Previous Page  128 / 180 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 128 / 180 Next Page
Page Background

284

la de ácido clorhídrico, disminuye la masa hepática, el

flujo hepático y la síntesis de albúmina. La vida media

de algunos fármacos se prolonga, lo que hace necesario

ajustar las dosis en forma individual (9). Se produce una

anorexia fisiológica, con menor ingesta de alimentos y

líquidos lo que los predispone a la constipación (10).

El sistema nervioso periférico y central también se ven

afectados, aumenta la prevalencia de demencia y dete-

rioro cognitivo, disminuye la percepción del dolor y en

cuadros quirúrgicos generalmente no hay irritación peri-

toneal (11).

2. Medicamentos

Los adultos mayores toman en promedio 4.2 medica-

mentos por día (rango entre 0 a 17 medicamentos), con

91% recibiendo al menos 1 y 13% 8 o más (12). La polifar-

macia puede enmascarar la presentación de algunas pato-

logías y generará otras.

La mayoría son usuarios de antiinflamatorios no esteroi-

dales (AINES) que aumentan el riesgo de patología péptica

y renal. Los corticoides también son de uso frecuente,

se asocian a patología péptica, bloquean la respuesta

inflamatoria esperada frente al proceso agudo intra-

abdominal, alteran el recuento de leucocitos, dificultando

aún más la interpretación del cuadro clínico. Los antico-

linérgicos pueden producir dolor abdominal a través de

retención urinaria o íleo. Los beta bloqueadores pueden

frenar la taquicardia compensatoria esperada en los

cuadros inta-abdominales graves. Los antibióticos pueden

producir dolor abdominal, diarrea, vómitos e infección por

Clostridium difficile.

Al entrevistar al paciente adulto mayor con dolor abdo-

minal es de vital importancia que el médico logre obtener

el listado completo de medicamentos que utiliza en forma

habitual, ya sea bajo indicación médica como sin ella.

ENFRENTAMIENTO GENERAL

Anamnesis

:

A medida que los adultos mayores van envejeciendo es

cada vez más frecuente que padezcan de algún grado

de deterioro cognitivo, auditivo o visual, dificultando la

comunicación efectiva con el médico. Además el deterioro

cognitivo empobrece el relato de los síntomas ya que no

los recuerdan o no quieren asumirlos por miedo a perder

su independencia.

Es fundamental que el médico siempre entreviste al fami-

liar o cuidador a cargo del paciente y poder así obtener

una anamnesis más completa y confiable.

Examen físico

Los cambios inherentes al envejecimiento debilitan la

utilidad del examen físico ya que favorecen las presenta-

ciones atípicas de las enfermedades clásicas.

Sólo el 17% de los pacientes con apendicitis perforadas,

tienen clínica de peritonitis (13). La musculatura de la

pared abdominal se atrofia por lo que no evolucionan con

irritación peritoneal.

Es prudente interpretar con cautela los hallazgos encon-

trados en el examen físico. Los signos vitales suelen estar

normales, incluso en presencia de una patología grave.

Es más frecuente que al momento de la consulta se

encuentren hipotérmicos que febriles (14). La taquicardia

compensatoria puede estar ausente ya sea por el uso de

medicamentos como los beta bloqueadores o por anor-

malidades intrínsecas del sistema éxito-conductor. Cifras

tensionales normales pueden reflejar hipotensión en un

paciente hipertenso crónico. La taquipnea puede verse

como respuesta al dolor o ser el mecanismo compensa-

torio de una acidosis metabólica secundaria a sepsis o

isquemia intestinal.

El examen físico no debe limitarse al abdomen, evaluar el

estado general del paciente, nivel de conciencia, volemia,

mucosas, conjuntivas en busca de palidez, etc. El examen

cardiopulmonar es crucial, puede orientar al diagnóstico si

se encuentran signos de neumonía, insuficiencia cardiaca

congestiva o pericarditis. Es de particular importancia la

detección de fibrilación auricular ya que aumenta el riesgo

de isquemia mesentérica.

El examen físico abdominal debe ser completo, prestar

especial atención a cicatrices, distensión abdominal, visce-

romegalia, equimosis, masas, soplos. Buscar dirigidamente

hernias que pueden ser la causa de obstrucción intestinal.

Laboratorio

En este grupo de pacientes no dudar en solicitar exámenes

de laboratorio que puedan ayudar en el proceso diagnós-

tico, teniendo en cuenta que su interpretación debe ser

cuidadosa.

Hay consideraciones que debemos tener al momento de

analizar los resultados; es habitual encontrarse con valores

normales en presencia de patologías graves y quirúrgicas

(15). La hiperamilasemia no es específica de pancreatitis,

se eleva también en cuadros de isquemia mesentérica. La

hematuria es propia de urolitiaisis, infecciones urinarias,

pero también en apendicitis, diverticulitis, hasta incluso

en condiciones más graves como aneurisma aórtico roto

(AAA). El hallazgo de bacteriuria es muy común y no signi-

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 282-290]