatoria y ausencia

de incisiones en piel. En un reciente estudio japonés de 589

casos de ESD de acuerdo a los criterios ampliados, Isotomo y

cols., reportaron una sobrevida total y libre de enfermedad

a 5 años de 97.1% y 100% respectivamente (23). En relación

al CGT no diferenciado, recientemente Abe y cols., repor-

taron 113 casos de ESD obteniendo una tasa de resección

en bloque y en bloque con márgenes libres de 99% y 90.7%

respectivamente. A cinco años de seguimiento, ninguno

de los pacientes con resección curativa (46/79) tuvo recu-

rrencia local o invasión linfática regional. La tasa de sobre-

vida total a cinco años después de resección curativa fue de

93.0% (39).

Resultados de ESD en Occidente

En Occidente, los reportes de ESD en CGT tienen un menor

número de pacientes comparado con las series asiáticas.

Las tasas de resección en bloque y curabilidad occiden-

tales varían entre países, y en general son menores que las

reportadas en Japón (18, 44-46). Recientemente repor-

tamos la experiencia con ESD en 54 casos de CGT diferen-

ciado siguiendo los criterios ampliados. La tasa de resección

en bloque, en bloque con márgenes libres y resección

completa curativa fue 96%, 92% y 84% respectivamente.

Este resultado es muy similar a los resultados reportados por

centros de referencia en Japón en el mismo tipo de lesiones,

demostrando que en occidente sí se pueden obtener los

mismos resultados de curabilidad que en Japón (18).

Tratamiento de las complicaciones

Las complicaciones más comunes de la ESD son sangrado

tardío y perforación. En un estudio japonés con 1.033 casos

se evidenció sangrado tardío en el 6% de los casos, todos

manejados con éxito endoscópicamente (21). Asimismo, en

otras series japonesas todos los casos de sangrado durante el

procedimiento fueron controlados con electro cauterización

o solución de trombina rociada sobre la superficie de la lesión

(41). En general, todo sangrado durante una ESD debe ser

tratado en el momento y con rapidez. Para localizar el origen

del sangrado, es muy útil la irrigación de agua la cual se hace

manualmente por el canal de trabajo del endoscopio, con el

sistema de irrigación para limpieza del lente o con el sistema

water-jet

de algunos equipos. Los vasos de pequeño calibre

son tratados generalmente con electro cauterización usando

el bisturí para el procedimiento. Los vasos de gran calibre o

los casos de sangrado activo generalmente requieren electro

cauterización con fórceps u obliteración con clips metálicos.

La frecuencia de perforación se ha reportado entre 3.6% a

4.7% en centros japoneses de referencia (18). En casi todos

los casos, el cierre endoscópico con clips metálicos se puede

realizar con éxito. (21) En un estudio japonés multicén-

trico se reportó que la incidencia de perforación con ESD

(3,6%; 11/303) fue significativamente mayor que con EMR

(1,2%; 5/411). Todas las complicaciones fueron manejadas

endoscópicamente, y no hubo mortalidad asociada (40). A

diferencia de EMR, las perforaciónes durante ESD suelen

ser pequeñas. En caso de perforación utilizando insuflación

con dióxido de carbono, la ausencia de neumo-peritoneo a

tensión puede facilitar la continuación del procedimiento

hasta completar la disección, y posterioriormente, reparar

el defecto en la pared con clips metálicos. En perforaciones

pequeñas endoscópicamente identificables, los clips metá-

licos son el método más aceptado de tratamiento. En perfo-

raciones grandes y con epiplón intra-abdominal visible

dentro del lumen, éste último puede ser traído a través del

defecto realizando un cierre tipo “parche epiploico” (47).

La disponibilidad de clips más grandes como el

“over the

scope clip”

y de dispositivos de sutura endoluminal, pueden

proporcionar más herramientas para manejar las perfora-

ciones agudas sin cirugía (48). Después de realizar el trata-

miento endoscópico de una perforación, idealmente se debe

obtener una escanografía abdominal utilizando medio de

contraste hidrosoluble para confirmar la ausencia de fuga.

Las perforaciones gástricas asintomáticas que son recono-

cidas después de 12 horas por la presencia de aire libre en

una escanografía o en radiografías, generalmente se pueden

manejar de forma conservadora con restricción de la vía

oral, sonda nasogástrica y antibióticos. Estas perforaciones

también son conocidas como fugas de aire transmural. En un

reciente estudio de 33 pacientes con este hallazgo, ninguno

mostró evidencia clínica de peritonitis o requirió interven-

ción quirúrgica. Doce pacientes (36%) presentaron 37,5 °C

de temperatura corporal, probablemente debido al efecto

inflamatorio transmural similar al presentado en el síndrome

post-polipectomía, y fueron manejados exitosamente sin

cirugía (49). En caso aparición de signos de peritonitis, el

tratamiento quirúrgico debe ser altamente considerado.

El reconocimiento tardío de una perforación gástrica en

presencia de síntomas de respuesta inflamatoria sistémica,

está generalmente asociado a peritonitis causada por filtra-

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(5) 586-599]