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INTRODUCCIÓN
La exposición a la contaminación atmosférica está presente
en todos los lugares, especialmente en los sitios urbanos, y
puede afectar a toda la población a lo largo del ciclo vital
(1). Múltiples estudios y revisiones sistemáticas han cata-
logado la contaminación atmosférica como una causa esta-
blecida de morbilidad y mortalidad, lo cual ha posibilitado
el establecimiento de políticas de calidad del aire dentro de
los países. No obstante, gran parte de la población mundial
continúa viviendo en zonas con deficiente calidad del aire
y debido a los cambios en las tecnologías de combustión,
los combustibles y la producción industrial, posiblemente
la toxicidad de la contaminación del aire se vea afectada así
como la exposición de las personas.
El término
“contaminación atmosférica”
tiene dife-
rentes definiciones, aunque todas referidas a la presencia
de sustancias nocivas en la atmósfera en concentraciones
que podrían llegar a provocar daño, ya sea a la salud de la
población o a diferentes ecosistemas (2,3). Los distintos
contaminantes atmosféricos se pueden clasificar en
contaminantes primarios
, que son aquellos emitidos
directamente a la atmósfera, por ejemplo el monóxido
de carbono (CO); o
contaminantes secundarios
, los
cuales se forman en la atmósfera a partir de reacciones
químicas de sus precursores, como por ejemplo el ozono
(O
3
), formado por reacciones de contaminantes primarios:
compuestos orgánicos volátiles (COVs) y óxidos de nitró-
geno (NOx) (4). Por otro lado, también se puede hacer
una diferencia según la fuente de emisión de los conta-
minantes, ya sean biogénicos o de origen natural (ej:
erupción volcánica); o antropogénicos, que corresponden
a contaminantes producidos por la intervención humana.
Debido a que la naturaleza de los contaminantes varía
enormemente así como su presencia, variabilidad y
efectos en la salud, la
Environmental Protection Agency
(EPA) consideró, con fines regulatorios, una división,
clasificándolos entre
contaminantes criterio
y
conta-
minantes no criterio
. Los contaminantes criterio son
aquellos que dada su naturaleza y fuentes están presentes
en todos los lugares y que razonablemente se puede anti-
cipar que son un peligro para la salud pública y el medio
ambiente. Por esta razón se definen estándares de calidad
del aire en los países con el objetivo de proteger la salud
pública, incluyendo la protección contra efectos adversos
a la salud con adecuado margen de seguridad (5,6). La
Tabla 1 muestra los contaminantes criterio y sus princi-
pales fuentes de emisión.
Las fuentes de emisión de contaminantes, generalmente,
se describen como móviles o estacionarias. La principal
fuente móvil de contaminación del aire es el transporte
por carretera, el cual se refiere a todas las emisiones de
tráfico vehicular, independiente del tamaño o la fina-
lidad del vehículo y cuyas emisiones se producen muy
cerca de los lugares donde la gente vive, trabaja, pasea
y viaja. Las fuentes estacionarias, en cambio, se refieren
a instalaciones fijas (industrias) que en sus procesos de
producción utilizan la quema de diferentes combustibles.
También existen otras fuentes, menos frecuentes o inter-
mitentes, como los incendios forestales y la quema de
biomasa o basura, así como también fugas desde opera-
ciones industriales. Finalmente, parte de la contamina-
ción del aire también proviene de procesos naturales (ej:
erupciones volcánicas, tormentas de polvo, entre otras)
(5, 6).
La contaminación del aire está constituida por una
mezcla compleja de contaminantes debido a las nume-
rosas fuentes de emisión de éstos, lo cual hace difícil el
estudio de sus efectos en salud. Por otro lado, una vez
en la atmósfera, los contaminantes emitidos por las
diferentes fuentes se transforman y son afectados por
factores ambientales como la temperatura y la humedad.
Estos procesos modifican la composición y por lo tanto,
probablemente, la toxicidad o propiedades biológicas
de la mezcla (1). Por ejemplo, al estudiar las consultas
diarias de urgencia por enfermedades respiratorias, tanto
el O
3
como el material particulado (MP) parecen afectar
en mayor medida cuando ambos contaminantes están
presentes.
Como la salud es el resultado de una amplia gama de
factores exógenos y endógenos, que interactúan de
manera compleja, el tipo y extensión del efecto en la salud
relacionado con la contaminación del aire podrá depender
de varios factores: características físicas y químicas de
los contaminantes, estado anatómico o fisiológico de la
persona, su patrón de respiración o nivel de actividad,
entre otros. Además, los contaminantes pueden entrar
al sistema respiratorio a diferentes niveles: las partículas
gruesas afectan principalmente a las vías respiratorias
superiores, mientras que las partículas finas pueden llegar
a las vías respiratorias más pequeñas y alvéolos, aunque
también se depositan en la nariz. La toxicidad de las
partículas también dependerá de los diversos productos
químicos adsorbidos en su superficie. Los gases solubles
en agua, como el dióxido de azufre (SO
2
), reaccionan con
la capa mucosa de las vías aéreas superiores mientras que
los gases menos solubles, como el dióxido de nitrógeno
(NO
2
), tienen más posibilidad de llegar a los alvéolos. No
obstante, la mayor parte de los procesos por los cuales
la mezcla de contaminantes afecta a la salud aún no se
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(1) 111-118]