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Ambas la Gabapentina y la Pregabalina son anticonvulsi-
vantes útiles para el tratamiento del acúfeno. Y además en
el tratamiento del dolor neurótico y migrañas.
4. Antidepresivos:
La amitriptilina es eficaz en enfermos
con acúfenos y depresión. La nortriptilina en pacientes
con acúfenos graves y crónicos, en dosis de 20-40mg/día,
disminuye su intensidad. La sertralina disminuye signifi-
cativamente la intensidad del tinnitus (23,26). La ciclo-
benzaprina es un análogo de la amitriptilina. Es también
un relajante muscular y particularmente útil en acúfenos
mío-modulados (26). En cambio, no se ha observado
beneficio con la paroxetina comparada contra placebo en
un ensayo clínico a doble ciego en pacientes con acúfeno y
sin depresión asociada (52).
Sin embargo, parece que en otros ensayos, paroxetina como
antidepresivo reduce significativamente los acúfenos y la
depresión severa, ansiedad y acufenos, mejorando el estado
de ánimo (23,26).
El valproato de sodio es útil en acúfenos combinados con
depresión (23,26).
5. Los antagonistas dopaminérgicos (Anti-Dopa):
Los
neurolépticos o antipsicóticos llamados tranquilizantes
mayores, actúan bloqueando los receptores específicos
de la Dopamina D2 en el sistema límbico y cortical (vías
mesolímbicas y mesocortical) (23,28). Usados en trastornos
psicosomáticos, bipolares, alucinaciones y esquizofrenia.
Dentro de este grupo se encuentra la sulpirida que junto
con hidroxicina (antihistamínico H1), mejoró en el 81% de
los pacientes la intensidad de los acúfenos (28).
La melatonina también tiene actividad antidopaminérgica,
lo que podría guardar relación con sus efectos beneficiosos
sobre los acúfenos (28).
6. Antihistamínicos H1:
Por su efecto sedativo subcortical,
la hidroxicina ha sido usada con éxito combinada con sulpi-
rida en estudios clínicos comparativos. En cuanto a terfena-
dina, se ha visto mejoría del acúfeno en aquellos pacientes
que además tienen una historia previa de alergia.
7. Benzodiacepinas:
El alprazolam en dosis de 0.5mgs/día,
disminuye la intensidad del acúfeno en el 76% de los sujetos.
El clonazepam es una benzodiacepina útil en los acúfenos
rítmicos como mioclonías del paladar y del oído medio (29).
Se indica en dosis de 0.25-2.0grs./día.
8. Corticoides:
se han empleado en el tratamiento de la
hipoacusia súbita y en la enfermedad autoinmune del oído
interno. Para reducir sus efectos secundarios, se emplea su
administración intratimpánica.
9. Otros fármacos:
ginkgo-biloba de la medicina tradi-
cional china se emplea por su acción hemorreológica
antiagregante plaquetaria y antihipoxica, en dosis de 160
a 240mg/día. Una revisión Cochrane indica que no hay
pruebas que sea eficaz para acúfenos.
Tampoco se ha observado riesgo beneficio en el tratamiento
de vértigos y acúfenos con trimetacidina (Agencia Española
de Medicamentos y Productos Sanitarios).
Vasodilatadores y hemorreológicos calcio antagonistas:
se encuentran dentro de los fármacos más prescriptos. La
Nimodipina dilata los vasos sanguíneos cerebrales, mejora el
flujo sanguíneo, disminuye los acúfenos (aunque la calidad
de la evidencia sería baja).
Un estudio randomizado a doble ciego de Taslimi S. et al.
(37) sobre ondansetrón, parece que disminuye la intensidad
de los acúfenos y brinda una mejoría auditiva (23).
Zinc y otros suplementos como el omega 3 han sido bené-
ficos, particularmente en ancianos con déficit de estos
elementos (30).
Los fármacos indicados para el tratamiento específico de
enfermedades generales que tienen acúfenos en su conste-
lación sintomática, como por ejemplo entre muchas otras:
la hipertensión arterial, hiperinsulinemia, diabetes mellitus,
hipercolesterolemia, hipotiroidismo, déficits de vitaminas
del grupo B, o de algunos minerales como el zinc, todas ellas
tienen tratamientos farmacológicos eficaces para la enfer-
medad en sí misma y su utilización mejorando el estado de
salud, puede lograr atenuar los acúfenos que las acompañan.
10. A futuro se está trabajando en líneas de investiga-
ción muy activas,
en particular sobre una con antagonistas
de NMDA o AMPA y otra con corticoide (Otonomy, OTO-311
en fase 1 y OTO-104 en fase 2). Otonomy Inc. de San Diego,
California, es una compañía biofarmacéutica de áreas clínicas,
que se ha centrado en el desarrollo y comercialización de tera-
pias innovadoras para enfermedades y trastornos del oído. En
noviembre de 2015, la FDA ha autorizado la aplicación del
nuevo fármaco OTO-311 “para investigación clínica” en fase 1,
como posibilidad al tratamiento de acúfenos por medio de una
única administración intratimpánica. Se trata de una fórmula
que permite la liberación prolongada en el oído interno de
la
glacidina, “antagonista” de los receptores N-metil-D-as-
partato (NMDA).
Datos clínicos y emergentes parecen apoyar
su uso en el control del tinnitus merced a su acción bloqueante
sobre esos receptores excitatorios.
El OTO-104, ha sido probado por Lambert PR, Nguyen S et
al. en un estudio a doble ciego contra placebo. Se trata de
un hidrogel a base de poloxámero fosfolipídico que contiene
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2016; 27(6) 848-862]