Previous Page  144 / 164 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 144 / 164 Next Page
Page Background

274

entre el paciente y el educador frente al cumplimiento del

objetivo. Estos objetivos deben ser planteados desde la

persona con diabetes. Por ejemplo: “me tomaré la glicemia

en ayuna todos los días hasta el nuevo control”, “me revisaré

los pies luego del baño diario todos los días” (11).

Existen metodologías diversas de aprendizaje, pero estas

deben estar adaptadas a las necesidades de cada paciente.

Pueden ser sesiones de charlas individuales, resolución de

problemas y juegos de rol (Tabla 2).

Escuchar y dar la palabra.

Compartir conocimientos, nunca imponer.

Capacidad de negociación. Facilitar la toma de decisiones

proponiendo alternativas.

Permitir al paciente expresar sus emociones, no solo lo

que piensa.

Los errores son para mejorar, nunca juzgar o penalizar.

Establecer una relación horizontal no vertical.

Incorporar a los actores principales en la educación como

familia y equipo de salud.

Empatía, todos podemos tener diabetes.

Calidez y buena acogida frente a las necesidades del

paciente.

Tabla 3. Habilidades del educador que mejoran el

proceso educativo

Descripción del proceso de enfermedad de la diabetes y

sus alternativas de tratamiento.

Incorporar el manejo nutricional dentro del estilo de vida.

Incorporar la actividad física dentro del estilo de vida.

Uso de terapia farmacológica en forma segura.

Medición de glicemia y uso de sus resultados para la toma

de decisiones en el autocuidado.

Detectar, prevenir y tratar complicaciones agudas.

Detectar, prevenir y tratar complicaciones crónicas.

Desarrollar estrategias personales para tratar temas y

preocupaciones del área psicológica.

Desarrollar estrategias personales para promover cambios

de conducta saludables.

Tabla 2. Contenidos a educar al paciente con

diabetes y su familia

Adaptado de Funnell M., Mensing C. (13).

3. Implementación de la educación

El lugar donde se realizará la educación puede ser cualquiera,

solo hay que asegurarse de que el entorno favorezca la

educación con el mínimo de distracción. Durante la realización

de la actividad educativa se debe tratar de explicar siempre

de lo más sencillo a lo más complejo, usar un lenguaje directo

y claro y además reforzar la información entregada al final

de la educación, corroborando el entendimiento de éste.

Es importante utilizar material audiovisual para favorecer el

aprendizaje (11) Tabla 3.

4. Evaluación

Esta etapa debe planificarse y se lleva a cabo en todo

momento. En general se recomienda realizar una evaluación

planificada a los 3 y 6 meses, donde se evaluarán

aspectos como mejoramiento de parámetros biomédicos

(hemoglobina glicosilada, valores de presión arterial, entre

otros.), además aspectos psicosociales como calidad de vida,

bienestar y autocuidado (11). Es muy importante realizar

refuerzos positivos frente a los logros y mejorías de objetivos

planteados previamente (Figura 2).

Registros o documentación

El registro de las actividades de educación permite

documentar los avances del proceso educativo de cada

paciente. Además permite evaluar los obstáculos que se

han presentado en el cumplimento de los objetivos en

cada paciente. Debe estar disponible para todo el equipo

de salud para poder desde cada área de intervención,

evaluar el logro de estos (13).

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(2) 271-276]