200
Teniendo en consideración esto y de acuerdo a las cifras
que se han mostrado en este trabajo solo se puede esperar
que, de mantener el modelo de atención sin modifica-
ciones o solo realizando cambios marginales, la situación
continuará agravándose en los próximos años. Sumado a
lo anterior, el hecho de reconocer que las cifras actuales
de mortalidad de las UEH alcanzan cifras lamentables (1)
debe darle un sentido prioritario a la búsqueda de solu-
ciones de fondo al problema que se fórmula.
Hoy día, la orgánica institucional establece que el aparato
prestador de urgencia está representado a nivel de la red
de atención bajo la tuición de la subsecretaria de redes
asistenciales y específicamente bajo dependencia de la
División de Gestión de Redes Asistenciales (DIGERA).
Dentro de esta división se encuentra el Departamento de
Procesos Clínicos Integrados que comprende la supervisión
de los procesos de las UEH. Por otra parte, se encuentra
el nivel de atención de urgencia primario, representado
en los SAPU, cuya coordinación se verifica en la División
de Atención Primaria (DIVAP). La articulación o mesoges-
tión de los SAPU – UEH depende de cada SdS que cuenta
con un coordinador de red de urgencia. Independiente de
ambos, se encuentra el SAMU que actualmente depende de
la DIGERA, pero en términos prácticos tiene una orgánica
propia autónoma e independiente con distintas versiones
administrativas dependiendo del SdS al cual pertenecen.
Cada región cuenta con un centro regulador con el propó-
sito de coordinar la operación de intervención al nivel local.
Las capacidades de soporte de cada uno de estos centros
son disímiles entre regiones existiendo algunos que
cuentan con adecuadas capacidades de comunicaciones y
de Tecnología de Información (TI) para realizar su trabajo,
como otras cuyo soporte está por debajo de un estándar
mínimo requerido para poder responder adecuadamente
con la exigencia que estas unidades tienen.
Teniendo en consideración la magnitud del desafío que
como país se debe abordar, a objeto de responder a una
creciente y sentida demanda ciudadana enfrentada a
situaciones de urgencia que muchas veces se transforman
en emergencias vitales y teniendo en consideración que
los esfuerzos realizados hasta ahora no han mostrado
los resultados esperados, es necesario revelar el nivel de
importancia que esta organización requiere.
Nuestro país necesita una nueva institucionalidad que
planifique, implemente y coordine toda los procesos de
atención de situaciones de urgencia en coordinación con
los distintos niveles de atención con que cuenta la red
pública y privada de prestadores de salud.
Entre las medidas que se sugieren, está el reconocer la
importancia de contar con una dirección nacional de la
red de urgencia cuyo asiento esté en la actual SSRA y que
cuente con las herramientas e instrumentos para poder
diseñar e implementar un plan de reformulación de la
propuesta de atención hoy día existente.
A.2. Contención responsable de la demanda sobre la RdU
El reconocimiento de la alta demanda por la atención de
urgencia y las dificultadas que existen para poder entregar
respuestas oportunas en tiempos
<
12 horas para aque-
llos pacientes que requieren hospitalización, hace nece-
sario analizar cuál es la composición de esta demanda de
urgencia. De manera progresiva se ha observado que las
consultas pueden ser resueltas en dispositivos de baja
complejidad (1). A partir de esta composición, hace casi
20 años se instauraron los SAPU con el propósito de esti-
mular la consulta en niveles locales y de menor comple-
jidad. Con el transcurso del tiempo, la data existente dice
que los dispositivos de baja complejidad resuelven el 66%
de la demanda total de la RdU, sin embargo esto no ha
significado que el problema de oportunidad de atención y
hospitalización de los pacientes complejos que acuden a las
UEH se haya resuelto (1). Por este motivo no resulta perti-
nente continuar intentando resolver en el nivel primario la
atención que por su naturaleza requiere ser resuelta en los
servicios de alta complejidad, es decir las UEH. Las inter-
venciones deben hacerse sobre los procesos de atención al
interio de las UEH, que se analizaran más adelante y a nivel
de macro gestión al cual se ha hecho referencia.
Adicionalmente, las estrategias que buscan solucionar
las coberturas de atención en el nivel primario pueden
producir un retardo en las intervenciones cuya ventana
de tiempo de resolución es clave para el pronóstico de los
enfermos como por ejemplo emergencias cerebrovasculares
y el trauma solo por mencionar algunos. En último término
se podría convertir a la red SAPU en su conjunto, en hospi-
tales sin resolución de patología crítica y hospitales sin cama.
En Chile, una de las estrategias que ha permitido regular e
incluso disminuir la demanda de los distintos dispositivos
de la RdU ha sido aumentar consistentemente la oferta
de horas programadas en horario vespertino para aten-
ción primaria electiva. De esta manera se optimizan los
niveles de control de pacientes crónicos, disminuyendo la
incidencia de descompensación y consulta en Servicios de
Urgencia entre un 19-25% y la tasa de hospitalización en
un 30% (2).
Para finalizar, se debe mencionar que las estrategias de
educación de la población en el uso correcto de la RdU,
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 199-205]