Previous Page  49 / 160 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 49 / 160 Next Page
Page Background

601

La EHGNA es una entidad de amplio espectro clínico, radio-

lógico y anatomopatológico. Es causa frecuente de elevación

de aminotransferasas en sangre y de daño hepático crónico.

Constituye la expresión hepática del síndrome metabólico.

Independiente al daño hepático, la obesidad es un factor de

riesgo para Diabetes Mellitus tipo 2, hipertensión arterial

y enfermedad cardiovascular (enfermedad isquémica coro-

naria y accidente cerebrovascular). La alta prevalencia actual

de obesidad y diabetes mellitus así como el progreso en el

manejo de las hepatitis virales, ha llevado a la EHGNA a ser un

problema clínico muy relevante. Hoy en día es la causa prin-

cipal de enfermedad hepática crónica en países desarrollados

e indicación de trasplante hepático (2).

Conceptos básicos

Hígado graso no alcohólico (HGNA) o esteatosis hepática:

Es la acumulación de grasa en forma de triglicéridos en más

del 5% de los hepatocitos demostrado por biopsia hepática,

en ausencia de inflamación, fibrosis y un consumo de más de

30gr de alcohol al día.

Esteatohepatitis no alcohólica (EHNA):

Entidad caracte-

rizada por esteatosis que además se asocia a injuria hepato-

citaria, inflamación, con o sin fibrosis. Se le conoce también

como NASH (

non alcoholic steatohepatitis

).

Enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA):

Condición que contempla el hígado graso, esteatohepatitis no

alcohólica y cirrosis por dicha causa. El 80-90% son HGNA y el

10-20% restante corresponde a EHNA (2).

Prevalencia

La prevalencia de EHGNA y de EHNA es cada vez mayor y su

detección depende tanto de la metodología utilizada en el

diagnóstico, como de la población estudiada. Los métodos

diagnósticos más utilizados en estudios clínicos son: ecografía

abdominal, espectroscopía por resonancia magnética, medi-

ción de aminotransfereasas y biopsia hepática la que es consi-

derada el “

gold standard

” (1). Existen diferencias étnicas, siendo

mayor la frecuencia de EHGNA en hispanos que en caucásicos

y afroamericanos, así como en familiares relacionados (3). La

prevalencia en población hispánica se ha estimado a nivel

mundial entre 20-30% (2, 4-7). En población de alto riesgo

ésta alcanzaría el 50% en pacientes con sobrepeso, hasta el

95% en obesos, 70% en diabéticos tipo 2 y 50% en pacientes

con dislipidemia (3).

En biopsia hepática la prevalencia estimada de EHNA es del

2-5% en población general (8, 9) y de 10-20% en los porta-

dores de esteatosis (10, 11). Se estima que entre el 8-26%

de los individuos con EHNA progresan a cirrosis (11-13) y el

40-60% de los pacientes con cirrosis por esta causa desarro-

llan complicaciones derivadas de ella, incluido el hepatocarci-

noma, a más de 5 años de seguimiento (14, 15). En estudios

retrospectivos se ha estimado que los portadores de cirrosis

por EHNA desarrollarían hepatocarcinoma con una frecuencia

amplia que oscilaría entre el 4-27% de los pacientes (13,

14). Siendo su real incidencia desconocida, pero en base a

lo anterior se podría estimar que fluctuaría entre el 0,6-210

por 100.000 habitantes (15). Por otra parte, es posible que

una gran proporción de las cirrosis criptogénicas representen

etapas finales de EHNA (16).

En Chile, la encuesta nacional de salud 2009-2010 demostró

la existencia de exceso de peso en 64,5% de la muestra estu-

diada, siendo 39% sobrepeso, 25% obesos y 2,3% portadores

de obesidad mórbida (IMC

>

40). La hipertensión arterial afecta

al 27%, hipertrigliceridemia 31%, Diabetes Mellitus al 9,4%

y síndrome metabólico 35% de la población estudiada. En

ellos se realizaron mediciones de enzimas hepáticas ante

la sospecha de daño hepático crónico; el 17% de la pobla-

ción tenía gamaglutamiltransferasa (GGT) elevadas (

>

50U/L)

y el 15% ALT (alaninoaminotransferasa) elevadas (ALT

>

55 en

hombre adultos y

>

30 en mujeres adultas) (17). Por otra parte,

en población hispánica chilena se demostró un 23,4% de

hígado graso por ecografía abdominal; se trataba de pacientes

en los que se había descartado consumo de alcohol superior a

20 gramos/día y tenían serología negativa para virus de hepa-

titis C (18).

Patogénesis

Es conocida la asociación de EHGNA con obesidad, hiperten-

sión, Diabetes Mellitus tipo 2 y dislipidemia, de tal forma que

no sorprende la fuerte relación entre esta entidad y la resis-

tencia a la insulina (RI). Esta última deriva de la infiltración por

macrófagos del tejido adiposo visceral, en donde se desenca-

dena una respuesta inflamatoria, con secreción de adipoquinas

con efectos pro-inflamatorios y pro-fibróticos. Este fenómeno

se potencia en el hígado de tal forma que tanto por vía sisté-

mica como intra-hepática, existiría un exceso de citoquinas

pro-inflamatorias, tales como factor de necrosis tumoral-alfa

e interleuquina 6. Múltiples factores estarían implicados en

el proceso inicial de la inflamación en el tejido adiposo que

incluyen isquemia relativa y la producción de hipoxia inducida

por factor-1, microflora intestinal selectiva, respuesta inflama-

toria mediada por microflora y hormonas como leptinas. Una

consecuencia importante de la RI es el aumento de la actividad

lipolítica y liberación de ácidos grasos libres (AGL) a la circula-

ción, de donde son captados por el hepatocito e inducen lipo-

toxicidad. La RI también permite potenciar la sensibilidad a la

insulina en su efecto lipogénico en el hígado. Otros sistemas

[Hígado graso no alcohólico - Dra. Lorena Castro S. y col.]