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baja brusca de las necesidades de insulina hace sospechar una

disfunción placentaria y disminución de la vitalidad fetal. Los

micro infusores subcutáneos continuos han demostrado ser

de utilidad para lograr el control pre concepcional y durante

el embarazo en DM1. Varios meta análisis no muestran

superioridad (24), es probable que ensayos controlados,

con dispositivos con visión en tiempo real de los valores y

tendencia, muestren diferencias favorables.

En la DM2, la situación es distinta. La condición ideal es

que el embarazo programado encuentre a la mujer DM2

bajo tratamiento insulínico y familiarizada con el monitoreo

glicémico. La conducta en esos casos es el aumento de

la frecuencia diaria de controles de glicemia capilar y los

cambios de dosis y esquemas necesarios para la mantención

de las metas. Desafortunadamente la gran mayoría no se ha

preparado debidamente y en la primera consulta maternal

aparece el antecedente de la diabetes previa o los exámenes

de iniciales comprueban el diagnóstico. Ambas situaciones

obligan a la iniciación de un complejo proceso terapéutico

conducente a la compensación metabólica: educación en

técnicas de inyección y monitoreo, alimentación, metas

glicémicas, individualizado, como ya fue descrito en DG.

Las claves del éxito residen en la priorización de los temas

de capacitación, etapificación de la enseñanza, trabajo en

equipo cohesionado y acceso y comunicación fluidas.

Las características generales de la insulinización en la DM2

embarazada son: requerimientos comparativamente más altos

que en DG y DM1; incremento mayor de las dosis en el curso

de la gestación, mayor estabilidad metabólica, menor tendencia

a hipoglicemia; esquemas de distinta complejidad, según la

magnitud de la alteración y su perfil glicémico. En principio, el

enfoque es el de insulina basal- bolos prandiales, no obstante, la

individualización lleva a indicaciones variadas, con adecuaciones

similares a las descritas para DG. La diferencia mayor reside en

los requerimientos más elevados, habitualmente entre 0,4 y

2UI/kg/día y esquemas complejos más frecuentes.

ANTIDIABÉTICOS ORALES

Existe una controversia pendiente sobre su utilidad,

indicación y seguridad en el embarazo. Históricamente fueron

contraindicados. La baja frecuencia de embarazos en DM2

llevó a que se conocieran casos anecdóticos de hipoglicemia

severa del recién nacido con sulfonilureas. Series clínicas

retrospectivas mostraban más complicaciones del embarazo

y del recién nacido. El riesgo de teratogénesis ha sido el

mayor temor. No existen ensayos clínicos controlados en

DM2 en el embarazo y es poco probable que los haya, no

obstante varias Guías Clínicas recomiendan informar a la

embarazada diabética sobre las ventajas y desventajas de

los antidiabéticos orales y ayudarla a tomar una decisión

informada (9, 25). No obstante, las Guías Canadienses las

proscriben (26). Existe una tendencia en el mundo médico

actual a extrapolar con mucha facilidad resultados de

estudios realizados en poblaciones distintas y con objetivos

diferentes, lo que dificulta la toma de decisión.

Metformina.

Los ensayos durante la organogénesis sólo

se han realizado en mujeres portadoras de Sindrome de

Ovario Poliquístico, con infertilidad y abortos frecuentes;

en este grupo, el número de embarazos y recién nacidos

aumentó significativamente y no se reportó anomalías

congénitas. En DPG se dispone sólo de estudios descriptivos

y series clínicas retrospectivas. En DG, el ensayo MiG (27)

que incluó DG sobre la semana 24 de gestación, mostró ser

similar a la insulina en los resultados de los recién nacidos;

no logró la compensación en un 46%; los requerimientos

fueron moderadamente inferiores cuando debió asociarse

y la ganancia de peso materno del período fue menor.

Un meta análisis reciente (28) incluye 6 estudios con

1362 DG, confirma la menor ganancia de peso (-1,14kg),

menos hipertensión inducida por el embarazo con Riesgo

Relativo (RR) 0,53, pero reporta más parto pretérmino,

con RR 1,50 y una tendencia no significativa a menos

hipoglicemia neonatal. Los efectos adversos digestivos varían

entre 2,5 y 45,7% y el fracaso global al fármaco es 33,8 %.

Su pasaje transplacentario y la elevada concentración fetal

son motivo de preocupación y no se dispone de información

sobre los efectos a mediano y largo plazo en los hijos. El

uso de metformina para la prevención de DG en mujeres

con riesgo, no fue efectivo (29). Se puede concluir que la

metformina en DG, constituye una herramienta terapéutica

de resultados similares a la insulina en el RN en el corto

plazo, con algunas ventajas maternas, aunque el parto

pre término es más frecuente. No es suficiente como

tratamiento en más de un tercio de los casos, se asocia a

intolerancia digestiva variable, es preferida por las mujeres,

no se conocen sus efectos a mediano y largo plazo y su

uso no está explícitamente autorizado por las Agencias

Internacionales de control de fármacos. Las últimas Guías

Clínicas del MINSAL, Chile (7), recomiendan que por el

momento sólo se prescriba en protocolos de investigación

o de tratamiento, cuyos resultados deben ser comunicados.

Glibenclamida.

Los ensayos se han efectuado sólo en DG.

Tendría la ventaja de no atravesar la barrera placentaria y

no causar hiperinsulinemia fetal, medida por el Péptido C

del cordón. Langer et al (30) revolucionaron el tema con

su reporte de resultados similares a la insulina en control

metabólico y en los recién nacidos. Investigaciones

posteriores demostraron que la glibenclamida cruza la

placenta. El meta análisis señalado (28) incluye 7 estudios

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(2) 257-265]