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un poco mayores (1 a 2mg vía endovenosa), sin embargo,
recordar que en pacientes mayores frágiles no es aconsejable
usar dosis mayores de 5mg en 24 horas.
Las benzodiacepinas tienen un rol limitado en el manejo del
delirium, su indicación se restringe al delirium por depriva-
ción de benzodiacepinas o alcohol, o cuando los neurolép-
ticos están contraindicados (39,40). Ellas tienen un inicio
de acción más rápido comparado con antipsicóticos, pero
pueden empeorar la confusión y la sedación.
En pacientes en unidades de pacientes críticos, se ha usado
dexmedetomidina y tiene una mejor respuesta que el uso de
benzodiacepinas, en términos de delirium (41). En la tabla 4
se detallan las recomendaciones de antipsicóticos, su perfil
de seguridad y los esquemas de administración.
CONCLUSIONES
El delirium es una urgencia médica muy prevalente y
subdiagnosticada en todos los niveles asistenciales, incluido
el servicio de urgencia. Se asocia a más complicaciones,
morbilidad, deterioro funcional e incluso mayor mortalidad
ajustando por edad y patologías de base. Por ello, el paciente
con delirium es un desafío, que requiere evaluación y manejo
en forma prioritaria. Para esto existen recomendaciones que
incluyen el uso de herramientas de tamizaje validadas, así
como el identificar activamente a los pacientes con factores
predisponentes y precipitantes.
En cuanto al manejo, el objetivo principal es encontrar la
causa subyacente y tratarla.
A nivel hospitalario, la estrategia más costo-efectiva es la
prevención primaria del delirium implementando proto-
colos estandarizados, interdisciplinarios y multifactoriales,
que logran reducir hasta el 40% de los casos y esto es hoy
un indicador de calidad asistencial. Respecto al manejo
farmacológico, la evidencia aún es débil y debe reservarse
a pacientes agitados, usando la mínima dosis efectiva de
antipsicóticos de alta potencia, con titulación cautelosa
de éstos y monitorizando de cerca la aparición de posibles
efectos adversos.
Adicionalmente, a nivel de sociedad se debe fomentar que
las personas adultas, especialmente aquellas de edad avan-
zada, frágiles o con múltiples comorbilidades, conversen
y expresen sus voluntades de cuidado a sus familiares
cercanos y a sus médicos de cabecera con el fin de faci-
litar la toma de decisiones en situaciones complejas, espe-
cialmente cuando la persona afectada se encuentra con
sus facultades mentales alteradas, como es el caso de los
pacientes con delirium.
En suma, este síndrome es un buen ejemplo de cómo la
medicina debe adaptarse a los nuevos usuarios del sistema
de salud que requieren un manejo integral, interdiscipli-
nario y cuidados específicos en distintos niveles asisten-
ciales.
TABLA 4. MANEJO FARMACOLÓGICO EN DELIRIUM
AGENTE
MECANISMO DE ACCIÓN
DOSIS
BENEFICIOS
EFECTOS ADVERSOS
Haloperidol
Antipsicótico típico
0.25-1mg vo, im, sc o
ev (con monitor) c/4h o
SOS agitación
Poco sedante y pocos
efectos hemodinámicos
Síntomas extrapiramidales
si dosis mayor a 3 mg/d,
prolonga intervalo QT
Risperidona
Antipsicótico atípico
0.25-1mg vo c/4h o
SOS agitación
Poco sedante y pocos
efectos hemodinámicos
Menos síntomas
extrapiramidales que
Haloperidol. Prolonga QT
Olanzapina
Antipsicótico atípico
2.5-5mg vo, sl o im
c/12 h, máx 20mg/24h
Menos síntomas
extrapiramidales que
Haloperidol
Más sedante que
Haloperidol
Quetiapina
Antipsicótico atípico 25-50mg vo c/12h
Menos síntomas
extrapiramidales que
Haloperidol. Se usa en
Parkinson
Más sedante que
Haloperidol, hipotensión
Lorazepam
Benzodiacepinas
0.25-1mg vo o ev c/8h
o SOS agitación
Elección en abstinencia
OH, BDZ o antecedente
de Síndrome
neuroléptico maligno
Más agitación paradójica
que Haloperidol. Depresión
respiratoria
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 301-310]