Previous Page  76 / 176 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 76 / 176 Next Page
Page Background

720

TEMPRANAS

Arritmias

Daño vascular

Neumotórax

Hemotórax

Taponamiento cardiaco

Lesión neurologica

Embolización (incluyendo alambre guía, catéter, o aire)

TARDÍAS

Infección

Trombosis

Embolización

Erosión/perforación de vasos sanguíneos

Taponamiento cardiaco

Daño linfático

Fistula arteriovenosa

TABLA 3. COMPLICACIONES DE UNA INSERCIÓN DEL

CATÉTER VENOSO CENTRAL

el brazo o de que haya salido de la vena. Si se aplica una fuerza

excesiva se puede empujar fácilmente el cable guía a través de

la pared de la vena hacia el espacio pleural, el mediastino u otras

estructuras. Los dilatadores y catéteres que se pasen a través

de esa guía solo agrandarán el desgarro producido en esa vena.

Si una guía esta doblada o angulada agudamente y se aplica

una fuerza adicional al dilatador o al catéter, este puede rasgar

la vena. La guía debe ser revisada frecuentemente durante el

procedimiento de inserción del catéter para asegurarse de que

se mueve libremente a través del dispositivo de manera de

evitar la distorsión o la creación de una falsa vía. Si se siente

alguna resistencia, el procedimiento debe detenerse o se deben

obtener mas imágenes para guiar otras accesos alternativos. Los

intensificadores de imágenes son la herramienta optima para

estas situaciones, pero es poco frecuente su utilización para la

inserción de catéteres de centrales por corto tiempo.

Daño arterial

La inserción de agujas, alambres guía, dilatadores, y catéteres

puede dañar las arterias en el sitio de la punción o más central-

mente. Un hematoma o falso aneurisma puede producir

pérdida de piel y tejido, daño del nervio y compresión de la vía

aérea. La disección arterial, trombosis, embolía y la canulación

no intencional pueden causar isquemia, que en el caso de la

arteria carótida tiene especial relevancia.

Si se punciona una arteria solamente con una aguja usual-

mente es suficiente removerla del vaso y comprimir durante

5 a 10 minutos.

Se recomienda

no

remover catéteres de más de 9 Fr sin un

cierre quirúrgico o percutáneo. En el corto plazo generalmente

es seguro dejar dilatadores, catéteres y guías

in situ,

especial-

mente en pacientes heparinizados, mientras la situación es

evaluada por cirujanos y radiólogos. ¡Ante la duda no retire el

dispositivo!

La inserción accidental de un catéter intraarterial puede ser

confundida clínicamente con disfunción del catéter, sangra-

miento retrógrado, alarmas de la bomba de infusión y signos

de trombosis (por ejemplo un accidente vascular cerebral). El

sangramiento puede no verse hasta la remoción del catéter.

La remoción de catéteres de la arteria carótida tiene el riesgo

de producir trombos y émbolos hacia el cerebro y sangra-

miento. Las opciones preferidas ante esta situación son la

heparinización sistémica (si no esta sangrando) y la remoción

del dispositivo ya sea quirúrgicamente o asociado a la insta-

lación de un

stent

por un radiólogo (26). La extracción del

catéter y presionar por 20 minutos para prevenir el sangra-

miento arterial tiene el riesgo de producir una isquemia cere-

bral debido a un hematoma compresivo, embolo y falta de

flujo sanguíneo.

Colecciones pleurales

Generalmente se produce neumotórax luego del daño produ-

cido por la aguja durante la punción en la vena subclavia, pero

puede ocurrir por daño del catéter o de la guía de alambre.

Debiera evitarse con ultrasonido. La colocación del catéter

pleural permite que las infusiones produzcan efusión pleural,

y si el catéter atraviesa la vena, se puede desarrollar un hemo-

tórax al extraer el catéter.

Hemotórax/peritoneo

Las rasgaduras de venas centrales ocurren probablemente

con más frecuencia de lo que se piensa, no siendo percibido

debido a que la baja presión de las venas permite al tejido

conector, músculos, u otras estructuras detener el sangra-

miento. Cuando una rasgadura se conecta con una cavidad

pleural de baja presión se produce una hemorragia masiva

(27). Las venas adyacentes a la pleura incluyen la vena cava

superior (borde derecho), sistema de las venas ácigo, sistema

hemiácigo (a la izquierda) y las mamarias internas (Figura 4).

El daño arterial produce problemas similares, donde una

perforación con una aguja puede causar una hemorragia

severa. Las arterias subclavias protruyen en la cavidad pleural.

El sangrado de una arteria relativamente grande y más

distante puede extenderse a la cavidad pleural. El manejo

se basa en drenaje, mantener los dilatadores/catéteres en el

lugar para reducir el sangrado, y una reparación quirúrgica o

radioloógica urgente.

[REV. MED. CLIN. CONDES - 2017; 28(5) 713-726]