Previous Page  60 / 132 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 60 / 132 Next Page
Page Background

60

gran contaminación inicial de algunas lesiones, el período

requerido para delimitación de las zonas desvitalizadas, que

puede tardar algunos días, lesiones múltiples, gravedad del

paciente, y logística de organización para disponibilidad

de pabellones y equipos quirúrgicos altamente calificados

a toda hora. El uso de dispositivos de presión negativa han

permitido optimizar el tratamiento de estas lesiones, entre el

tratamiento inicial del trauma y la reconstrucción compleja

diferida, con resultados comparables a los obtenidos con

estrategias de reconstrucción inmediata, similares tasas de

infección y de consolidación. La experiencia en lesiones de

campos de batalla, en conflictos bélicos recientes, ha servido

para explorar los límites de la reconstrucción subaguda,

apoyada en terapias de presión negativa y desbridamientos

seriados (24). En la actualidad se considera aceptable realizar

la cobertura y reconstrucción dentro de un plazo no mayor a

4-7 días, con colgajos que permitan prevenir las infecciones,

reduciendo desecación y desvascularización ósea (25, 26).

Estudios experimentales favorecieron el uso de colgajos

musculares por sobre los colgajos fasciocutáneos tanto en

fracturas expuestas, especialmente en casos de infección y

osteomielitis. Sin embargo, en series clínicas actuales, donde

se han incorporado los colgajos basados en perforantes,

muestran resultados del todo similares al comparar colgajos

musculares y colgajos fasciocutáneos libres. Y si conside-

ramos las ventajas mencionadas de los colgajos perforantes,

estos quedarían en una posición más favorable respecto a los

primeros (27). La variable más importante en el éxito de la

reconstrucción de las fracturas expuestas de pierna Gustilo

IIIb sigue siendo el momento de la cobertura, lo que requiere

una estrecha coordinación y colaboración entre el trauma-

tólogo y el cirujano plástico. La definición de protocolos es

crucial para un adecuado tratamiento, ya sea con métodos

de fijación interna y cobertura precoz, como mediante el uso

de fijadores externos, cobertura secuencial y eventual paso a

fijación interna en forma diferida una vez lograda la cobertura

(Figura 4).

Cobertura en articulaciones

Los colgajos libres deben ser diseñados en cuanto a sus dimen-

siones considerando el tamaño real del defecto, no el tamaño

aparente. Esto es especialmente relevante en el caso de las arti-

culaciones, donde el déficit de cobertura debe ser cuantificado

con la posición de mayor exigencia y no en posición de reposo.

La cobertura de lesiones anteriores de rodilla debe consi-

derar los requerimientos en flexión, de esta forma se evitará

coberturas complejas insuficientes, que se traducen en cica-

Figura 4. cobertura de fractura expuesta de pierna con colgajo libre anterolateral de muslo

Fractura expuesta de pierna derecha, con reducción y osteosíntesis interna (clavo endomedular), defecto de cobertura tercio distal (arriba izquierda).

Diseño de colgajo anterolateral muslo derecho (arriba derecha). Cobertura del defecto con colgajo anterolateral de muslo pediculado en vasos tibiales

anteriores (abajo izquierda). postoperatorio a los seis meses (abajo derecha).

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(1) 54-64]