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También puede ser utilizada la medición de la insulinemia

en ayuna, la que está basada en la respuesta compensatoria

pancreática. Se considera a niveles sobre 15µUI/ml como

alterados (10).

En caso de embarazo y en menores de 18 años, estos test no

están suficientemente validados y generan confusión ya que al

ser la RI una situación fisiológica en estos casos, no se conocen

los valores que indican una situación patológica.

Con respecto a las técnicas de medición para la insulinemia,

presentan una alta variabilidad, por lo que es recomendable

mantener una técnica (o laboratorio) cuando se utilicen

estos test como objetivos intermedios del tratamiento (13).

Por este motivo y dada la evidencia de que en ausencia de

manifestaciones de la condición cualquier test tiene baja

correlación con el

clamp

, un valor alterado de cualquiera de

ellos no debe ser interpretado como indicador de la condición,

siendo necesaria la presencia concomitante de una de las

manifestaciones previamente mencionadas para plantear el

diagnóstico. (Ver resumen de conceptos en Tabla 1).

Tratamiento

Previo a cualquier tratamiento, debe fijarse la meta u

objetivo terapéutico. Para RI tradicionalmente se establecen

objetivos intermedios tales como disminución de HOMA-

IR, circunferencia abdominal, triglicéridos plasmáticos,

glicemia, cifras de presión arterial niveles de transaminasas

en EHGNA o bien aumento en los niveles de colesterol HDL

y mejoría en la ciclicidad ovárica en SOP. También pueden

definirse objetivos basados en “desenlaces clínicos”, tales

como prevención de DM 2, mejoría de la histología hepática

(para EHGNA) y fertilidad (para SOP). En la actualidad se

cuenta con evidencia suficiente para recomendar los

tratamientos que han demostrado efectividad en estos

desenlaces.

Debe recalcarse que en SM, el tratamiento específico

de la RI, no se ha asociado a una reducción de los

eventos

cardiovasculares

(excepto

en

diabéticos),

por lo que el tratamiento intensivo de cada uno de

sus componentes es de gran relevancia. En este caso

se recomienda niveles de hemoglobina glicosilada

(HbA1c)

<

7%, niveles de presión arterial óptimos y un

colesterol LDL a lo menos

<

100mg/dl (9).

Medidas no farmacológicas

La reducción del exceso de peso y la promoción del ejercicio

físico son las medidas terapéuticas más importantes tanto

en objetivos intermedios como en desenlaces clínicos. Se

considera como satisfactoria una pérdida del peso corporal de

a lo menos 7%.

La evidencia avala este postulado. En los estudios de

EE.UU

.

(DPP) y Finlandia (

Finish

DPP) para prevención de DM 2,

los cambios intensivos de estilo vida se tradujeron en una

reducción del riesgo de desarrollar la enfermedad cercano al

60% en un seguimiento de aproximadamente tres años. Los

pacientes eran prediabéticos, con obesidad y/o RI y fueron

randomizados a alimentación saludable (ajuste calórico,

restricción de grasas saturadas y aumento de aporte de

fibra dietética) y actividad física aeróbica a lo menos 150

minutos semanales. Estos cambios significaron bajas de

peso aproximadas de 6 a 7 kilos el primer año y 4 kilos al

finalizar el estudio. En el DPP la reducción de riesgo fue

superior a la obtenida con metformina (31%) y se producía

en todos los subgrupos estudiados (14, 15).

Ya que la RI tiene un carácter crónico, estas medidas deben ser

instauradas por tiempo indefinido. (Ver resumen de conceptos

de medidas no farmacológicas en Tabla 2.

1. A nivel poblacional es una “condición” fisiopatológica,

no una enfermedad.

2. Es altamente prevalente, por lo que no debemos

sobreactuar en su presencia.

3. En embarazo, pubertad y adultos mayores tiene carácter

fisiológico.

4. Se asocia a la aparición de varias patologías

“cardiometabólicas”.

5. Su pesquisa se justifica en pacientes con estas

patologías, o con factores de riesgo para presentarlas.

6. El diagnóstico debe basarse en manifestaciones clínicas

o de laboratorio.

7. Los test específicos para la medición de RI están

diseñados para la investigación.

8. Estos test deben ser evitados en la práctica clínica

rutinaria, ya que su interpretación individual es

compleja y puede generar sobrediagnóstico.

9. En ausencia de manifestaciones características, un test

alterado no debe interpretarse como indicador de la

presencia de la condición.

Tabla 1. Conceptos básicos sobre RI

[Resistencia a la Insulina: verdades y controversias - Dr. Felipe Pollak C.]