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no ha logrado demostrar algún impacto sobre la demanda
(3) incluso, algunos han demostrado efectos deletéreos
como los generados por los “
gate-keeping
”, que desin-
centivan la consulta de los grupos más vulnerables de la
población (4).
Sin embargo, esto no debe inducir al abandono de las
estrategias de educación y mayor involucramiento de la
población acerca de sus problemas de salud. Hoy existe
importantes esfuerzos que apuntan a lograr una mayor
participación de la ciudadanía, con el propósito que
asuma mayores responsabilidades sobre el cuidado de su
salud. En este contexto es posible introducir elementos
que permitan crear mayor conocimiento sobre la perti-
nencia de la asistencia a servicios de urgencia. De manera
complementaria los programas de educación pueden
verse favorecidos por la generación de servicios de orien-
tación en línea.
A.3. Mejorar la capacidad de salida desde la UEH
Disponibilidad de camas
En primer lugar, la salida de los pacientes estará deter-
minada por una parte en la eficiencia y fluidez de los
distintas estrategias de atención dentro del servicio de
urgencia.
Por otra parte, en consideración al déficit estructural que
tiene Chile de camas críticas en la red estatal, necesaria-
mente se deberá seguir abordando la oferta mediante la
inclusión de todas las camas críticas disponibles del país
mediante la complementariedad público-privada. Esta
debe ser abordada considerando dos elementos funda-
mentales:
El primero se refiere a la operación que permita optimizar el
flujo de pacientes entre instituciones, estableciendo proto-
colos y criterios de traslado debidamente consensuados
entre los diferentes actores involucrados; y el segundo
componente son los mecanismos de pago ajustados a
riesgo que favorezcan el uso eficiente de los recursos con
un estándar de calidad predefinido.
A.4. Diseño de otras estrategias de derivación
1.
Protocolos de contingencia hospitalaria. Definiciones
institucionales de cuáles serán los mecanismos de
respuesta internos del hospital, ante una situación de
sobredemanda de camas por parte de la UEH(5).
2.
Pacientes en situación de calle deben resolverse en el
ámbito de los cuidados socio-sanitarios aún no debida-
mente abordados en nuestro país.
3.
Hospitalización domiciliaria. Considerar los SAR / SAPU
como dispositivos de apoyo.
B. MESO-GESTIÓN
B.1. Optimización de la conectividad de los
componentes de la RdU
A nivel de gestión de la operación de la red y solo con
propósitos de explicar de mejor manera los distintos
niveles de intervención y recomendaciones, a continua-
ción se hace referencia a la coordinación entre lo distintos
prestadores con sus diferentes niveles de complejidad
para posteriormente referirse a la atención en el servicio
de urgencia propiamente tal.
En relación a lo primero, que algunos autores denominan
meso - gestión, es necesario concebir que las recomen-
daciones, necesariamente, deben hacerse sobre la base
de las capacidades existentes. Chile cuenta con un déficit
de oferta en el sistema estatal para resolver una parte de
las demandas de la población. Éstas van, desde la dispo-
nibilidad de camas, recursos humanos adecuadamente
capacitados y equipamiento. También, nuestra geografía
caprichosa hace inviable poder contar con servicios que
den cuenta de todas las necesidades para poblaciones
reducidas, pero, que sin embargo, el estado debe ser
capaz de darle respuesta a sus necesidades más allá de
sus condicionantes geográficas. Estas determinantes
exigen que debamos formular una visión de futuro que se
construya sobre 2 premisas que no son excluyentes, sino
que por el contrario en la medida que seamos capaces
de desarrollarlas nos permitirán construir soluciones que
perduren en el tiempo.
La primera, fortalecimiento del sistema estatal de aten-
ción de salud y particularmente la red de urgencia y la
segunda, explotar adecuadamente la colaboración públi-
co-privado, en especial en aquellas áreas en donde las
brechas de capacidades como las realidades geográficas
hacen imperativo poner a disposición de las personas,
todos los dispositivos con que contamos como país para
dar respuesta a sus necesidades.
Un claro ejemplo de lo anterior es la definición y distribu-
ción estratégica de centros de trauma a lo largo del país.
Como ejemplo, en la RM los pacientes politraumatizados
graves son derivados a distintas UEH sin definiciones
claras preestablecidas, incluso algunas víctimas son aten-
didas inicialmente en un SAPU o derivados a un centro sin
la capacidad final de resolución. Si la unidad receptora
de este tipo de víctimas está adecuadamente dotada de
personal entrenado, equipamiento y experiencia, la opor-
tunidad de sobrevida aumenta considerablemente (6,7)
y con mejores estándares de calidad (8). Por lo anterior,
parte de la re estructuración de la RdU debe considerar
la definición y dotación formal de centros de trauma y la
[DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS DEL SISTEMA DE RED DE URGENCIA (RDU) EN CHILE. RECOMENDACIONES DESDE UNA...(PARTE 2)- Dr. Emilio Santelices y col.]