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Over time, some subspecialties have been developed in
anesthesiology: intensive care, chronic pain, pediatric
anesthesia, cardiovascular anesthesia, obstetric
anesthesia, palliative care and regional anesthesia.
Anesthesiologists share some medical activities
with other specialists, including intensive medicine,
management of chronic pain and palliative care.
Another multidisciplinary specialty that is emerging
and setting in modern medicine is perioperative
medicine. Most anesthesiologists practice perioperative
medicine to some degree and it is probably what lies in
the future for our specialty if it wants to move forward.
Key words: Anesthesia development, Anesthetic
monitoring, types of anesthesia, anesthesiologist.
INTRODUCCIÓN
La anestesiología es una de las ramas de la medicina que
más ha evolucionado en los últimos 40 años, durante los
cuales he sido testigo presencial de los cambios y me he
sorprendido de los avances tanto en los aspectos teóricos
como en los tecnológicos de nuestro quehacer, antes limi-
tado a la sala de operaciones y ahora en muchos ámbitos de
la medicina. Por otra parte, el desarrollo de nuevos medi-
camentos, equipos y técnicas anestésicas, han reducido los
riesgos de mortalidad por causa anestésica a cifras tan bajas
como 1 en 10000 e incluso 1/50.000) (1,2).
En otros tiempos la anestesiología era el pariente pobre de
las especialidades quirúrgicas. Muchas veces el gesto de
dormir a un paciente era realizado por el cirujano menos
hábil o se turnaba entre los ayudantes, y su labor era casi
tan despreciada como la del arquero en la pichanga de
barrio. Sin embargo, el avance de la tecnología, el desarrollo
de nuevas drogas, cada vez más específicas y el desarrollo
de la especialidad incluso a nivel de subespecialidades, hizo
que ésta fuera cada vez más valorada y más solicitada por
los egresados de medicina, más respetada el resto de los
médicos y actualmente incluso por la propia población.
De cómo es que el anestesiólogo pasó de ser un mero
dormidor de pacientes (
gas-man
), a tener una participa-
ción por lo menos tan importante como el resto del equipo
quirúrgico, es de lo que trataremos en este artículo.
UN POCO DE HISTORIA
No se trata de hacer una historia de la anestesiología, de
lo que hay mucho escrito y cada vez mejor (3,4). Todos
tenemos claro que la primera anestesia general exitosa
fue la demostración efectuada por William Thomas Green
Morton con éter en el Massachussetts General Hospital el
16 de octubre de 1846 que permitió la extirpación de un
tumor del cuello sin dolor, un año después del desastre
obtenido por Horace Wells en la misma institución con
óxido nitroso. Para el tiempo en que el óxido nitroso fue
rehabilitado, Wells ya había cometido suicidio. Ambos
personajes eran dentistas y su gran interés era la extrac-
ción de piezas dentarias sin dolor, y más bien con fines de
ambición personal que de beneficio para los pacientes (en
ese tiempo era muy rentable extraer las piezas malas de
los pacientes para reemplazarlas por prótesis completas y
no todos estaban dispuestos a soportar el dolor que ello
implicaba (5). Dos años después en Chile, el 8 de octubre
de 1848, el cirujano de origen argentino Francisco Javier
Villanueva realizó la primera cirugía en Chile con anestesia
general (cloroformo), en el Hospital San Juan de Dios de
Valparaíso (hoy Hospital Carlos Van Buren). No se sabe si él
mismo o algún anónimo colaborador administró la anes-
tesia. Por ese tiempo también los dentistas ofrecían anun-
cios en el diario de extracciones dentales indoloras (6). La
odontología es entonces el origen de nuestra especialidad.
Más difícil para los historiadores es determinar quién fue
el primer anestesiólogo. Aunque en Inglaterra muchos
habían administrado éter, fue en realidad John Snow, un
médico de origen humilde y con práctica en las afueras
de Londres, quién comenzó una serie de experimentos
químicos y fisiológicos (Figura 1). Fue el primero en diseñar
aparatos de inhalación de éter basados en las leyes de
presión de vapor de Dalton. A pesar de algunos inconve-
nientes (muertes debidas al éter), Snow continuó su prác-
tica con un inhalador portátil, que llevaba a las casas u
hospitales y fue un gran promotor de los beneficios de la
técnica, escribiendo el que sea probablemente el primer
texto de anestesia:
On the inhalation of Ether in Surgical
Operations
, donde describió los famosos planos anesté-
sicos del éter, reconocidos hasta el inicio de la anestesia
moderna. La administración exitosa del éter demandó una
mezcla de técnica y criterio, que no todos los médicos eran
capaces de realizar.
Aunque en el resto del mundo la anestesia era algo inci-
dental, en Londres, John Snow había creado un nuevo
protagonista en la medicina: el anestesiólogo. Snow
destaca en la historia de la anestesia, especialmente por
el establecimiento de principios científicos que lideraron
la práctica de la anestesia en Londres y por la espectacular
evidencia que se tiene de su trabajo diario. Las páginas
de sus apuntes, que datan de 1848 a 1858, registran casi
4500 administraciones de anestesia en pacientes de todas
las edades y en diferentes tipos de cirugías que se reali-
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 671-681]