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Epub;%2016 Aug 1.:19-24.
El autor declara no tener conflictos de interés, en relación a este artículo.
En pacientes en los cuales se sospecha un infarto agudo
al miocardio, el cateterismo coronario de urgencia debe
considerarse, especialmente cuando es un infarto con
segmento-ST elevado (49). Sin embargo, algunos estudios
han demostrado que pacientes con infarto sin segmento-ST
elevado también se benefician de un cateterismo coronario
de urgencia (50). En estas circunstancias, el paciente debe
ser enviado a la sala de cateterismo lo antes posible, dentro
de la ventana terapéutica del infarto con segmento ST
elevado. Algunos expertos opinan que la fibrilación ventri-
cular como mecanismo de paro cardíaco puede ser conside-
rada como indicador de infarto miocárdico e indicación de
cateterismo coronario.
Quizás el tratamiento post-paro cardíaco más discutido es el
uso de hipotermia. Las pautas del 2010 recomendaban iniciar
hipotermia en pacientes que permanecían sin una respuesta
adecuada a estímulos verbales manteniendo la temperatura
central corporal entre 32°C y 34°C por un período entre 12 horas
y 24 horas seguido de un recalentamiento lento de 0.25 a 0.5°C
por hora (51). Sin embargo, un estudio multicéntrico reciente
de calidad superior a los que originaron las recomendaciones
aludidas, demostró el mismo resultado con temperatura central
de33°Co36°C (52). Esteestudiodioorigenal conceptode “
target
temperature management
(TTM)” en el cual se enfatiza el control
preciso de la temperatura dentro de un rango entre 32°C y
36°C sin recomendar una temperatura específica (53), pero
evitando la hipertermia luego de completado la fase de hipo-
termia (53). El tema continuará siendo debatido a la espera de
estudios adicionales. En el intertanto, parece razonable decidir
en una temperatura (entre 32°C o 36°C) y mantenerla – utili-
zando métodos de control de temperatura internos o de super-
ficie – por un período de por lo menos 24 horas.
Finalmente, el manejo de estos pacientes requiere de una
terapia intensiva con personal dedicado y conocedor de
los problemas post-paro cardíaco incluyendo la disfun-
ción miocárdica que característicamente es transitoria
pero puede ser muy severa, el manejo de la injuria isqué-
mica cerebral y la evaluación pronóstica con decisiones
congruentes. Es importante señalar que la recupera-
ción neurológica puede ser completa a pesar un período
prolongado de déficit neurológico. Por lo tanto, debe
evitarse sellar el pronóstico en forma precoz e iniciar
la evaluación luego de un período mínimo de tres días
después de reestablecida la temperatura corporal normal.
CONCLUSIONES
En el ambiente intra-hospitalario, el paro cardíaco habi-
tualmente es precedido por deterioro clínico, lo cual
permite instaurar sistemas de reconocimiento e interven-
ción para su prevención. Cuando el paro cardíaco ocurre,
los principios de manejo son similares a los del paro
cardíaco extra-hospitalario e incluyen el reconocimiento y
activación del sistema de rescate intra-hospitalario, inicio
de maniobras de RCP básica incluyendo el uso de desfibri-
ladores automáticos externos o manuales, RCP avanzada
por el equipo de rescate, y manejo post-paro en unidades
de cuidados intensivos. El ambiente intra-hospitalario
facilita el acceso a monitoreo fisiológico y la posibilidad
de usar técnicas de mayor efectividad hemodinámica.
El manejo post-paro es importante dado el potencial
impacto pronóstico del cateterismo coronario, manejo de
la temperatura central y en el establecimiento del pronós-
tico neurológico.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(2) 228-238]