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La prevención o desbloqueo de catéteres trombosados/

bloqueados o afectados de vainas de fibrina se realiza utili-

zando dosis bajas de agentes trombolíticos (33).

Dispositivos

Corto plazo

Los

Mid-line

(10-20 cm) son insertados en el brazo, con

la punta en el tercio superior de la vena basílica/cefálica

o vena axilar, cercana a las grandes venas centrales. Estas

están indicadas para un plazo máximo de 3 semanas y para

la administración de soluciones no-irritantes.

Largo plazo

El catéter PICC se inserta centralmente desde la fosa ante-

cubital en una vena del brazo. Los catéteres con manguito

se tunelizan desde el lugar de inserción al tórax o pared

abdominal.

Un manguito permite que el tejido crezca en él y el catéter

se ancle en el tejido subcutáneo.

Estos dispositivos pueden ser delgados y suaves o de

tamaños mayores como los equipos de diálisis.

Los puertos que son implantados totalmente en el tejido

subcutáneo, se insertan quirúrgicamente en el pecho,

abdomen o extremidades superiores. Estos dispositivos están

hechos con uno o múltiples lúmenes, algunos son compa-

tibles con la tomografía computarizada y calificados para la

inyección de medio de contraste a alta presión (325 psi).

Acceso arterial

Las indicaciones relevantes incluyen:

- Monitoreo cardiovascular

- Toma de muestras arteriales repetidas

- Análisis del contorno del pulso

- Balón de contrapulsación aórtico

- Circuitos extracorpóreos

Los lugares de acceso más comunes incluyen las arterias

radiales, ulnares, braquiales, dorsales del pie, y femo-

rales. La presencia de una fistula arterio venosa requiere

evaluar la situación del paciente antes de instalar el

dispositivo.

Anatomía aplicada

El acceso a la arteria periférica normalmente se lleva a cabo

en la arteria radial del antebrazo no dominante. Una arteria

ulnar permeable constituye una buena alternativa de flujo

hacia el antebrazo y mano, de tal manera que, si la arteria

se encuentra trombosada, no se producirá una pérdida del

tejido (34). Podría utilizarse la arteria braquial, pero como

es una arteria terminal, con la oclusión existiría riesgo de

isquemia distal.

Puede ser que la anatomía detallada y sus variantes se encuen-

tren subestimadas (35). En el proceso de intentar el acceso

venoso, las arterias superficiales radiales y ulnares podrían ser

canuladas (36). Las variaciones en el brazo y antebrazo podrían

no resultar obvias con la palpación de codo (por ejemplo,

bifurcación proximal de la arteria braquial) (Figura 3).

Los pacientes que presentan oclusión en las arterias

braquiales, radiales o ulnares dependen del flujo colateral.

Este debe ser identificado clínicamente y a través de ultra-

sonido. Se requiere una evaluación cuidadosa de la perfu-

sión. El Test de Allen (compresión de la arteria radial/ulnar

y evaluación del flujo sanguíneo de la mano) constituye una

técnica muy útil conceptualmente, sin embargo, no está

probada clínicamente (37).

La arteria femoral es ampliamente utilizada para proce-

dimientos diagnósticos e intervencionales. En casos

donde se requiere una cateterización prolongada, existen

riesgos de infección y trombosis. Un daño mayor puede

derivar en sangrado no detectado dentro del abdomen.

Cada vez existe más evidencia recomendando el uso de

ultrasonido para canular la arteria femoral común (38).

Consejos

prácticos

para

la

inserción

El paso de múltiples agujas a través de vasos sanguíneos

distales de mala calidad podría representar un riesgo mayor

que la canulación de una arteria terminal cercana. Las arte-

rias femorales y braquiales son útiles en pacientes en estado

de shock. En el caso de arterias profundas (como las femo-

rales o braquiales) los catéteres cortos tienen un alto riesgo de

desplazamiento con los movimientos del paciente. La técnica

Seldinger tiene una mayor tasa de éxito que la inserción de

catéteres sobre agujas tanto en casos rutinarios como compli-

cados.

La canulación se dificulta si los vasos sanguíneos se encuen-

tran calcificados, pudiendo hacer imposible cerrar los vasos

sanguíneos con presión luego de la remoción del disposi-

tivo. Otros vasos sanguíneos pueden sufrir cambios aneu-

rismáticos o disección aneurismas con el procedimiento.

Si se presentaran dificultades, considere realizar un corte

quirúrgico para aminorar el riesgo de daño en los vasos

sanguíneos. Las vainas más grandes

in situ

necesitan hepa-

rinización sistémica para evitar la formación de coágulos.

Extracción

Luego de la extracción del catéter, presione firmemente

el lugar por al menos 5 minutos. Si persiste el sangrado se

[TRADUCCIÓN: ACCESO VASCULAR - Dr. Andrew Bodenham]