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APROXIMACIÓN BÁSICA DE LABORATORIO EN EL
ESTUDIO DE ENFERMEDADES ALÉRGICAS
Las enfermedades alérgicas han mostrado un aumento impor-
tante en las últimas décadas, el estudio de estas enfermedades
tiene varias aristas dependiendo el tipo de manifestación
clínica del paciente.
Para optimizar los exámenes complementarios es necesario
distinguir entre reacciones de hipersensibilidad inmediata,
es decir IgE mediadas y las reacciones por hipersensibilidad
retardada mediada por inmunidad celular.
Además dado las características inmunopatológicas de estas
enfermedades, existe la posibilidad de realizar estudio alergo-
lógico
in vivo
(
prick test
, test de parche, entre otros) e
in vitro
.
A continuación se describen los exámenes de laboratorio de
inmunología
in vitro
de uso frecuente en el estudio de pato-
logías alérgicas.
Cuantificación de Inmunoglobulina E (IgE) total
La IgE total sérica se puede medir por diversas técnicas: turbi-
dimetría, nefelometría, ELISA. Y su reporte se puede hacer en
Unidades Internacionales (UI) o nanogramos (ng) por ml (1 IU/
mL = 2.44 ng/mL) (29).
Su concentración va aumentado con la edad, siendo el valor
normal en adultos menor a 100 ng/ml, sin embargo, es impor-
tante destacar que cada técnica utilizada entrega valores
propios de normalidad (29, 30).
Su elevación nos refiere que el paciente puede tener una
condición atópica, sin embargo, no es específico porque es
posible encontrarla elevada en otras condiciones tales como
desórdenes linfoproliferativos, parasitosis, infecciones como
VIH, inmunodeficiencias primarias entre otras. Además si está
en rangos de normalidad no excluye el diagnóstico de alergia.
Tiene utilidad específica en la sospecha y seguimiento de
aspergilosis broncopulmonar alérgica y para evaluar a los
candidatos a terapia con anticuerpo monoclonal anti IgE
(Omalizumab) (29, 30).
Además es importante solicitarla al momento de evaluar IgE
específica, pues valores muy elevados pueden arrojar resul-
tados falsos positivos.
IgE alérgeno específica
Es el marcador serológico de elección para confirmar sensi-
bilización alérgica en pacientes con historia sugerente y en
los cuales no es posible el estudio
in vivo
con
prick
tests
, tales
como enfermedad generalizada de la piel, riesgo elevado
de anafilaxia o cuando los pacientes están recibiendo trata-
mientos que no es posible suspender y que suprimen o inter-
fieren la respuesta cutánea (antihistamínicos, antidepresivos
tricíclicos, entre otros).
La primera técnica utilizada en su medición fue RAST
(
radioallergosorbent
test
), sin embargo actualmente existen
múltiples ensayos basados en el concepto de inmunoadsor-
ción. Esto significa que la IgE específica de interés se une al
alérgeno en cuestión que se encuentra unido a una fase sólida
o bien libre y luego de que se une la IgE específica se acopla a
una fase sólida, de esta manera por lavado se elimina el resto
de proteínas e IgE que no se unió en forma específica al alér-
geno pegado a la fase sólida. Luego la IgE unida al alérgeno
se cuantifica utilizando una anti-IgE humana monoclonal
marcada con alguna sustancia que permita su medición (fluo-
rocromo, enzima-ligando, radioisótopo) (29, 30).
Actualmente los ensayos de elección son los de tercera genera-
ción cuantitativos como ImmunoCAP e Immulite 2000 (29, 30).
La sensibilidad promedio de este test es de 70 a 75%, compa-
rado con las pruebas cutáneas in vivo (
prick test
) y con los test
de provocación alérgeno específicos que corresponden al
estándar de oro. En este contexto su interpretación requiere
una adecuada correlación temporal y clínica con el alérgeno
sospechoso.
Triptasa sérica
Su principal utilidad está dada para evaluar las reacciones
anafilácticas y en el estudio de mastocitosis.
La triptasa es producida por mastocitos y basófilos, sin embargo
los mastocitos contienen 500 veces más que los basófilos.
Cuando los mastocitos se degranulan se libera en forma inme-
diata triptasa e histamina al medio extracelular. La medición
de histamina es compleja pues se degrada rápidamente en
cambio la triptasa es posible medirla entre 15 minutos hasta
cuatro horas después de los síntomas de anafilaxia (29, 30).
Existe dos formas:
α
-triptasa y
β
-triptasa, la primera es secre-
tada en forma espontanea por mastocitos y se encuentra
elevada en mastocitosis, la segunda es liberada cuando el
mastocito se degranula y se detecta en forma predominante
entre los 15 minutos a dos horas de la reacción anafiláctica
(29-31).
Comercialmente existe un ensayo de “ImmunoCAP triptasa” que
mide ambas formas en combinación, es decir triptasa total.
En la mayoría de los individuos el valor normal es menor a
5ug/L, sin embargo, el límite superior normal es 11,4 ug/L,
niveles superiores han sido reportados por varios autores en
casos de muerte por anafilaxia (29-31).
[Laboratorio de Inmunología en la práctica clínica - Dra. Carla Bastías O. y cols.]