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alimentario son característicos. Así lo es también en la época

de verano, donde la concurrencia a piscinas hace elevar la

incidencia de otitis externa por la entrada de agua contami-

nada en los oídos. En adultos, la otalgia referida es mucho

más frecuente, ya sea de origen nasal, faríngeo, dental o

músculo esquelético (1,2).

Las características del dolor también pueden ayudar en el

diagnóstico del origen de la otalgia. El dolor asociado a un

proceso infeccioso es continuo y tiende a ir en aumento con

el paso de las horas o días, en cambio el dolor intermitente

se podría asociar a un problema de la articulación témporo-

mandibular y desencadenarse en relación a movimientos de la

boca. Los síntomas como otorrea, plenitud ótica o baja auditiva

sugieren una otalgia primaria y los síntomas como fiebre, dolor

de garganta, reflujo gastroesofágico, molestias nasosinusales o

dentales se asocian más a una otalgia referida.

El examen físico debe considerar una cuidadosa revisión del

pabellón auricular, el área post auricular, conducto auditivo

externo y la membrana timpánica. Además de un cuida-

doso examen completo de las fosas nasales, cavidad oral,

el cuello y la laringe. En la mayoría de los casos, la historia

y los hallazgos del examen físico son suficientes para hacer

el diagnóstico de la causa de la otalgia, ya sea primaria o

referida, pero en algunas ocasiones es necesario comple-

mentar el estudio con otros exámenes como: audiometría,

impedanciometria, tomografía computarizada, resonancia

nuclear magnética o endoscopias.

A. Otalgia primaria

La causa más frecuente de otalgia primaria es la enfermedad

infecciosa aguda del oído, pero también puede deberse a

enfermedades crónicas, trastornos mecánicos, neoplasias o

disfunción de la trompa de Eustaquio.

I.- Trastornos del oído externo: se sugiere hacer una

numeración

1. Foliculitis aguda

es un cuadro doloroso, generalmente

resultado de la infección por bacterias Gram-positivas de un

folículo piloso obstruido. Por esta razón, se encuentra restrin-

gido a la parte más lateral del conducto auditivo externo

donde se encuentran los pelos. En ocasiones puede evolu-

cionar a un pequeño absceso y producir una inflamación de

los tejidos más profundos como una pericondritis. El trata-

miento debe incluir antibióticos sistémicos efectivos contra

Staphylococcus Aureus

y en ocasiones una incisión o drenaje

pueden ayudar a aliviar el dolor y acelerar la recuperación.

2. Otitis externa difusa

corresponde a un proceso infec-

cioso de la piel del oído externo. Tiene una mayor prevalencia

en los meses de verano por la entrada de agua contaminada

del mar o piscinas en el oído y en quienes manipulan sus

oídos con cotones o usan audífonos que impiden la expul-

sión normal del cerumen. Encontramos grados variables de

la enfermedad que van desde: la inflamación de la piel del

conducto que puede estar enrojecida, sensible y dolorosa a la

tracción de la oreja; al edema y obstrucción del conducto por

restos de piel, cerumen macerado y/o secreción purulenta.

La otalgia se puede acompañar de sensación de oído tapado,

baja auditiva, picazón y eventualmente otorrea. En el examen

físico podemos encontrar un conducto eritematoso e infla-

mado que nos impide ver su porción medial y la membrana

timpánica. La infección puede extenderse a los tejidos del

pabellón auricular haciendo muy dolorosa su movilización.

Las bacterias más frecuentemente encontradas son las:

Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus, bacilos Gram

negativos

y ocasionalmente hongos.

El tratamiento consta de:

• Limpieza del conducto auditivo externo, que habitual-

mente está muy sensible y estrecho, debiendo en ocasiones

retrasarse uno o dos días para remover los restos de cerumen

y piel macerados. Si es necesario este procedimiento debe

ser repetido.

• Gotas otológicas con antibióticos que logran una alta

concentración en los tejidos afectados reduciendo la

formación de cepas resistentes (3). Si se acompaña de un

proceso inflamatorio importante se pueden indicar las que

contienen además corticoides para disminuirlo (4). La dura-

ción del tratamiento debe ser de al menos 7 días.

• Evitar la entrada de agua en los oídos.

• Analgésicos anti-inflamatorios por vía oral como ayuda al

manejo del dolor.

• Calor local

La correcta colocación de las gotas permite el éxito del trata-

miento. El paciente debe acostarse de lado. Las gotas deben

ser administradas por “otra” persona para evitar la colocación

excesiva y los problemas asociados (hongos, maceración de la

piel, entre otros). Deben estar tibias (37

°

) para evitar mareos

o vértigos y permanecer 5 minutos en esa posición.

El uso de antibióticos sistémicos está reservado solo en

caso de sospecha de complicación y extensión del proceso

inflamatorio a tejidos vecinos, siendo los más utilizados las

quinolonas (5).

Debe plantearse el diagnóstico diferencial con un cuadro

de otitis media aguda supurada, si logramos visualizar la

membrana timpánica normal o levemente enrojecida se

confirma el diagnóstico de una otitis externa. A su vez si

[OTALGIA, DOLOR EN EL OÍDO - Dr. Ernesto Ried]