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Society
(ATS) definió efecto adverso en salud respiratoria
como “...cambios médicos significativos, fisiológicos o
patológicos generalmente evidenciados por uno o más de
los siguientes aspectos:
(i) Interferencia con la actividad normal del afectado
(ii) Enfermedades respiratorias episódicas
(iii) Enfermedad discapacitante
(iv) Daño permanente respiratorio
(v) Disfunción respiratoria progresiva
A esta definición, en el año 1999 se agregaron nuevos
aspectos que incluyen la presencia de biomarcadores,
disminución de la calidad de vida, impacto fisiológico,
aparición de síntomas relacionados a la exposición, y los
cambios en la distribución del factor de riesgo (11).
Además, la ATS caracteriza el espectro de respuestas a la
contaminación del aire como una pirámide, donde la base
representa una mayor cantidad de población expuesta
(personas sanas o menos sensibles) y que presenta las
consecuencias más comunes, tales como efectos subclí-
nicos y pequeños cambios en funciones fisiológicas (ej,
presencia de algunos marcadores en sangre). Luego, a
medida que se sube en la pirámide, comienzan a aparecer
efectos más severos tales como síntomas, uso de medi-
camentos, hospitalizaciones y finalmente la muerte,
aunque el número de personas afectadas por los efectos
más extremos es mucho más pequeño que los afectados
por resultados menos graves. Es decir, la frecuencia de
aparición del efecto en salud está inversamente relacio-
nado con la severidad (7,11).
En los niños existe un amplio rango de problemas respi-
ratorios originados por la contaminación atmosférica. Los
estudios los dividen en efectos agudos o de corto plazo
y efectos crónicos o de largo plazo. Ha sido difícil aislar
la magnitud del efecto de cada componente, pues éstos
interactúan entre sí y algunos pueden actuar de manera
sinérgica potenciando o debilitando los efectos obser-
vados. Los efectos de corto plazo están mejor estable-
cidos que los de largo plazo.
Dentro de los efectos agudos, se ha demostrado infla-
mación de la vía aérea (12), hiperreactividad bronquial,
síntomas respiratorios como irritación de nariz y garganta,
consultas a urgencia, hospitalizaciones y alteraciones
transitorias de la función pulmonar. Los niños en edad
escolar o preescolar que están expuestos a contamina-
ción, tienen más tos y más episodios de bronquitis aguda
que los no expuestos. Un gran estudio llevado a cabo en
Estados Unidos que investigó la relación entre la morta-
lidad infantil por causa específica y la exposición a MP y
gases contaminantes que incluyó 3.5 millones de naci-
mientos, encontró que la exposición a MP es un factor
de riesgo para mortalidad postneonatal por causa respi-
ratoria y sugirió que el O
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está asociado con síndrome
de muerte súbita (13). Los hallazgos de este estudio son
recomendados por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) para estimación de impactos en salud de la conta-
minación atmosférica (14).
Asma y contaminación atmosférica:
La relación
entre asma y contaminación del aire ha sido muy estu-
diada. En niños con diagnóstico previo de asma hay
bastante acuerdo que la contaminación atmosfé-
rica, especialmente la relacionada con el tráfico vehi-
cular, puede desencadenar o exacerbar los síntomas
de asma (7,15). También hay suficiente evidencia para
inferir causalidad entre aumento de hospitalizaciones o
visitas a urgencia por asma y los cambios diarios de la
contaminación (16).
Lo que está en discusión o hay evidencia sugestiva, es
una asociación entre incidencia de asma y contamina-
ción atmosférica (17-19). El aumento sostenido de la
prevalencia del asma en las últimas décadas ha llevado a
plantear como causa a factores ambientales, ya que no es
plausible una explicación debida a cambios genéticos en
tan corto plazo. Dentro de los factores ambientales estu-
diados están la dieta, el tabaco, la exposición alergénica
y la contaminación ambiental. La relación entre contami-
nación atmosférica y mayor incidencia de asma es bioló-
gicamente plausible (10). Se han propuesto una serie de
mecanismos para explicar cómo la contaminación del aire
puede contribuir a casos nuevos de asma. Algunos de los
mecanismos propuestos son: daño por estrés oxidativo,
remodelación de la pared de la vía aérea, inflamación, y
aumento de la sensibilización a aéroalergenos. Este último
aspecto se explicaría por qué las partículas pueden actuar
como transportadores de alérgenos a zonas de la vía
aérea donde habitualmente no llegan, el aire contami-
nado puede aumentar la permeabilidad del epitelio con
una mayor exposición de las células involucradas en la
respuesta inmunológica a alérgenos, y también las partí-
culas pueden actuar como adyuvantes (10). Hay que dejar
en claro que si bien existe una plausibilidad biológica,
demostrar esta asociación en estudios epidemiológicos
es difícil. Algunos estudios muestran una asociación posi-
tiva débil entre contaminación relacionada con el tráfico
y aumento de la incidencia de asma infantil. En un revi-
sión sistemática se investigó específicamente la aparición
de asma en niños y factores ambientales (17), encontrán-
dose una asociación positiva con MP2.5 y débil con NO
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.
La asociación con ozono ha sido contradictoria.
[CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICAEFECTOS EN LA SALUD RESPIRATORIA EN EL NIÑO - Dr. Carlos Ubilla y col.]