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1. Los niveles de gonadotrofinas (FSH y LH) son cruciales
para evaluar el nivel del defecto en el estudio de
hipogonadismo masculino o femenino.
2. En la interpretación de los valores de testosterona
poner especial atención a las unidades de medida
en que se informa el examen (de nmol/L a ng/mL
multiplicar por 0.28.)
3. Siempre ante un valor anormal de testosterona total,
confirmar con una segunda muestra.
4. Ante valores intermedios de testosterona total o
patologías que alteren los niveles de SHBG, medir
concomitantemente testosterona total y SHBG y
calcular la testosterona libre (no se recomienda
medirla directamente).
5. Ante el diagnóstico de hipogonadismo central
siempre evaluar los otros ejes hipofisarios,
incluyendo la medición de prolactina y estudiar con
imágenes de silla turca.
6. En la mujer postmenopaúsica un valor elevado
de FSH puede ser utilizado como marcador de
indemnidad hipofisiaria.
7. La AMH es un buen indicador de reserva ovárica.
Tabla 3. Consejos prácticos para la evaluación
del eje gonadal
y descartar hiperprolactinemia (17). Ante la gran mayoría de
injurias hipofisarias uno de los primeros ejes en afectarse es
el eje gonadal, por lo que en mujeres postmenopáusicas un
valor de FSH elevado puede ser utilizado como marcador de
indemnidad hipofisaria.
Otra hormona que es de utilidad en el hipogonadismo
femenino es la determinación de la Hormona Antimülleriana
(AMH), la que es secretada por células de la granulosa en
folículos preantrales y antrales pequeños. La determinación
de AMH evalúa la reserva ovárica permitiendo identificar la
transición del estado de ovulación normal a la falla ovárica,
siendo de utilidad para toma de decisiones en pacientes
con infertilidad y sometidas a terapias con quimioterápicos
que pueden provocar daño gonadal. Se puede obtener una
muestra en cualquier momento del ciclo menstrual (18).
(Tabla 3).
EJE SOMATOTROPO
Déficit de hormona de crecimiento (GH).
El déficit de GH
puede ser aislado o presentarse junto a insuficiencia de otros
ejes hipofisarios, siendo esto último lo más frecuente ya que
frente a injurias hipofisarias las células somatotropas y gona-
dotropas son las más lábiles.
El déficit de GH es particularmente importante en la edad
pediátrica debido al rol crucial que cumple la GH en el creci-
miento lineal y en la edad adulta su déficit se ha relacionado
con alteraciones metabólicas y a nivel de densidad mineral
ósea.
La GH se secreta en forma variable durante el día por lo que su
medición en condiciones basales no es de utilidad cuando se
sospecha deficiencia.
El tamizaje ante la sospecha se realiza con IGF-1 (Factor de
crecimiento sintetizado a nivel hepático y dependiente de GH),
que debe ser interpretada de acuerdo a los valores normales
para edad y sexo, siendo necesario en la mayoría de los casos
realizar un test de estimulación para confirmar el diagnóstico.
Al momento de interpretar los valores de IGF-1 se debe consi-
derar el estado nutricional y el estado de la función hepática,
ya que el deterioro de ésta pueden resultar en niveles falsa-
mente bajos (19, 20).
En el adulto los niveles de IGF-1 por sí solos no son de
utilidad para realizar el diagnóstico de déficit de GH, a no
ser que se encuentre en el contexto de un hipopituitarismo,
por lo que es necesario realizar test de estimulación, el
gold
standard
es el test de Tolerancia a la insulina (se fundamenta
en la provocación de hipoglicemia para inducir la secreción
de GH), otras alternativas son el test de GHRH-arginina y el
test de glucagón, ninguno de los cuales se encuentra dispo-
nible en Chile (19, 20).
Exceso de GH o acromegalia
Corresponde al exceso de GH en edad adulta cuya etiología
en la gran mayoría de los casos es la presencia de un tumor
hipofisario productor de GH. Ante la sospecha clínica se debe
medir IGF-1 e interpretar el resultado según los valores
normales para edad y sexo. Si la medición de IGF-1 resulta
elevada se debe realizar un test de frenación de GH con
glucosa oral, midiendo GH y glicemia basal y 30, 60, 90 y 120
minutos posterior a la administración de 75 grs de glucosa
oral. El nadir de GH debe ser menor a 1 ng/mL en cualquiera
de los puntos para descartar acromegalia.
Es importante al momento de evaluar los valores de IGF-1
considerar que la desnutrición, uso de estrógenos orales,
diabetes mellitus descompensada e insuficiencia hepática
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2015; 26(6) 776-787]