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peridol, se debe iniciar infusión de propofol o dexmedeto-

midina, por 24 a 48 horas y evaluar. Este manejo debe ser

realizado idealmente por anestesiólogos o intensivistas, en

una unidad de cuidados intermedios o intensivos con control

hemodinámico y con personal entrenado en el cuidado de

estos pacientes (29).

El propofol es una droga hipnótica y sedante utilizada en

anestesia general y como sedante en diferentes procedi-

mientos y en unidades de cuidados críticos. Puede producir

hipotensión arterial y depresión respiratoria (30).

La dexmedetomidinaes un medicamento agonista alfa 2

central, con efectos sedantes, analgésicos e inhibición de

descarga simpática central. Estimula receptores alfa 2 presi-

nápticos de neuronas noradrenérgicas, causando disminu-

ción de la liberación de norepinefrina (NE). Tiene efectos

depresores leves de la ventilación. Se utiliza como coadyu-

vante durante anestesia general y como sedante. Existen

estudios clínicos que sugieren que la incidencia de DPO sería

menor cuando los pacientes reciben dexmedetomidina como

sedante, versus propofol o benzodiazepinas (31).

Después de manejada la agitación se debe mantener al

paciente con neurolépticos orales como haloperidol, rispe-

ridona, quetiapina, etc, para disminuir la activación central y

reducir los episodios de agitación, mientras se recuperan las

funciones intelectuales superiores y se trata la causa desen-

cadenante, si es posible.

B) Tratamiento etiológico

Actualmente el manejo clínico del DPO se basa principal-

mente en la detección de pacientes de riesgo de presentar

DPO, prevención de su desencadenamiento, corrección

de las alteraciones de la homeostasis, tratamiento de las

complicaciones perioperatorias o médicas concomitantes y

en el manejo personalizado de enfermería. No existe hasta

ahora un tratamiento etiológico farmacológico para el DPO.

Como esta entidad sería una manifestación de insuficiencia

cerebral ante el estrés, probablemente por fenómenos infla-

matorios, por falta de síntesis de neurotransmisores (NT), o

por su desbalance, una herramienta terapéutica podría ser

el aporte exógeno de NT o el estímulo de su síntesis. Los

medicamentos antidepresivos aumentan la disponibilidad

de neurotransmisores centrales, pero su inicio de acción es

lento, días o semanas, por lo que no son útiles en este cuadro

de delirio agudo (29).

Una línea de investigación propone administrar drogas

procolinérgicas, las que se utilizan actualmente en el trata-

miento de la enfermedad de Alzheimer, en pacientes con

delirio perioperatorio. Las drogas colinérgicas centrales en

uso clínico actual son: donepecilo, rivastigmine y tacrine. Aún

no se ha logrado demostrar su utilidad en DPO. Las dosis de

donepecilo son 5 a 10mg al día y de rivastignina, 1.5mg cada

8 horas, ambos vía oral (32,33).

Otra línea de tratamiento utiliza melatonina basándose en

que el DPO puede ser desencadenado por alteraciones del

ciclo sueño-vigilia. Aún no está demostrada la utilidad de la

melatonina, pero existen estudios clínicos aún en desarrollo

trabajando en esta línea (23).

Otras investigaciones en curso estudian el efecto profiláctico

de neurolépticos típicos y atípicos para disminuir la actividad

dopaminérgica que estaría aumentada en este cuadro. Se

ha visto utilidad en el uso profiláctico de la risperidona para

disminuir la incidencia de DPO después de cirugía cardiaca y

se ha visto utilidad del haloperidol para disminuir la duración

del DPO (34).

CONCLUSIONES

El delirium perioperatorio es una grave complicación del

paciente mayor, desencadenado por múltiples factores

actuando sinérgicamente, que se puede presentar en un

paciente con o sin alteración cerebral previa.

El DPO del paciente mayor, es la manifestación de la insu-

ficiencia del sistema nervioso central para enfrentar un

aumento de requerimientos ante una situación de estrés. Se

presenta como un cuadro de desorientación, agitación, alte-

ración de la memoria y ciclo vigilia sueño.

Pese a que los médicos están habituados a diagnosticar

cuadros de insuficiencia de distintos órganos y falla multi-

sistémica, no es infrecuente que pase desapercibida la insu-

ficiencia cerebral o el DPO, lo que retarda el manejo de éste.

Se debe realizar una atención experta, oportuna y especia-

lizada en este paciente desde su ingreso al hospital con el

objeto de reducir la morbimortalidad.

En el futuro quizás contemos con neurotransmisores paren-

terales u otras terapias específicas, que permitan reducir la

incidencia de DPO, pero por ahora debemos manejar a los

pacientes en riesgo de DPO con un equipo médico multi-

disciplinario experto, realizar oportunamente el diagnóstico

de DPO, hacer una adecuada corrección de la homeostasis,

tratar la agitación con drogas adecuadas, con especial énfasis

en la prevención de complicaciones y evitando la iatrogenia.

La línea de investigación de DPO y sobredosificación en

anestesia general, sugiere a los anestesiólogos monitorizar

la función cerebral con electroencefalografía y dosificar

adecuadamente al paciente mayor, que parece ser muy

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 776-784]