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El

acufeno

es una percepción sonora, “un fenómeno psico-

sensorial experimentado en la corteza auditiva”. Esta noción

a menudo olvidada, nos recuerda que todo acufeno es anali-

zado, interpretado y procesado en el sistema nervioso central

cualquiera fuere el mecanismo que lo produzca (2,3).

Si en el inicio, el paciente tratara de identificar en las

primeras horas o días el origen del acúfeno en su entorno

habitual, al cabo de varios días terminaría por admitir que

ese ruido nace en el interior de su cabeza o en sus oídos. En

esta fase temprana, algunos individuos inquietos consultan

al médico, y ciertamente

no se debe cometer el error de

no responder adecuadamente a sus preguntas o mani-

festar de entrada que no tiene cura.

La inaudibilidad del tinnitus por los otros, representa una

frustración, pues el paciente siente la imposibilidad de hacer

entender a los otros lo que le molesta y tiene la impresión

de no ser tomado en serio por su entorno (2).

CLASIFICACIÓN

Tradicionalmente se consideran dos tipos de acúfenos:

I) Subjetivo [95%]:

sentido como propio en ausencia de

toda estimulación exterior y no percibidos por los demás o

el médico examinador (7).

II) Objetivo [5%]:

sentido como propio y percibido por

el examinador. Generado por fuentes ajenas al oído, pues

tienen una causalidad mecánica externa, como son los

fenómenos hidrodinámicos en las patologías vasculares

(arteriosclerosis, tumor

glomus

yugular

, shunt

arterio-

venoso, bucle arterial anormal en el canal auditivo interno,

hipertensión arterial), o bien elementos mecánico-

compresivos (tumoral, problemas de la 1º y 2º vértebra

cervical o de la articulación témporo-mandibular) (1).

En realidad los acúfenos objetivos deberían considerarse

pseudo-acúfenos denominándose “

somatosonidos

” y

es probable que encontrando el diagnóstico y etiología

correcta, tratando las mismas se disminuya o desaparezca

el acúfeno.

En este artículo nos referiremos a los primeros. Y la defini-

ción actual corresponde con el concepto clásico de acúfenos

subjetivos.

No deberían ser considerados

alucinaciones auditivas

,

puesto que éstas son

percepciones sin objeto real

y que

el individuo las interpreta como auténticas o verdaderas,

siendo intrínsecas a su propio estado de conciencia. Están

vinculadas a enfermedades mentales como esquizofrenia.

Suponen sonidos en forma de música o voces que le hablan

y que requieren tratamiento psiquiátrico (2,3).

EPIDEMIOLOGÍA

Según la

American Tinnitus Association

, el acufeno grave

representa el tercer síntoma más incapacitante que puede

sufrir un individuo, después del dolor intenso y los tras-

tornos del equilibrio (4).

La prevalencia real de los acufenos es difícil de precisar. Los

sufren el 10-17% de la población mundial (5). Se estima

que en los Estados Unidos los acufenos afectan a unos 40

millones de personas, y la cuarta parte los padece de forma

intensa. La Asociación Canadiense de Acúfenos contabiliza

cinco millones de casos, equivale al 25% de la población.

Se cree que en la población juvenil, por hábitos recreativos

con exposición a ruido y música (mp3, discotecas, etc.),

aparece trauma acústico en el 19% de la población escolar

adolescente (12) y acúfenos en un 10% de la población (1).

El 85% de las enfermedades otológicas se acompañan de

acufenos. Según estudios llevados a cabo en Gran Bretaña,

el35 % de la población en los países industrializados ha pade-

cido acufenos de algún tipo (4). En un 5% de modo mode-

rado y en un 1% es intenso con repercusión muy importante

sobre la calidad de vida (1). La prevalencia pediátrica es más

difícil de valorar, estimándose presente en el 25% de niños

con hipoacusia (42).

Son más frecuentes a partir de la quinta década de la vida

con similar incidencia en ambos sexos. Se ha demostrado

que el factor más influyente en su aparición es el grado de

hipoacusia neurosensorial. Mientras que la edad, exposi-

ción al ruido y nivel socioeconómico parecen actuar como

factores de riesgo de hipoacusia; teniendo en cuenta el

envejecimiento de la población, los acufenos serán un

problema de consulta cada vez más frecuente (43).

La localización del acufeno es variable. Más de un 50% de

los pacientes lo refiere en ambos oídos, cerca de un 35% lo

padece en uno solo y un 15% lo sitúa en la cabeza.

Aunque algunos pacientes no se quejan de hipoacusia, lo

real es que la gran mayoría de ellos va a presentarla si se

le realizase una audiometría. Los dos síntomas parecen

ser diferentes expresiones de una misma alteración loca-

lizada en el aparato auditivo neurosensorial. En nuestras

propias observaciones, parecería que cuanto mayor sea

el déficit auditivo, más probable es que se acompañe de

acufeno. Aunque también es cierto que hemos visto algunos

[TINNITUS – EVALUACION y MANEJO - Dr. Carlos Curet y col.]