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INTRODUCCIÓN
La Seguridad del Paciente (SP), o el intento consciente de
evitar lesiones al paciente causadas por la asistencia, es un
componente esencial de la Calidad Asistencial y la condición
previa para la realización de cualquier actividad clínica. Solo
recientemente a la luz de datos objetivos, la Seguridad del
Paciente ha comenzado a considerarse una cuestión primor-
dial en la práctica sanitaria. Este artículo explora las defi-
niciones, procesos y estrategias encaminados a reducir la
probabilidad de aparición de fallos del sistema y errores de
las personas, aumentar la probabilidad de detectarlos cuando
ocurren y mitigar sus consecuencias.
LA CALIDAD ASISTENCIAL Y SUS COMPONENTES
El principio “
Primum Non Nocere
” subyace a cada acto asisten-
cial, por lo que podríamos asumir como principio básico que
cada profesional es un sujeto competente y responsable que
tiene como base de su actuación no generar daño. A pesar
de ello, y por la cada vez mayor complejidad de la atención,
el componente humano individual interactúa con varios
factores. Elementos propios del paciente, de las tareas o
procedimientos, de la estructura físico ambiental que incluye
el material, el equipamiento técnico y el lugar físico donde se
produce la asistencia o de la organización y que es causa de
que los eventos adversos puedan presentarse de forma más
frecuente de lo deseado.
Los componentes esenciales de la calidad asistencial son tres (1).
a)
El factor científico-técnico:
La aplicación del mejor conoci-
miento disponible en función de los medios y recursos disponibles.
b) El factor percibido:
La satisfacción de los pacientes con la
atención, los resultados y el trato recibido.
c) El factor institucional o corporativo:
Ligado a la imagen
de un centro sanitario.
Las dimensiones de la calidad asistencial pueden clasificarse
en 8 categorías.
1.
Competencia profesional o calidad científico-técnica.
2
. Efectividad.
3.
Eficiencia.
4.
Accesibilidad.
5.
Satisfacción.
6.
Adecuación.
7.
Atención centrada en el paciente.
8.
Seguridad del paciente.
Cabe destacar de estas dimensiones, dos de indudable trascen-
dencia, la atención centrada en el paciente y la seguridad del
paciente. La primera implica organizar la atención, pensando
en los pacientes más que en los que la facilitan. La segunda
implica practicar una atención libre de daños evitables, lo que
supone desarrollar sistemas y procesos encaminados a reducir
la probabilidad de aparición de fallos del sistema además de
errores de las personas y aumentar la probabilidad de detec-
tarlos cuando ocurren y mitigar sus consecuencias.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud
como
“el estado de completo bienestar físico, psíquico y social y
no sólo la ausencia de la enfermedad”
.
Si la salud no es solo la ausencia de enfermedad, podemos
afirmar que la Seguridad del Paciente no es solo la ausencia
de riesgos. Existe un
“continuo riesgo-seguridad
” que
exige poner el foco a varios niveles diseñando estrategias
para favorecer que la balanza se incline hacia la seguridad.
Estas estrategias deben desarrollarse en los ámbitos insti-
tucional, profesional, político y social, de manera que se
diseñen y organicen escenarios de atención con bajo riesgo,
que se enfoque la competencia y prácticas profesionales de
modo seguro y que la Seguridad del Paciente se incluya como
prioridad en la agenda de las organizaciones que influyen de
manera directa o indirecta en la atención sanitaria.
FUNDAMENTOS DE LA SEGURIDAD ASISTENCIAL
Los fundamentos de la seguridad asistencial se asientan en
dos líneas de pensamiento relacionadas:
1. La teoría del error de Reason:
Asume que el ser humano
es falible, por lo que pese a los esfuerzos por evitarlos, los
errores seguirán aconteciendo, por lo que es necesario que
los procesos se rediseñen para hacerlos más resistentes a
la producción de fallos menos proclives a la situaciones de
riesgo y habilitar estrategias de detección e interceptación
precoz de los errores.
2. La cultura de seguridad (CS):
Cultura no punitiva en la que
existe un compromiso de los individuos y organizaciones con la
seguridad, y por tanto, con la aplicación de las mejores prácticas
y estándares, y que cuenta con un clima de seguridad abierto
y de confianza mutua en la que los errores son una fuente de
aprendizaje, en lugar de ser utilizados para culpabilizar (2).
La seguridad del paciente, se ha convertido en un tema prio-
ritario para los prestadores de salud en el mundo, pero ¿de
qué hablamos, en relación a seguridad del paciente?
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), seguridad
del paciente es la reducción del riesgo de daño asociado a
la asistencia sanitaria a un mínimo aceptable (3), Vincent en
cambio la define como el evitar, prevenir o amortiguar los
resultados adversos o el daño derivado del proceso de la asis-
tencia sanitaria (4).
El gran objetivo de la seguridad del paciente es REDUCIR EL
DAÑO y secundariamente reducir el error, ya que el error es
una condición inherente a la condición humana.
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 785-795]