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que disminuirá aún más el acotado presupuesto hospitalario.

Las restricciones financieras serán para todos igual; muchos

administradores de atención de salud se darán cuenta que

colocar todos los huevos “geriátricos” en una misma canasta

(el SU) en el caso de investigación médica, iniciación de la

transición en apoyo social o en una infraestructura de aten-

ción de salud de largo plazo y la localización de un equipo

multidisciplinario, creará una solución económica y simple.

En ese escenario, los proveedores de atención primaria,

tendrán menos acceso a dichos servicios, arriesgando la falta

de sus esfuerzos para el SU a menos que el nuevo sistema

cuente con rápido acceso desde la comunidad.

Varias organizaciones médicas en los Estados Unidos han

colaborado para producir una guía que oriente la unidad

de urgencia geriátrica (6). Aparte de recomendaciones de

infraestructura, también dan guías para chequeos médicos,

administración de medicamentos, evaluación de caídas,

delirio, demencia y cuidados paliativos. La clave para el éxito

es la protocolarización de los cuidados médicos mediante un

efectivo traspaso del conocimiento, al igual que una defini-

ción clara de roles de la unidad de urgencia geriátrica o SU

geriátrico desde la comunidad y la duración de la estadía en

dicha unidad. En línea con la noción económica, el chequeo

médico para diagnosticar futuros resultados adversos, se

transforma en un aspecto crucial de la función de la unidad

de urgencia geriátrica; lamentablemente las estrategias

existentes no son suficientes (7).

El incremento de las necesidades de los adultos mayores se

hace evidente, y la unidad de urgencia geriátrica tendrá que

considerar:

1) El desacondicionamiento después de la lesión o enfer-

medad.

2) Disminución de la función cognitiva.

3) Pérdida de independencia funcional.

4) Dificultad de adaptación a los ambientes diferentes a

impedimentos físicos cada vez mayores.

5) Apoyo, en las comidas, baño del adulto mayor, necesi-

dades médicas (curación de heridas, diálisis peritoneal, etc.).

La unidad de urgencia geriátrica deberá tener dispo-

nible, un equipo paramédico muy completo que incluya:

fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, trabajador social,

enfermero(a) geriátrico(a), enfermero(a) para curación de

heridas y enfermeros(as) cuidadores(as) en casa. Tanto las

enfermeras(os) como los farmacéuticos dentro de la unidad

deberán tener experiencia específica en geriatría. Para un

buen flujo en la unidad, deberá poder transferir pacientes

directamente a cuidados ambulatorios o a camas de rehabi-

litación fuera del centro médico. También deberá ser capaz

de asegurar cuidado en casa dentro de las 12-24 horas del

alta médica. Además, deberá proveer un riguroso cuidado

médico como los 4 medicamentos diarios y la rehabilita-

ción del cuidado de heridas, el apoyo en la alimentación, la

evaluación de riesgo de caídas, etc., también deberá estar

disponible oportunamente. La unidad de urgencia geriá-

trica no puede ser construida en forma aislada, sino dentro

del Servicio de Urgencia establecido para este paradigma.

Esto aún no sucede sistemáticamente en Canadá, ponién-

dose demasiada carga de trabajo en el equipo de la unidad

de urgencia. Si los adultos mayores están presentes las 24

horas al día en la unidad de urgencia, el equipo multidis-

ciplinario tendría que estar disponible 7 días a la semana,

16 horas al día como mínimo, o el sistema corre riesgo de

verse sobrepasado con pacientes que esperan para que los

chequeen diferentes miembros del equipo.

La infraestructura física de la unidad de urgencia geriá-

trica, deberá incluir camas que puedan adaptarse a las

limitaciones físicas de los adultos mayores; baños cercanos

adaptados; grandes relojes de pared con hora y fecha, que

puedan ser leídos desde cualquier cama; un área dedicada

a la fisioterapia (no un pasillo) para evaluar la función del

paciente; y áreas de reunión con miembros de la familia.

Aunque estas instalaciones van a beneficiar especialmente

a los adultos mayores, también serán muy valiosas para

pacientes y familias de casi cualquier grupo etario.

USO ADECUADO DE UNA UNIDAD DE URGENCIA

GERIÁTRICA: LA GENTE CORRECTA

Tal como se describió arriba, una unidad de urgencia geriá-

trica no puede estar construida aisladamente sino dentro

de un sistema. El bloqueo de salida desde la unidad de

urgencia geriátrica debe minimizarse dando prioridad a los

pacientes de transferencia a centros de salud alternativos

cuando sus necesidades sociales son su problema principal.

En forma similar, el sistema de salud necesita configurar

mejor la atención del paciente fuera del hospital para mini-

mizar derivaciones a la unidad de urgencia.

Los registros médicos hospitalarios o ficha clínica necesitarán

ser compartidos a través del sistema. Las bases de datos de

medicamentos ya están siendo una ayuda para el equipo de

salud que traten con pacientes que no saben o no pueden

decirnos qué medicamentos están tomando. Los errores de

medicación ocurren frecuentemente al momento del tras-

lado de un servicio a otro, ya sea de la unidad de urgencia a la

sala, o desde un centro de cuidado a largo plazo a la unidad

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 277-281]