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tanto en las células inmunes de la placenta como en el

trofoblasto (10).

En modelos animales una infección respiratoria o la admi-

nistración de patógenos asociados a patrones molecu-

lares tales como los lipopolisacaridos (LPS) que componen

la pared celular bacteriana pueden gatillar una respuesta

inflamatoria materna que podría provocar patología

placentaria con el subsecuente daño fetal.

Por ejemplo, la administración de LPS en ratas preñadas

ha resultado en una aguda depresión cardiovascular (11)

o la inhibición del desarrollo distal del pulmón (12). En

relación al neurodesarrollo, bajas dosis de LPS que no han

provocado trastornos en la gestación han aumentado el

daño cerebral secundario a una injuria hipóxica en período

de recién nacido (13) o han desarrollado trastornos tipo

esquizofrenia o autismo (14). En esa misma línea de inves-

tigación se cree que en el daño en la sustancia blanca

de los recién nacidos tiene un importante rol la activa-

ción de TLR4 (

Tool like receptor

) en la vida fetal, lo cual es

compatible con los hallazgos clínicos en el que la exposi-

ción a infecciones bacterianas en la embarazada no sólo

puede llevar a parto prematuro sino también a daño en la

sustancia blanca.

Otro punto importante es el momento de la gestación en

el que se desencadene la respuesta inmune, en modelos

desarrollados en ratas la inyección de LPS en las primeras

etapas de gestación desencadenó falla en la implantación

o la resorción fetal, mientras que en etapas posteriores se

desencadenó el parto prematuro (15).

Esta respuesta estimula la producción de factores pro-in-

flamatorios que acceden a la placenta vía sangre materna

lo cual puede traer consigo la activación de la respuesta

inmune con producción de citoquinas pro-inflamato-

rias por macrófagos y granulocitos (16-18) lo que puede

llevar a alteraciones placentarias en su citoarquitectura,

circulación y tolerancia inmunológica.

En un estudio se encontró un aumento de las inclu-

siones trofoblásticas en el tejido placentario de los recién

nacidos que posteriormente desarrollaron trastornos del

espectro autista (19) en otro estudio corioamnionitis y

alteraciones en las membranas placentarias se asoció con

dificultades en la interacción social y comunicación en

niños autistas (20).

Otras alteraciones placentarias

Patologías maternas que alteran la función placentaria

como desnutrición e infecciones incrementan la posibi-

lidad de desarrollar restricción de crecimiento intrauterino

(RCIU) y estos mismos factores están epidemiológicamente

ligados a la aparición de esquizofrenia, autismo y parálisis

cerebral en la descendencia (21-24).

Las alteraciones vasculares de la placenta como trombosis

de las vellosidades coriónicas, edema y necrosis vascular

de las vellosidades son más frecuentes de encontrar en

recién nacidos que presentan parálisis cerebral (25).

Se ha mostrado en forma reciente el rol que juega la

placenta en la regulación de la síntesis de factores que

Figura 1. PLACENTA

[ESTRÉS prenatal y sus efectos sobre el neurodesarrollo - Dr. Rodrigo Díaz y col.]

arteria espiral

macrófago

trofoblasto

célula NK uterina

trofoblasto mononuclear

sincitiotrofoblasto

célula endotelial fetal

sangre fetal

sangre materna

célula T

decidua

laberinto

sangre materna

célula endotelial

zona de unión